La hermana de Jinpachi Ego +18 | Baro x T/N | Blue Lock

4. Sorpresa!

Me dieron una habitación para mi sola dentro de las instalaciones, ahora los 125 chicos vivirían en el piso central del edificio, y no en los estratos y bloques, en cambio, salas de entrenamiento se colocaron en todos los bloques para que hubiese entrenamientos individuales. Llegó la hora del almuerzo y me dirigí al comedor para darle la sorpresa a los chicos de que ahora me iban a ver más a menudo, la sorpresa me la llevé yo al ver el comedor totalmente vacío. La pantalla de la sala se encendió mostrándome la cara ojerosa de mi hermano. —T/N, lamento no haberte avisado con anterioridad, pero las pruebas de las primeras pruebas de la segunda selección se estarán llevando a cabo en un bloque separado y no tendrán tiempo de tener retos contigo, así que espero que te lo pases muy bien estando unos días totalmente sola en el piso central.— Me quedé con la boca abierta, mi hermano acababa de joderme y ni siquiera me había dicho que iba la segunda selección o de los días que tardarían en terminar.

Los días pasaban tranquilos y solitarios, intentaba matar el tiempo entrenando, leyendo mangas y disfrutando del menú abierto del comedor, ya que al no ser un jugador, ni tenía ranking ni tenía puntos, solo una pulsera especial que me dejaba elegir la comida que más me apeteciese en el momento, los fideos de mi hermano estaban ricos, pero no se pueden comparar a unas buenas costillas a la barbacoa. También empecé a hablar con los espejos y conmigo misma, recuerdo que era algo que hacía desde pequeña, pero la gente pensaba que estaba loca así que tuve que dejarlo, aunque era una buena manera de mantener tu cerebro activado. Aunque Jinpachi no me dijese nada, sabía que me veía por las cámaras y seguro se estaba riendo de mí, su pobre y loca hermana que estaba encerrada sola en un piso enorme. Lo peor era que de noche se escuchaban ruidos del viento golpeando cosas y al estar sola no me quedaba de otra que asustarme, sí, tengo patética de apellido. También al hablar se producía un eco en los pasillos un tanto tétricos, por suerte la luz no fallaba.

—Sois unos desgraciados, unos malditos tanto tú como Anri, aunque ella no ha hecho nada en verdad, pero os odio mucho ahora mismo, no veis que me aburro y ellos se tardan mucho en terminar las tontas pruebas de mi hermano. Tan solo espero que se te haya ocurrido esta vez algo mejor que las atrapadas o la patata caliente, eso fue realmente patético.— Me quejaba mientras miraba hacia la posición donde sabía que se encontraba una cámara oculta. Ya habían pasado 10 días y Jinpachi ni era capaz ni de ir comentándome como progresaba la prueba o cuanto quedaba, a este paso cuando regresasen solo encontrarían mis huesos en una esquina.

—Eres un maldito dolor en el trasero, chica.— Escuché la voz de mi hermano de uno de los altavoces, solo me limité a reír. —Te voy a abrir la puerta de una sala de cámaras que hay allí y podrás ponerte al día con las cosas que han pasado, espero estés satisfecha y dejes de gritar, porque al final o te escuchan los jugadores o te quedas muda.— Me puse tan feliz que empecé a dar saltos y dirigirme a la sala que me había abierto. Rápidamente empecé a ver en cámara rápida las pruebas que habían estado haciendo, así como la cantidad enorme de jugadores que habían sido eliminados, al egoísta y narcisista de Baro lo bajaron de las nubes como tanto había deseado, también por bastante tiempo separaron a Isagi y Bachira, el traidor de la primera selección había sido eliminado, así como otros muchos. —Realmente mientras yo me aburría ellos han estado luchando bastante, mi hermano sí que les puso una prueba difícil— decía para mí misma. En ese momento vi que el primer equipo que había terminado la selección estaban ya en el piso central, más concretamente en una habitación aprendiendo inglés. Salí corriendo de la habitación cerrando la puerta con llave y me dirigí a la sala donde se encontraban, abriendo la puerta de par en par y asustando a todos los presentes.

—OH DIOS MÍO!, por fin hay alguien aquí, no sabéis lo aburrida que estaba.— dije sin siquiera saludar o presentarme, ellos estaban sorprendidos e intentaban recuperar el aliento luego del susto que se habían llevado. —¿Y tú quién eres?— salió de la boca de Itoshi Rin.