Capítulo 4

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Maddison.

Podía sentir como en mi estómago volaban miles de mariposas gracias a que Marco se acordara de mí. Bueno admito que puede parecer un poco estúpido e infantil pero realmente me emocionaba que no me haya olvidado por completo.
Lo que todavía no me explico, es como puede estar tan tranquilo después de decir algo como eso, quizás no le haya afectado...

¿Por qué lo haría? Si solo eres la hermana de su mejor amigo.

Bufé y enfoqué mi vista en el helado para evitar que mi mente o mi parte racional acabe con mi felicidad, comí en silencio tan solo disfrutando de la explosión de sabores en mi paladar.

-¿Sigues en el patinaje? -la voz de Marco me sacó de mis pensamientos.

Levanté la mirada y choqué con sus ojos intensos color chocolate.

-Sí, todavía patino. De hecho -busqué mi teléfono para comprobar la hora- tengo que irme porque empiezo dentro de poco.

-Pues en ese caso -Marco se levantó de la silla- iré a pagar los helados, ya vuelvo.

Asentí terminando el mío. Mientras esperaba a Marco, el mesero Rubio que nos atendió se acercó tímido a la mesa.

-Yo eh quería disculparme si te causé problemas con tu...novio -habló ruborizándose.

Me pareció tierno y adorable, asumí que el chico debía de tener unos 15 años aproximadamente.
Agité la mano restándole importancia.

-No te preocupes que él y yo no somos novios - aunque eso me gustaría

-¿Tú vienes mucho por aquí? Porque siento que te conozco de algún lado -el chico frunció el ceño lo que me hizo soltar una risita.

-No, tenía tiempo que no venía para este lugar.

De repente sus ojos se iluminaron.

-Ya sé de dónde te conozco, tu eres patinadora en la academia garzas blancas.

Asentí sorprendida de que supiera eso.

-Mi hermana ha querido estudiar allí pero la verdad no contamos con los recursos para meterla, sin embargo ella a veces va solo para observar los entrenamientos, y bueno me ha tocado acompañarla -explicó.

Repito, el chico es adorable.

-¿Que edad tiene tu hermana? -pregunté interesada.

-Tiene 10 años y adora el patinaje.

-Bueno dame un número en el que pueda contactarte, no te prometo nada pero hablaré con la directora a ver qué me dice -sonreí- ¿Te parece?

El chico asintió emocionado como si no se lo pudiera creer. Rápidamente abrió su libreta morada y comenzó a escribir algo, luego arrancó la hoja y me la tendió .

-Este es mi número, me llamo Joshua por cierto.

Agarré la hoja y lo miré.

-Yo soy ...

-Hora de irnos Maddison -habló una voz gruesa haciendo que se me erizara la piel.

-Sí ya voy déjame guardar esto y...

No supe en qué momento mis pies comenzaron a moverse, ni cuando mi brazo izquierdo comenzó a doler. Solo sé que en un segundo estaba frente a Joshua y al siguiente me encontraba siendo arrastrada por Marco fuera de la heladería. Ya en el exterior me solté bruscamente de él.

-¿Se puede saber que mierda haces? -grité enojada.

Marco me veía hastiado como si le molestara mi presencia.

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