Mєdιυm βlυєs

Capítulo 2: Allanamiento a mi corazón

.

Capítulo 2: Allanamiento a mi corazón

.

La dirección que le habían dado no estaba exactamente a poca distancia a pie por lo que le tomaría como media hora llegar, además de que Wei WuXian tenía recelo de tomar el tren en la condición que estaba. La sangre que se derramó de su nariz había manchado la parte delantera de su camisa con unas cuantas gotas. A eso sumándole que estaba lo suficiente magullado para parecer que había estado en una pelea.

Ya había tenido a policías llamando a su puerta, no tenía entusiasmo de repetir la experiencia.

Wei WuXian no creía que estuviera loco. Al menos no ahora que estaba en sus veintenas. Simplemente era que él era una de las pocas personas que realmente podía ver y hablar con los fantasmas.

Aunque eso no los detenía de tirar cosas cuando tenían suficiente energía para hacerlo.

De niño, incluso antes de que sus padres murieran, fue atrapado hablando con niños que nadie más podía ver (los niños normalmente eran los fantasmas más activos). Si bien sus padres inicialmente lo apuntaban como 'amigos imaginarios', cuando Wei WuXian comenzó a contarles historias sobre lo que les había sucedido a estos niños, su madre se dio cuenta que tal vez no eran del todo imaginarios.

Su madre solía decirle que había sido bendecido, pero si ella tenía o no la misma habilidad, él nunca lo sabría. A medida que crecía, sospechó que el pequeño silbato que había encontrado con él el día del funeral había sido de su madre, sin embargo no había sido capaz de confirmarlo.

Jiang FengMian había quedado pasmado cuando Wei WuXian comenzó a hablar consigo mismo, pero sus hijos fueron menos comprensivos, y su esposa aún menos. En lugar de decirle que había sido bendecido, a menudo se tomaba el tiempo para recordarle que estaba maldito. Jiang Cheng frecuentemente le decía que si seguía hablando con personas invisibles, nadie lo iba a querer y pensarían que todos en su familia estaban tan locos como él.

La manera en la que descubrió el uso del silbato había sido por pura casualidad.

Para cuando tuvo doce, en la escuela llamó la atención de una niña que previamente había asistido a ese mismo colegio al cual ahora él y sus hermanos adoptivos asistían. Wei WuXian, hasta ese momento, por lo general sólo había interactuado con niños fantasmas que eran amigables, pero esta niña se había pegado a él de tal manera que se sentía como tener una segunda sombra.

Madame Yu le había tomado aversión en el momento que él ingresó a esa casa. Mientras su tío parecía favorecerlo, con su hijo era severo y eso ella lo había notado. Lo sacaba a colación en cada oportunidad que tenía, provocando que Wei WuXian buscara formas de evitarla. La niña fantasma (quien era muy flacucha, casi esquelética, con profundos ojos negros y un rostro inexpresivo) si bien no era su única compañera de juegos, deseaba serlo.

Ella había cogido la manía de lastimar a Yanli por las noches. También el de crear desastres y como siempre, Wei WuXian terminaba siendo culpado por ello. Por las noches, ella lo llamaba entre susurros una y otra vez, prometiéndole que se detendría si él se unía a ella. Algunas veces lo convencía a caminar mucho más allá del jardín terminando en él metido en las aguas, provocando que Yanli rápidamente se apresurara a sacarlo.

En una ocasión, ella incluso intentó ahogarlo.

Mientras más discordia ella creaba entre ellos, más fuerte parecía volverse.

Wei WuXian creció como un niño delgado en el tiempo que ella estuvo con él, siempre cansado. No dormía bien por las noches, y Madame Yu lo llegó a amenazar con enviarlo de regreso a la agencia de adopción si continuaba rompiendo sus preciosos adornos de la casa.