Capítulo 3: La posesión es nueve décimas partes de la ley

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Capítulo 3: La posesión es nueve décimas partes de la ley

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Wei WuXian esperó hasta que todos se fueran a dormir.

La mayor parte del día se la pasó durmiendo, exhausto por su estadía en la cárcel y naturalmente por la energía agotadora de una evidente posesión (a pesar de que no fue capaz de sacar al espíritu en su primera visita a la casa). Después de la cena, ayudó a su hermana con los platos y se retiró a su dormitorio para evitar cualquier hostigamiento por parte de su cuñado, habiendo soportado suficiente en la cena con Jin Ling tocando el tema en cada oportunidad.

Se dedicó a investigar un poco más sobre la dirección que se le fue dada a través del mensaje embrujado. La casa había estado vacía por casi un año. El último (y actual) propietario de la casa (cuyo nombre Wei WuXian no pudo encontrar), había sido un CEO muy rico de una gran compañía online que se había mudado luego de vivir allí únicamente por seis meses. La propiedad en sus inicios había sido costosa, pero su valor disminuyó a medida que nadie fue capaz de mantenerla. El anterior dueño no la había vendido, sin embargo Wei WuXian pudo ver quienquiera que fuese esa persona, no tenía la intención de volver. Lo que le daba la certeza de que la casa había estado embrujada antes de la muerte de la chica sin nombre.

La foto de ella estaba en internet, granulada e inquietante. Wei WuXian continuó contemplándola como si el observarla fijamente pudiese revelar algo de información oculta, preguntándose si sería capaz de encontrar su espíritu si lo intentase. No obstante Wei WuXian procuraba siempre no hacer nada relacionado con su poder médium en la casa de jiejie. A veces los espíritus encontraban el modo de traspasar los límites, y Jin Ling nunca lo perdonaría si la casa por alguna razón terminaba embrujada.

En un impulso, se puso a buscar en la base de datos de personas desaparecidas (algo que había sido creado por una preocupada comunidad y unos muy dedicados detectives), esperanzado por ver el rostro de Mei-Mei entre las fotos. No tuvo suerte, lo cual no lo sorprendió considerando que los polis probablemente ya habían tenido la misma idea.

Wei WuXian continuó escuchando los sonidos que se producían en la casa hasta que se posó en ella un profundo y tranquilo silencio. Podía imaginarse a su hermana y a su marido descansando lado a lado, espalda con espalda, sus pechos ascendiendo y descendiendo con el aliento de vida. Jin Ling probablemente se revolvía entre sus sábanas, aquejado por el sueño agitado de un adolescente que no podía quedarse quieto. Wei WuXian deseaba haberse ido a la cama (y supuso que podría haberlo hecho), pero ya había tomado la decisión de seguir a la chica fantasma hasta donde ella lo llevase.

Pensó que, seguramente, ella había estado pidiéndole ayuda a pesar de golpearle la cabeza durante su primer "encuentro". Había una diferencia bien marcada entre la voz asustada en el contestador y la voz que había oído en la tienda. No era la misma. Wei WuXian había visto fantasmas violentos, fantasmas tristes y perdidos. Los había visto poseer humanos por breves períodos. Y nunca había visto nada como aquella chica.

Cuando los ocupantes de la casa de su hermana estuvieron completamente dormidos, él se deslizó fuera de la cama y se vistió. Se puso un par de pantalones deportivos negros que tenían una franja roja en el costado (el par más negro que tenía) y una camisa negra debajo de un suéter negro con capucha. Se colocó una gorra negra en la cabeza, cubriendo su cabello y reunió todo lo que pensó que podría necesitar. Una linterna, su silbato y una lata de spray para osos. También bocadillos.

Decidió que lo mejor sería no intentar deslizarse por la casa. Su habitación tenía una ventana que se abría hacia Lotus, y aunque iba a tener que meter los pies al agua no era nada a lo que no estuviera acostumbrado. Vivir en Lotus era tener que mojarse a veces. Silenciosamente, deslizó la pantalla para abrirla. La luz de la luna proyectaba un resplandor plateado sobre el agua oscura que probablemente estaba fría. No había una planta de loto a la vista. Wei WuXian había escogido unos calzados que, con suerte, mantendría el agua fuera de sus pies, sin embargo sus pantalones se mojaron con las salpicaduras cuando saltó al agua. El ruido sonó más fuerte de lo pretendido, por lo que hizo una pausa, viendo el fango arremolinándose en el agua que hasta hace poco no había sido perturbada, esperando a ver si había sido descubierto.

Mєdιυm βlυєsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora