Parte 22, Quiebre.

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Al parecer no tenía salida, podría acobardarme, pero no pienso hacerlo, debo plantar presencia por lo menos con su mamá.

Tn= Así es, No soy su amigo... soy su novio.

NF= Ah, ok.

¿Eh? Esperaba una reacción más... exaltada.

Tn= ¿No le molesta?

Nf= No... yo le dije a mi marido que esto podía pasar si no le dábamos libertad, así que me lo veía venir.

Eso salió mejor de lo que me pudiera haber esperado.

Nf= a mí no me molesta, pero no creo que su papa tenga la misma opinión que yo.

Dicho eso su mama tomo algo rápido, un contenedor de agua con un pañuelo para la fiebre de futaba, se sentó a un lado de ella maternalmente ofreciéndole su cuidado; después de una corta platica Futaba se quedó dormida, su mama le acaricio el pelo y salimos de la habitación, en ese momento sentí que debía sincerarme ante ella.

Tn= Disculpe...

Nf= Dime

Tn= Se lo que usted y su esposo tienen planeado para el futuro de futaba, pero... en estos momentos noté lo mucho que quiere a su hija por lo tanto no me hace sentido que este... regalando a su hija de esa manera, ella merece estar con alguien a quien ella ame, alguien que sepa tratarla, que la conozca, que la cuide... ella debe... estar conmigo, yo soy quien debería de... yo soy quien debería tomar la mano de Futaba, porque yo la amo.

Ella no paro de mirarme a los ojos durante todo el tiempo y cuando termine soltó una ligera sonrisa.

Nf= Ay Futaba, ¿Dónde conseguiste a este que esta tan enamorado?, Ojalá yo hubiera o tuviera un esposo así... ¿No te interesa un mujer madura?

Tn= ¡¿Eh?!

¿Por qué la señora me habrá dicho eso? A decir verdad, ella tiene su cabello muy lindo ojos grisáceos como los de futaba y unas piernas largas... y... un...

Nf= es broma... si por mi fuera yo no tendría ningún problema, pero el que decide eso es mi marido.

Tn= Entiendo...

Nf= pero haré lo posible para que cambie de opinión.

Tn= Se lo agradezco

...

Pasó una semana desde que fui a ver a Futaba, seguíamos haciendo lo mismo de siempre solo que ahora no podía acercarme a su casa, en medio de todo, eso se sentía como que nuestra relación se iba enfriando poco a poco, hace dos días que ella no me contactaba, temía que algo que no quería sucediera, así que tumbado en mi cama por la noche nublada y relampagueante empecé a pensar las posibilidades que tenía, que podía hacer, pero no pude ingeniarme algo, triste por el miedo de perderla a ella fui con la persona mas inteligente que conozco, Sakuta, mi mejor amigo, pero cuando llegue a su casa el no respondía a la puerta, y no escuchaba ningún ruido así asumí que no estaba, la lluvia comenzaba a caer y yo estaba ahí sentado a un lado de la puerta del departamento, la furia, la impotencia, la melancolía recorría mi cuerpo, con mis manos recubriendo mi rostro, después de unos minutos hundido en mi pena solitaria en mi cabeza empezaba a circular la idea de que me la quitarían y un par de lagrimas empezaron correr por mi cara, ella es la razón por la que mi vida está siendo feliz... así que de pronto con esa idea me pare enérgicamente me seque las pocas gotas de agua salada de mis mejillas y corrí, corrí hacia ella, aunque me pesaban las piernas no me importo, corrí bajo la lluvia hacia su casa, no podía dejar esto así, tengo que encarar a quien corresponda para no perderla, no podía dejar que algo así ocurriera, mientras me acercaba a el hogar de mi novia entre la lluvia en la puerta de la casa una figura cabizbaja se figuraba, cuando me acerque lo suficiente vi a Nyoko, su madre, llorando desconsoladamente, cuando le pregunte que le ocurría ella señalo sin levantar la mirada un coche que se disipaba a lo lejos entre las abundantes gotas de agua, pensé lo que no quería.

Tn= No... ¿No me digas qué?

Nf= Se la llevaron

Tn= ¡¿Qué?! ¡¿A dónde?!

Nf= Se la lleva a Estados Unidos... allí la casara con Yoriko.

Sabía que jamás podría alcanzar ese auto que ya se había alejado tanto que ni se podía observar... mientras seguía en estado de shock un mensaje llegó a mi celular que apenas servía por lo empapado, por lo mojado que estaba, el mensaje era de ella "Lo siento, me tengo que ir, y no es por mí, contigo dejo mi corazón, Te amo" quise responder lo que fuera enseguida, pero los mensajes no le llegaban, y las llamadas eran rechazadas en medio de eso el celular empezó a parpadear y se apagó, caí de rodillas, mi pecho empezó a doler, sentía como algo se desgarraba, los recuerdos empezaron a pasar por mí, mi respiración se agitaba, mis lagrimas se combinaban con las gotas de lluvia, desolado estaba allí, en medio de un gran diluvio, me entregue en cuerpo y alma y se me fue arrebatada injustamente, Rocé sus labios con mi boca, me prometí hacerla feliz, solo pensaba en ella, mi luz, mi faro, ella era todo, me sacó de la apatía, si no fuera por ella no tendría mis amistades, los detalles, ni las bellas experiencias que he acumulado, encontré todo en ella, su voz de ternura que fue una de las razones por las cuales caí perdidamente enamorado de ella, esa sencillez que la caracteriza, su forma de afrontar las cosas, convenció a mi corazón que la amara por completo, y ahora... ella... se fue... 

Rio Futaba x Lector/LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora