–Lo sabía–exclamaba casi de un grito la peliazul siendo regañada inmediatamente por sus amigos quienes luchaban por no llamar la atención de sus demás compañeros.
–Harás que nos escuchen!–habló Inuyasha quien mantenía su mirada fija al lado izquierdo del salón donde Sesshomaru y Rin se encontraban charlando de manera tranquila mientras calentaban en las barras de ballet.
Eran casi las siete de la mañana por lo que el ensayo estaba a punto de empezar y la mayoría de los bailarines se encontraban calentando, sin embargo, el grupito de amigos estaban más concentrados en aquella pareja que en sus propios ejercicios.
–Lo siento–se disculpó una vez que volvía a su posición para continuar estirando su espalda–Pero es que no pudo evitar emocionarme si yo los shippeo desde el primer momento.
–Su química es demasiado para este mundo–opinó Sango quien los veía de manera tierna en tanto elevaba una pierna hacia una de las barras pegadas a la paredes.
–Estoy de acuerdo pero ¿Cuánto tiempo creeen que deba pasar para que se declaren?–había pasado ya una semana desde que Inuyasha junto a su familia descubrió que el peliplata estaba enamorado y la situación ahora llegaba a desesperarlo. Sí, admitía que en un principio se encargó de molestar a su hermano mayor hasta más no poder pero en el fondo se alegraba por él.
–Inuyasha no seas desesperado, como bien dicen hay que darle tiempo al tiempo–señaló esta vez Miroku alegando tener dotes en las relaciones.
El peliplata menor parecía meditar las palabras de su mejor amigo pero al final...
–¡Feh! ¡Tiempo mis polainas! Conozco a Sesshomaru desde que estoy en pañales y sé que nunca se le declarará a Rin aunque le demos 10 décadas para hacerlo–y aunque los demás quisiesen negarlo el peliplata tenía bastante razón ya que el Taisho mayor no solía ser muy abierto respecto a sus emociones lo que lograba ser un gran impedimento para que el Sessrin exista.
Porque sí. Hasta nombre del ship ya tenían.
–No puedo creer que diga esto pero...–Sango suspiró rendida y continuó–tal vez Inuyasha tenga razón. Sesshomaru es pésimo con sus sentimientos y Rin muy tímida.
El grupo permaneció en silecio unos minutos observando nuevamente a la pareja quienes se hallaban riendo de manera cálida lo que los llevó a imaginar una aura romántica a su alredor, fue allí en donde el foco en su cabeza se les prendió a todos.
–Ya sé–entusiasmada tomó la iniciativa Kagome–Qué tal si os damos un pequeño empujonsito.
–Espero no estes hablando de manera literal.
–Pues claro que no, tonto!–la peliazul rodó los ojos con fastidio por el comentario del peliplata–No planeo matarlos antes de que siquiera empiecen una relación.
–No es tan mala idea–opinó Miroku recibiendo miradas de "Es enserio?"–Vale! Sé que sugerí darles tiempo pero en mi defensa me oí muy sabio diciendo eso.
–¿Sabio en relaciones amorosas?–la pelinegra no puedo evitar encarnar una ceja.
–Pues claro mi Sanguito–una sonrisa angelical adornó su rostro.
–¡Primero! No me llames "Sanguito" porque te rompo la cara–enfatizó las comillas en el aire en tanto el miedo se hacía presente en el susodicho–¡Segundo! Cómo puedes pensar que eres bueno en relaciones amorosas si te metes con la primera que se te cruza enfrente ¡Pevertido!–de las orbes de Sango parecían querer salir miles de cuchillas en dirección a Miroku.
–Vale chicos–intervino Kagome sabiendo que si eso continuaba alguien saldría muy herido–Os recuerdo que el tema principal aquí es Sesshomaru y Rin.
–Si si! Pero que os podemos hacer? Organizarles una cita o algo?
–Eso ya lo iremos planeando pero por el momento nuestra misión es acercarlos aún más–inquirió decidida la peliazul declarandose fundadora del Sessrin.
–Me parece bien pero deberiamos tratar de no ser tan obvios.
–Por qué lo dices?
–Kagome, casi rompes los vidrios por el grito que tiraste hace rato.
–Vale vale, solo me emocioné pero ahora trataré de ser lo más disimulada posible.
–Entonces esto es operación "Sessrin-Instante y Eternidad"–todos la miraron curiosos por lo que había dicho Sango.
–¿Instante y eternidad?–cuestionó el pelinegro.
–Es una frase muy mona así que sí–el grupo asintió con la cabeza y juntaron sus puños dando inicio a su labor como cupidos.
Al terminar con aquello, Alya ingresó al salón muy animada para seguir con el ensayo de la coreografía que se realizaría en la próxima competición. Definitivamente esa mañana todos los estudiantes parecían estar del mejor humor posible en especial sierta parejita que no dejaba de sonreirse mutuamente lo que levantó las alertas en Sara quien veía fastidiada la escena y no era por el hecho de que le gustase Sesshomaru, simplemente ahí entraba el tema de su egocéntrico ser.
Ella deseaba ser siempre el centro de atención.
Quería que absolutamente todas la admiraran y sintieran envidia por su persona...Que todos murieran por estar con ella.
Y estaba más que claro que no permitiría que nadie más que ella brillara.
No dejaría tan fácil el camino para quien quisiera opacarla....
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Al Ritmo Del Corazón
FanfictionLas luces blancas alumbraban sus rostros dejandolos un poco aturdidos. Sus manos sudaban en tanto sus piernas perdían fuerza. Aquella era la competencia por la cual se habían estado preparando durante toda la temporada. ---Tranquila---susurró en el...