Es nuestro secreto

13. Capitulo 12: Raro

    Abrió los ojos lentamente pero en cuanto vi color los abrió de inmediato, se sentó bruscamente y miró hacía los lados, suspiró al darse cuenta que estaba en su casa y en su habitación, ya no estaba en la habitación del tiempo donde todo es blanco, vaya, nunca pensó que extrañaría ese lugar... Extendió su brazo derecho y lo comenzó a mover de manera fuerte y rápida de arriba a abajo, se sentía entumecido pero era mucho mejor que ayer, eso lo sorprendió, recordaba que la vez que uso el Kaio-Ken con Vegeta había estado internado un mes en el hospital, claro que no podía distinguir bien cuál era el daño causado por el Kaio-Ken y cuál daño fue causado por Vegeta, pero eso no quitaba que su técnica lo había dañado mucho.

    Se levantó de la cama y sintió sus piernas flaquear, vaya, tal vez el daño era un poco peor de lo que creía, tomo su ropa, una toalla y se dirigió a la ducha, suspiro cuando el agua caliente hizo contacto con su piel relajando sus tensados músculos, miro su cuerpo, gracias a la semillas del ermitaño que comió todas sus heridas sanaron, pero aún así sentía dolor en su cuerpo, vaya, ahora que lo pensaba eso era raro, pero no le dió importancia por pensar en otra cosa. Las marcas que le había hecho Vegeta también habían sanado gracias a la semilla, se sintió triste, un momento ¡Vegeta también comió una semilla! ¿Acaso la marca en su cuello se borro? ... No, seguro sigue ahí, se dijo a si mismo, esa marca estaba allí desde hace tres años, no va a desaparecer así de repente... miro hacía arriba mientras dejaba que el agua bañara su rostro ¿Vegeta ya estaría despierto? ¿Ya a comido? ¿Estuvo entrenando toda la noche? ... ¿Habrá estado con Bulma? Paso el jabón por su cuerpo, lavando cualquier suciedad que pudiera estar en él. Hoy tendría que ir a la Corporación Cápsula para la fiesta, no era algo que le emocionará a pesar de haber comida, allí estaría Bulma y Milk, oh, ahora que lo pensaba, agradecía que Milk no estuviera a su lado al momento de dormir y despertar, no sabría que reacción tener si en algún momento ambos estuvieran en la misma cama conciente, la situación sería distinta si fuera con Vegeta, con él se le ocurren bastantes cosas que hacer, unas más inocentes que otras.

    Se comenzó a secar el cuerpo con la toalla ¿Tendrían la oportunidad de hablar hoy? Lo dudaba, era una fiesta, sería difícil obtener privacidad y no podían desaparecer así como así de la fiesta, o bueno, claro que podían, pero no era correcto, soltó una risita sarcástica mientras se ponía su camisa azul, como si él le prestará mucha atención a lo que fuera correcto o incorrecto, si fuera así no estaría en esa situación.

    Vegeta... Lo extrañaba, lo extrañaba mucho, extraño su olor al momento de dormir, poder abrazar con todas sus fuerzas su pequeño y fuerte cuerpo, darle un beso antes de caer dormido y poder despertar y estar en la misma posición... Jaja, apenas despertaba y ya perdió la cuenta de cuántas veces a pensando en Vegeta.

   Una vez se terminó de vestir se dirigió a la puerta pero se quedó parado al frente con la mano en dirección a la perilla, no tenía ganas de bajar ¿Podía salir por la ventana? El dinosaurio asado era muy rico, la idea sonaba bien. Antes de que pudiera moverse, la puerta se abrió de repente golpeándolo en la frente.

- ¡Ay! Eso duele - se quejo cayéndose al suelo con la mano en la frente.

- ¿Papá? ¡Lo siento! - se disculpo el niño acercándose a su padre - ¿Estás bien? - pregunto preocupado.

- eh, si, eso creo - dijo mientras quitaba su mano de su frente, sin darle tiempo de reaccionar el niño tomo entre sus pequeñas manos su rostro y le dió un pequeño beso a su frente, Goku soltó una risita ¿Goten siempre era así de tierno? - ahora sí me siento mejor - padre e hijo soltaron otra risita, Goku se levantó del suelo y sacudió sus ropas.

- vamos a comer, mi mamá me mandó a llamarte - explicó el niño, por un segundo, después de haber golpeado a su padre, se le había olvidado la razón por la cual había entrado a la habitación, pero ya lo había recordado. Goku contuvo una mueca y en cambio sonrió con los ojos cerrados, al parecer no podrá salir por la ventana.