3. Capítulo 2

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3. Capitulo 2

   Cerre los ojos sintiendo la calidez de sus brazos, la seguridad y ternura que me transmitían sus brazos era tan única que me hacía sentir tan bien, tan protegido y querido como nunca antes me había sentido, la calidez era tanta que relajaba mi cuerpo, no entiendo cómo es que estar cerca de él me causa esto, me siento muy adormecido, cómo si su olor me tranquilizara. Es tan raro, estoy seguro que en el pasado hubiera negado cualquier tipo de contacto con él pero justo ahora lo único que hago es enterrar mi cabeza en su pecho sintiendo su olor tan relajante y pensar ¿Que rayos estoy haciendo?

   Siento su mano acariciar mi espalda de arriba a abajo, la sensación me relaja más y sumándole el suave golpeteo de su corazón contra su pecho que resuena en mi oído, lo único que me causa es sueño.

  ¿Que estoy haciendo?

  ¿Por qué estoy así con él?

   Pero que digo, claro que se porque estoy así con él, yo mismo provoque está situación. Me aproveche de la inocencia de este idiota, el no sabe lo que hace, no sabe que esto está mal y debería decírselo pero... No quiero... Algo me lo impide.

   No sé cómo reaccionaria, conociendo como es, con su corazón puro, lo más probable es que se alejaría, no me odiaria, dudo que sea capaz de odiarme pero... Si se alejaría de mi...

   No quiero eso, la calidez de sus brazos, la sensación de paz que me da, la placentera sensación de sus labios presionados contra los míos en un tacto inocente, no quiero dejar de sentirlo, incluso si eso está mal.

- Vegeta - su voz me saca de mis pensamientos, su otra mano que hasta ahora había estado en su cabeza, usándola de almohada contra el árbol en el que estamos recostados, sostiene mi mano que estaba en su pecho, sosteniendo tu camisa naranja - ya se está haciendo tarde, ya es hora de irnos - enfoco la vista, antes miraba en dirección al cielo sin verlo realmente y ahora me doy cuenta que el claro color azul que caracteriza la tierra, había cambiado por un tono naranja con leves tonos rosas.

   Con pesar disimulado me separó de él, sentándome en el suelo lleno de césped que se pega a mi traje de entrenamiento azul.

- así es... - me levanto sacudiendo mi traje y me estiró de brazos, oyendo mis huesos sonar por estar tanto tiempo en una misma posición - ya me voy, Kakaroto - le volteó a ver y está sentado en el suelo, con una de sus sonrisas que se que las regala a todo el mundo. Se levanta y quedamos uno frente a otro, quiero antes de irme otro de beso pero pedírselo solo sería matar el resto de mi orgullo, eso es si aún me queda algo de eso.

- Vegeta ¿Puedo darte un beso antes de irme? - por suerte, el deseo es mutuo y sin dudar ni pensar, mi cabeza responde moviéndose de arriba a abajo.

   Sonríe de nuevo muy feliz y se acerca despacio a mi, con su mano sujeta mi mejilla, ladeó el rostro adelantandome al contacto, siento su cálido aliento en mi rostro y eso me hace cerrar los ojos, esperando el contacto y no me haces esperar.

   Unos segundos dura nuestro beso hasta que se separó, abro los ojos y lo primero que veo es su sonrisa de felicidad, reprimo una sonrisa pero me permito relajar mis gesto, mostrando que también me agrado el beso.

- me voy - se separa de mi y siento un vacío que me asusta - voy a ir mañana a Corporación Cápsula, si quieres puedo pasar por ti para entrenar - asiento y me recuesto en el tronco del árbol en dónde habíamos estado las últimas horas, sentía que si no me recostaba de algo me caería, mis músculos no responden como deberían.

- cómo quieras - cierro los ojos y me cruzo de brazos - pero que no se te olvide que al anochecer viene el señor Whis, tenemos que estar listos a esa hora si queremos ir a entrenar a su planeta - ríe y sonríe emocionado, esas palabras enserio le dan una enorme alegría... genial, siento celos de una simple palabra, que patético me siento por eso.

Es nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora