La Hora Dorada

Capítulo 21

"Un golpe hacia lo desconocido"

Me sentía nerviosa, bastante, sin dudarlo Adams me tomó de la mano y me llevó hacia una colina, dónde allí se podía contemplar de una manera más especial el cielo oscuro repleto de estrellas y la luna llena. El frío nocturno se percibía, el ambiente estaba en silencio, solo podía escuchar mi respiración y las hojas de los árboles que se meneaban, por el viento, al igual que el pasto de los campos verdes que se encontraban alrededor. En fin, Adams me tomo de los hombros. Observó el cielo un momento. Y dijo:

—Es una linda noche, y tú te ves hermosa bajo la luz de la luna.

No supe cómo reaccionar en ese momento. Ya que pensaba en un montón de cosas, solté un largo suspiro y le respondí en un susurro:

—Gracias.

—¿Te gustaría sentarte a mi lado un rato?, sé que no es el mejor lugar para conversar. Pero siento que es un agradable momento, tal vez los mejores momentos son aquellos que no son planeados.—Dijo sonriente sentándose.

Asenté e hice la misma acción,—sí, en realidad la mayoría de veces es así.

A mi izquierda, había algo realmente sorprendente girasoles percate, que aún seguían despiertos. En la hora nocturna debería estar cerrada. Que extraño, y fantástico. Será que habrá otra persona que haya visto este gran espectáculo. Me dispuse sacar la linterna para admirar el girasol. En el momento que abrí la mochila note muy bien que la gema blanca está refulgiendo, introduje mi mano, y saque la gema. La coloque justo al frente del girasol, la planta increíblemente se inclino hacia la gema. Mis manos temblaron un poco.

—¿Que extraño este girasol tendra algo que ver con la gema blanca?.—Dije confusa, Adams puso toda su atención en mí.

—¡Hannah tienes la gema blanca!, Que asombroso, tal vez está planta si tiene alguna relación con la gema, en mi hogar, en el octavo reino, algunas rosas y otras flores, actúan al instante cuando una gema o una piedra mágica se les acerca, al igual que está,—señaló el girasol yo lo observé y ví que tenía un brillo a su alrededor.

Sonreí levemente admirando aquella escena con la gema y el girasol. Por un momento, pensé que todo esto era irreal, que mis padres estaban desaparecidos, que yo estaba aquí sonriendo, estar con este chico que apenas conozco, que ví en aquel cuadro que luego extrañamente me salvó de esa caída, y que ahora esta junto a mí, diciendo que es del octavo bosque y que es alguien de "clase alta".

Creo que este chico podría ayudarme con lo de mis padres y llevarme al octavo bosque, por alguna razón siento que están allí.

Aunque este chico prácticamente fuera un desconocido sería de mucha ayuda.

—Adams...—dude un poco en decirle pero tenía que hacerlo,—podrías...¿tú podrías llevarme al octavo bosque?.

Adams puso su atención en mí y me dijo:

—Sí, te puedo llevar al octavo bosque, pero ahora no. No es un buen momento para ir.

—Puedo preguntarte, ¿Por qué?.

—Hannah.... realmente me gustaría decírtelo, pero no puedo. ¡Sabes!, mejor dame algo de tiempo te llevaré y luego te explicaré el porqué, ¿que dices? .

—Necesito encontrar a mis padres lo antes posible, no sé si están corriendo peligro.

—No, no digas...que están corriendo peligro, confía en que no es así, confía en que están bien...,—Dijo y eso me dió un poco de calma.

—Bien, ¿cuánto tiempo tendré que esperar para que me lleves al octavo bosque?.

—Emm...digamos que....¡Ah vaya casi lo olvido!, tienes que tener unos papeles para entrar a el bosque, son muy estrictos con eso de "no dejar entrar a extranjeros", así... Que deberás tener una nacionalidad si quieres entrar a la ciudad.—Hizo una pausa y siguió hablando: