Capítulo 18

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Adams Coleman

Tal vez sea un imbécil.

No tuve valentía para hablarle, nisiquiera para decirle mi nombre, o de donde venía.

—«¿Quién eres?».—Su linda voz resonaba en mi cabeza, y me estaba odiando a mi mismo por...

No ser capaz de decirle de responderle nada, creo que hubiera sido mejor, no...
No debería pensar en eso, le salve la vida, bueno supongo, más bien ella me la salvó a mi.
Sé que no debo culparme la salve de esa caída, ¿qué estará pensando sobre mí?.

¿Quién será ese chico, acaso, no habla?.

No espere su reacción después de haberla dejado a salvo, solo me fuí, alejándome de ella, debería volver a hablarle a decirle quien soy y "ayudarla"

¿Qué pensará ella de mí cuando lo sepa?...

Tiene que haber una oportunidad para acercarme a ella ¿La habrá?
Acercarme a ella, conocerla, verla de una manera más especial, el brillo en sus ojos, su ondulado cabello, su sonrisa.... esta chica...

Ya estoy sonriendo, dibuja una sonrisa en mi rostro incluso cuando no esta junto a mí, cuando nisiquiera la estoy viendo, ¿Estoy alucinando?. Me estoy perdiendo en mis propios pensamientos, ella es tan hermosa, como un gran misterio bello y volátil.

El amor es complicado, pero también es maravilloso, me dí cuenta de ello cuando la conocí, Hannah Lorraine.

Hhm.

Con Lyra, no pude ver ello, no lo encontré, no ví la parte maravillosa del amor, porque el amor es muchas cosas, Lyra solo me hizo sentir la peor parte de el.

Lyra, mi pasado con ella. En si está lleno de color entre nuestro tiempo juntos, pero en su parte es algo hastiado, tedioso.....

Con la Lyra al inicio. Fué como comenzar subiendo hacia el cielo, lograr ver el arcoiris, pero luego más arriba, ver la tormenta y las nubes grises, acompañadas con rayos y el denso frío...

En cambio Hannah me hace sentir algo que no había sentido antes.

Espero que haya una oportunidad, más bien muchas. En dónde pueda estar junto a ella.

**************

Hannah Lorraine.

Cuando salí de la casa de Deborah, empeze a tararear el hechizo que leí en aquel libro, estaba concentrada en aquel hechizo era, misterioso, oscuro y mágico a la vez.

Casi podría decirse que era un poco tenebroso, pero sentía que tenía algo que ver con el. Me hice  tantas preguntas, y en mis pensamientos formulaba que podría hacer con el. En lo más correcto que pude analizar me di cuenta de que es  un hechizo para destruir.

Trate de no pensar en el hechizo, pero entre más lo hacia, más lo pronunciaba en voz baja.

Me senté en una roca y me dije a mi misma "trata de pensar bien". Cerré mis ojos por un momento, y el viento comenzó a estar presente en todo el lugar. Escuchaba como las hojas de los árboles se meneaba con ráfaga. Hasta que un momento, pude presentir que alguien está justo al frente de mi. Abrí mis ojos, y pude notar muy bien un pantalón negro de gala, con unos pulcros zapatos negros. Subí un poco mi cabeza, y pude observar el rostro de esa persona. Hasta que en un momento imprevisto. Me dijo:

—Que tal.

Lo dijo en un tono amable, con una gran sonrisa en su rostro.

Pero apenas dijo aquello, salte de brinco, y caí al suelo.

—¡Oh!, ¿Estás bien?. Perdón si te asusté.

Extendió su mano, para levantarme, y logre estar de pie.

Ambos nos miramos fijamente a los ojos, y pude presenciar esos bonitos ojos esmeralda. Noté que sus mejillas se sonrojaron,  mis manos comenzaron a temblar, sin algún motivo, o eso era lo  que pensaba. Los dos al instante nos soltamos las manos.

Se parece a alguien que ya había visto antes.

—Mmmm...—emití—tratando de decir algo—y.... ¿cómo te llamas?.

—Mi nombre es Adams. ¿Y el tuyo?—pregunto.

—Hannah —dije en un susurro, un poco desconcentrada, hasta que recordé que él ya lo sabía.

¡No!. ¡Puede!. ¡Ser!

Él....él....¡Es el chico del cuadro!.
Y ¡por cierto!
También es el chico que me salvó de esa caída y luego solo desapareció, pero espera ¿Él tenía alas, por qué ya no las tiene?. Vaya. Es mucho.

Veamos.

—¿De dónde eres?— Le dije sonriendo.

—¿Yo?

—Si, —le dije asintiendo la cabeza.

—Soy.... Del octavo bosque.

—¿El octavo bosque?,—que extraño la única vez que supe de el, fue en ese viejo mapa.

El octavo bosque, tengo que ir allá.

—Entonces tu nombre es Adams...¿Sabes de alguna cabaña que queda  algo cerca de la barrera?.—le pregunté, hay un cuadro de él allá debe saber algo sobre la cabaña y el porqué no hay nadie, allí, supongo, él me puede ayudar con algo.

—De hecho, no lo sé,  soy alguien de "clase alta" , por ello es que en algunos lugares se encuentran pinturas de mi.

—Entiendo... Se oye que debes ser alguien especial. Aunque para mí,  solo eres un extraño.

El sonrió y miró hacia el panorama.
Su cabello es color azabache, sus ojos son verdes, su cuerpo es definido, su rostro es cremoso se veía tan suave, sus cejas eran oscuras al igual que su cabello, sus labios carnosos y rosados.

También note que tenía un anillo con una pequeña piedra negra en el dedo del medio.

Decidí mirar a otro lugar, y note una flor color fucsia, con unas ciertas espinas. Volví a mirar a Adams, y tenía su mirada en mí.

Sentí que mis mejillas tomaron un tono rojizo.
Al darme cuenta que lo estaba observando como psicópata.

—Y....bien.

—Quisiera que me llevarás a ese octavo bosque.

—Sabes, antes de ir allá...El Rey, me invitó a un festival hoy en la noche ¿quisieras ir conmigo?—me preguntó sonriendo.

Aceptare, creo que tengo un detalle pendiente con el Rey.
¿Por qué no ir?
Adams es sofisticado, y también podría decir que es....

—Sí, iré.

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Hola maravillosos lectores, esperamos que les guste este capítulo, perdón por la tardanza, hemos tenido ciertas dificultades personales, pero descuiden pronto vendrán más capitulos con más luz y oscuridad.
Nos veremos en el atardecer 🍃🍂
A.L


La Hora DoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora