Stars in the Night

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Kai: ¿Como es tu familia?

- No conocí a mi madre biología. Mi madre adoptiva es una Capuleto. Ya no soportaba más la convivencia con ella y me fui de casa y aquí me ves.

Kai: ¿Como fue que llegaste aquí?

- Me quedé dormida dentro de un contenedor de un buque de carga. —dijo entre risas— Jiho me encontró.

Kai: Fue algo emocionante al menos.

- Bueno...estuve todo el viaje dormida, así que no.

Kai: Yo vine por mi padre. Lo ascendieron y quiere que en un año trabaje en Gates Corporation.

- ¿Por que no ahora?

Kai: Solo me aceptarán cuando cumpla 20. Para ese entonces ya todo volverá a la normalidad de hace siglos.

- Oh...

Kai: Al menos tenemos a Yeonjun como un infiltrado, a pesar de que quizá yo tendría mas acceso como hacker.

- ¿Como Win?

Kai: Win no es un hacker. Se encarga de programar, pero su conocimiento no llega a más que eso.

- ¿Hablaste con el?

Kai: Si.

- Harían un buen equipo.

Kai: Puede ser. Nos gustan las mismas cosas.

- ¿Crees que puedas entrar al sistema de Gates Corporation?

Kai: No son tontos. El alcance del radio de hackeo es de 1m². Tendría que estar frente al servidor y a pesar de ser el hijo de uno de los Montesco, no me dejarían entrar.

- ¿Que crees que haya pasado para que nuestros chips no funcionen?

Kai: No lo sé. ¿Tu tienes alguna teoría?

- Yo creo que cuando nacimos nuestras madres aprovecharon el tiempo juntos y nos dieron todo el amor que podían. Eso hizo que el chip se volviera loco y se desactivara.

Kai: Es buena, pero cuando un bebé nace varón se le lleva al mundo de los hombres.

- ¿Y si tu madre no lo hizo? No te dejó ir.

Kai: Quizá por eso fue que mi padre se dio cuenta de que ella era una Julieta.

- ¿Ella era una Julieta?

Kai: Oh....si. Eso no te lo dije. —suspira—

- ¿Crees que si le enseñamos a los demás que es el amor...ellos podrían volverse igual que nosotros.

Kai: Podríamos probar con los chicos.

- Deberías empezar por tus hermanas.

Kai: Obvio si y de paso...contarles todo.

Ambos se acostaron en el césped y miraron las estrellas. Poco a poco una sonrisa se fue formando en los labios de ambos. Hablaban y reían sin parar. En ese momento solo eran los dos y nadie más.

Kai: ¿Nos quedamos a dormir aquí?

- ¿Que? —dijo entre risas, aún no superaba los chistes de Kai—

Kai: Eso. Sería lindo.

- Me va a matar la espalda. Será suficiente con ver que nos hace el virus mañana.

Kai: Por favor. —ella suspiró y asintió—

- Juro que me voy a arrepentir, pero lo haré de todas formas.

Kai: Si quieres, me puedes usar de almohada. —ella soltó una risilla y acomodó su cabeza en el pecho del contrario y lo abrazó—

Como burbujas los sentimientos comenzaron a explotar en ellos. La poca distancia no era para nada incómoda. Para ambos se sentía bien.

Todo era un completo silencio muy agradable. De entre todo el mundo ellos brillaban como estrellas en la noche. Dos amantes que poco a poco iban a restaurar y rescatar lo que se había perdido. Solo era cuestión de tiempo para que el amor volviera a los corazones de los demás.

El acarició su cabello hasta que ambos se quedaron dormidos como dos angelitos. La mañana aún tardaba en llegar. Ahora tocaba descansar. Cada día más se acercaba el momento de actuar.

The Last Romeo || (Hueningkai) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora