💥💞MARCAS DEL DESTINO💞💥 (BNHA)

🍨 Capitulo 8 💥

SOY QUE
(Parte 3)

-Han estado pidiendo tu teléfono para saber si tú puedes hacer los arreglos, pero la jefa dice que no lo tiene, aunque es obvio que le molesta que te busquen tanto, debiste verla el día de hoy, la dueña la puso a coser y se picó las manos cada diez minutos*

Como en tardes anteriores desde que el pelirrojo había dejado de ir a su trabajo, su amigo bicolor había ido de visita, contándole las novedades que pasaban y como a causa de su exigencia para las modificaciones de los vestidos, la misma mujer que tanta presión le había puesto encima ahora debía hacer el trabajo ella misma.

-Me hubiera gustado mucho ver eso, sabes que no le deseo el mal ni mucho menos pero no pude evitar morirme de la risa al ver que por fin está probando un poco de su propio chocolate* comento el pelirrojo mientras que servía una buena taza de café y galletas para su amigo, para después quejarse de lo aburrido que podía ser quedarse todo el día en casa.

Después de escuchar a su amigo, el bicolor le hizo una pequeña sugerencia, pues varios de los clientes de la pequeña boutique habían estado preguntando por él, ya que estaban encantados con su trabajo, así que el bicolor le propuso que siguiera haciendo las modificaciones desde la comodidad de su casa, ya que así podía poner el mismo cuanto tiempo trabajaba y no tener tanta presión encima.

El pelirrojo no acepto de inmediato, pero si estaba considerando la oferta, pues no veía nada de malo en seguir trabajando, su esposo no se lo había prohibido, si estaba en casa era por que aquella mujer lo estaba explotando sin importarle su condición así que podía tomar en consideración aquella propuesta, aunque de momento simplemente se despidieron, ya que el bicolor debía volver a casa, ya que también su matrimonio estaba en proceso de ver si aún valía la pena salvarse o no.

Conforme los días iban pasando, el cenizo empezaba a pasar cada vez más tiempo en su casa, cuidando de su pareja y de su hija, consiguiendo los antojos y demás, en parte era algo pesado, pero sin duda no se estaba quejando, hasta que el día llego.

Mientras esperaba noticias de su esposo, que en ese momento estaba en labor de parto, Katsuki paseaba por la sala de espera con su princesa, el tiempo se le hacía eterno, las horas pasaban, pero nada, no fue hasta varias horas después que finalmente le dieron la noticia, su segundo hijo había nacido finalmente, un pequeño varoncito, con sus mejillas rositas y siendo el vivo retrato de su padre.

Al comienzo todo estaba bien, todo estaba en orden, la pequeña familia estaba muy feliz, y todos estaban encantados con este nuevo bebé, incluso los amigos más cercanos que obviamente asistieron a una parrillada justo una semana después de que esta hermosa bolita de amor llegara a sus vidas, fue un momento de lo más dulce pues este pequeño angelito lo miraba todo con unos ojitos curiosos.

Pero no todo puede durar, ni lo malo, ni en este caso lo bueno, ya que una vez que su tiempo de incapacidad termino, el pelirrojo tuvo que volver de nuevo al infierno que era su trabajo, lo que la verdad lo único que logro fue tenerlo tenso casi todo el tiempo, tensión que se medió pasaba con mimos comida y sus dulces angelitos…

Volver al trabajo era más que un martirio, pues aquella mocosa había arruinado mucho más, ahora realmente estaba cargando la mano de sus empleados obligándolos a salir más tarde cada vez, lo que le dejaba al pelirrojo cada vez menos tiempo para estar en casa lo que solo conseguía irritarlo cada vez mas

El cenizo a su vez había empezado a salir más temprano del trabajo, o más bien de la oficina, había empezado a hacer la mayor parte de su trabajo desde su casa, con sus asistentes yendo al menos una vez a la semana para llevar los papeles importantes y todo lo que necesitaba su firma, permisos clausulas y de más, para así no retrasar el trabajo de nadie.