DOS CAMINOS ÚLTIMO AÑO

Capítulo 4

Llevo treinta minutos tirado en el piso fuera del apartamento de Alejandro, los gemidos se detuvieron hace diez minutos, pero las lágrimas que están saliendo de mis ojos no han podido parar de caer, es casi imposible de creer que alguien que me dijo que me amaba esté ahora revolcándose con otra persona, suena la alarma de mi celular, y consigo ignorarla por completo, ya que veo que del interior del apartamento sale Felipe, veo su asombro reflejado en la cara

-Pensé que no estarías por aquí - me dice mirándome fijamente a los ojos 

No respondo nada, estoy lo suficientemente herido en el fondo de mi corazón, y sé que si discuto con él terminaré peor de lo que estoy

-Vale no respondas, pero ten en cuenta que si no aprovechas la vida, no eres digno de tenerla - me anuncia cerrando los ojos

No puedo seguir viéndole, estoy muy dolido con él y Alejandro, decido dar la vuelta y marcharme de este lugar en el cual fueron frustradas todas las esperanzas con él, el chico guapo, Alejandro, mi Alejandro.

No sé a donde me dirijo, no puedo pensar claramente, mientras voy cruzando la avenida recuerdo las palabras que Felipe me mencionó "ten en cuenta que si no aprovechas la vida, no eres digno de tenerla", termino de pensar en lo que Felipe me mencionó y dirijo completamente mis pensamientos hacia Andrea.

Había olvidado que esta chica me invitó hoy a su casa a beber, ¿beber es lo que necesito ahora? - me pregunto internamente, sí al carajo necesito beber, talvez el alcohol pueda consumir este sentimiento de dolor y desilusión que hay en mí.

Me siento un rato en el parque que está unas cuadras antes de la casa de Andrea, me pongo a pensar en todo lo que ha sucedido con esta chica y Alejandro, no puedo evitar esbozar una pequeña sonrisa cuando me acordé del momento en el coche de Alejandro y cuando tuvimos el primer encuentro sexual con Andrea, siento que unas manos rozan mi espalda y se postulan cubriéndome los ojos

- ¿Quién soy ? - me pregunta esa voz suave y alegre

Sé momentáneamente que es Andrea, podría reconocer esa tierna voz en cualquier lado

- Andrea, sé que eres tú - le digo levantando las manos que estaban postuladas en mis ojos, ella de repente me mira fijamente a los ojos, y puedo observar perfectamente que está furiosa solo porque la tristeza inunda mi cara

- ¿Qué puta mierda te hizo Alejandro? - me pregunta enojada pero con la voz tan suave como siempre

- ¿cómo sabes que es Alejandro? - le pregunto intentando retener las lágrimas

- por Dios Juan crees que no te observo, crees que te invité a mi casa por que quise - se calla un momento - ¡no!, Juan te invité porque quiero hablar contigo, sobre Alejandro, sobre ti, sobre mí, sobre todos, esto que empezó como un juego se tornará peligroso, ¡ven!, vamos a mi casa necesitamos hablar - me dice tomándome la mano rápidamente.

Cuando llego a la casa de Andrea veo que está Matt y Giselle, Dios Matt sigue fumando, este chico se enfermará si no deja de fumar, pero estoy lo suficientemente distraído como para decirle algo a Matt, entro a la casa de Andrea y voy corriendo a donde está la licorera, saco la botella de vodka que se encontraba al fondo de la licorera, no recordaba esta casa, es maravillosa, como extrañaba sentarme en estas sillas color escarlata

- Juan, ¿qué está pasando contigo? - me dice Andrea con el ceño completamente fruncido

- ¿Por qué estás enojada? - le pregunto mostrando mi preocupación hacia ella

- Juan, estás cambiando, ya no te acercas a mí, ya no me hablas ,¿qué te pasa? - me dice, y es la primera vez que veo reflejado en el rostro de Andrea el enojo