CAPÍTULO 6

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Isabelle

- ¿Cuál prefieres, el rojo sexy o el rosa adorable?- me preguntó Olivia con los dos vestidos en sus manos, mostrándomelos.

- ¿El rojo sexy?

- Yo también pensaba en ese.

Eran las seis de la tarde cuando Olivia me llamó preguntándome si podía venir a mi casa porque tenía una emergencia. Yo le creí y le dije que sí ya que sonaba realmente preocupada. Adivinen mi sorpresa cuando me dijo que la emergencia era que no sabía que ponerse para ir a la fiesta que habría esta noche.

- Deberías de estar vistiéndote.

- ¿Por qué?- pregunté.

- Porque tú me acompañaras a la fiesta.

- Pero hoy no quiero salir.

- Tú nunca quieres salir.

- Pero si te acompañé a la última fiesta a la que fuiste, o sea, hace una semana.

- Si no vas a esta fiesta te vas a arrepentir y cuando seas una viejecita arrugada me dirás: "Ay, Olivia, ¿por qué no te acompañé a aquella fiesta en la que tanto me insististe? Ahora soy una vieja con ocho gato y sin piernas porque las perdí cuando estaba tratando de ir a la cocina, casi muero si no f..."

- Está bien, está bien, iré. Tu historia se estaba volviendo extraña y perturbadora. - le comenté mientras me levantaba de mi cama.

- No era mi historia, es la tuya si no me acompañas a la fiesta. Ahora, coge uno de mis vestidos, el que más te guste. - Dijo caminando hacia su mochila que estaba a punto de explotar si metían hasta el más mínimo calcetín

- No te preocupes, tengo el vestido que me compraste aún.

- Oh no, no te dejaré usar eso de nuevo.

- ¿Por qué? Si me queda genial.

- Porque lo usaste ayer. Saca algo bonito de mi mochila y PÓNTELO. No lo volveré a repetir. - bufé y fui hacia su mochila. Saqué todos los vestidos que tenía y los extendí en la cama.

- Estás loca si piensas que me voy a poner uno de estos vestidos- dije viéndolos a todos con cara de miedo.

- ¿Por qué? Si son los más bonitos que tengo.

- Mira este- levanté uno y se lo mostré- Es el 10% tela y 90% desnudez. ¿Cuánto te costó esto?

- Unos... ochocientos dólares. - respondió de los más tranquila.

- ¡¿Qué?! Pero si esto no tiene casi nada de tela. - lo sacudí frente a su cara.

- No seas exagerada, ese es el más barato de todos. - yo no podía decir nada por lo asombrada que estaba. Ella levantó un vestido color vino minúsculo y me lo dio- Este te quedará bien, pruébatelo. - estaba a punto de hablar pero se ella se me adelantó- Sin rechistar.

Fui hacia el baño para probarme el minúsculo vestido que dudaba que me quedara. Cerré la puerta y me quite la ropa para ponérmelo. Por obra y magia de todos los dioses me quedó. Me llegaba a la mitad de los muslos y tenía la espalda descubierta con las tiras cruzadas. Tenía el escote muy abierto y el canal entre mis pechos quedaba muy bien, esto debido a que el vestido estaba cortándome la circulación en todo el cuerpo.

Salí del baño y Olivia tenía puesto el vestido rojo que resaltaba muy bien sus atributos y se pegaba muy bien a sus curvas.

- Ese es el perfecto. ¿Tienes tacones?- negué con la cabeza, a veces hacía preguntas absurdas- Tengo unos tacones que te quedaran perfectos.

La chica que NO creía en el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora