1

140 81 7
                                    

Todavía recuerdo aquella tarde en la que mis amigos y yo tomamos la equivocada decisión de visitar "La mansión encantada". Tras una larga y calurosa mañana en la cual mis desvelos protagonizaron toda la noche, me levanté sudoroso y con prisas ya que tenía que ir a comer a casa de Lucas, mi mejor amigo, la belleza del grupo, un chico alto, esbelto, muy tiquismiquis con la puntualidad y su abuelo que simplemente era su abuelo. Después de vestirme y leer la nota de mis padres, indicándome que podría volver a la hora que quisiera debido a que estarían fuera por motivos laborales. Puse rumbo a mi camino y parti hacia casa de Lucas. Llegué bastante rápido ya que vivo bastante cerca, igual pusé tercera marcha por qué Lucas es un chico muy puntual. Sólo con ver su mirada y el comedor me di cuenta de que faltaba algo, y si, faltaba el morcillas, nuestro amigo Miguel Ángel, qué bueno, tenía algún que otro problemilla con la comida. Tardó poco más de cinco minutos pero no hizo falta más para que el paranoico de Lucas se desquiciara.
En lo que el abuelo cocinaba, llegaron sus nietos más jóvenes de la escuela de verano, los tres niños más pesados que conozco, pero en fin no podía hacer nada más que aguantar. Ya que nos aburriamos y nadie decía nada, propuse contar historias de terror para asustarles un poco e inseperadamente intervino el abuelo de Lucas y nos contó la historia de la mansión.

- Muchachos, he oído desde la cocina que queréis compartir historias de terror. Quizás no es lo mismo pero creo que os podría interesar un mito de este mismo pueblo.
- ¡SII! - dijeron al unísono sus propios nietos-.
-Bueno si no hay más remedio -dijo   con ansias de contarlo-. En este pueblo hay un fantasma que se lleva a los niños que comen muchos dulces - los mocosos rompieron el silencio sepulcral con carcajadas irónicas y el abuelo indignado ordenó que los nietos se fueran de ahí-. Ahora que estos pobres ignorantes se han ido, ¿queréis que os cuente una historia real que pasó aquí, en este mismo pueblo?
- Por mi sí, mientras no se te queme la comida- dije con total confianza, ya que nos conocíamos de hace bastante tiempo.
- Ja ja, muy gracioso- respondió irónicamente y justo después les contó la historia-. La historia trata sobre la mansión abandonada cerca de la plaza de la fuente, ahí vivió un señor bastante arrogante y odiado por el pueblo que acabó siendo asesinado por el mismo. Se rumorea que su alma sigue en la mansión y por ello está encantada...
" Todo eso pasó al rededor de unos 20  años atrás, pero por motivos que no sabría deciros nadie puede concretar una fecha exacta. Se supone que su nombre es Kelpies, y aparte de ser un gran maltratador y sobre todo un verdadero capullo, era el mayor tráficante de exclavos en este pueblo y alrededores. Existe la pequeña leyenda de que el tenía un pacto con el diablo y la vida eterna, a cambio el debía de jugar con la vida de la gente, y uso a los exclavos como una incógnita. Hoy en día no hay nadie que pueda confirmar su muerte y realmente no sabemos si está muerto, pero al menos si sabemos que no juega con la vida de los demás a la vista de todos"
- Bueno chicos, eso ha sido todo, que ahora deberíamos de empezar ha comer, asi que Lucas, llama a tus primos- dijo con voz temple dando ha entender que ya se le había calmado el enfado-.
Antes de que Lucas fuera ha avisar a sus primos, conectamos miradas con una misma idea que se reflejaría en unas pocas horas. Mientras el morcillas no estaba muy atento, ya que estaba esforzándose en dejar el plato bien limpio para que le proporcionarán otra ración.
En lo que nuestro gran amigo morcillas seguía comiendo, nosotros nos preparábamos para ir a casa de Kevin, el hermano de la novia más bonita del mundo, mi Paola. Una chica bajita, con unos ojos marrones miel preciosos, maja, con carisma, buena persona pero no os recomiendo cabrearla. De camino yo comenté con Lucas la posibilidad de visitar esa mansión y divertirnos un rato, como Lucas y yo éramos uña y carne no pusimos ningún inconveniente. Al llegar al portal barajamos varias formas de convencer a Kevin para venir, por qué es muy buen chico pero un poco asustadizo. Subimos y al comentar la idea obviamente se negó.

- Nah tío, no se os ocurre nunca nada normal, mejor nos vamos ha la plaza y jugamos a cualquier cosa.
- Bueno, vale - dije entornando los ojos resignado- eres un miedica.
- A mi me da igual donde queráis ir, pero ¿Habrá comida, no?- dijo el Morcillas-.
Aceptamos sin rechistar por qué sabemos que sería fácil de convencer, y la comida no sería un problema.
En la misma plaza ya dicha, a las seis y treinta y tres de la tarde estábamos todos reunidos, menos Morcillas que comento por el grupo que tardaría unos excasos minutos ya que estaba recogiendo su aperitivo. Tras unos minutos apareció con un kebab y dos pizzas para comer entre todos, o eso pensabamos.
- ¿Eso es un aperitivo o comida para ballenas- dijo Lucas estallando en carcajadas con todos y toda la confianza que nos puede proporcionar una amistad-.
- No so tonto, he comprado comida para todos, que mi mami me dio diez euros, asi que, ¿que queréis que os compre?- dijo Morcillas bromeando-.
Después de reírnos y pasar un buen rato juntos, llegó el momento en el que teníamos que convencer a Kevin para llevarlo a la mansión.
- Oye Kevin, ¿que te parece si damos una vuelta apor aquí? Ahora que falta poco para que llegue la noche-.
- Si, no veo por qué no, pero, ¿por qué me lo preguntas a mi?- Dijo, dejándome sin palabras-.
- No, por qué como se va ha hacer de noche y tú le tienes miedo a todo- dije entornando los ojos como excusa y para incitarle a venir-.
El aceptó y por el camino nos encontramos la mansión tan famosa, mire a Lucas y empezamos a provocarle para que aceptara.
- Mirá Kevin, la mansión que tanto miedo te da. ¿Mejor nos vamos o ya no eres tan miedica?
- Si venga, vamos ha entrar pesados, que no soy ningun miedica- dijo Kevin con las cuerdas vocales temblando más de lo normal-.





LA MANSIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora