8

14 6 0
                                    

- Oye chicos, ¿No creéis que esta tardando mucho?
- Vamos a ver Paola, lleva tres minutos dormido, no te vuelvas loca porfavor.
- Vale, bueno, perdón pero entenderme.
- Ya, pero tú a nosotros no nos entiendes.
- ¿A qué te refieres Lucas?
- Pues que nosotros también estamos preocupados por ti, y haces como si nada.
- Lucas, porfavor, ahora no quiero hablar de ello.
- No, si eso lo entendemos, pero parece que no entiendes que nos preocupemos por ti.
- Hey, hey, chicos, vamos a concentrarnos en esto no sigáis discutiendo.
- Tienes razon morci, lo siento.
- No, lo siento no. O me haces un bocata o me enfado.
- ¿No teníamos que estar atentos a esto?
- Si bueno, pero estos nervios me Dan hambre.
- Pues vete ha hacértelo tu.
- Eres un mal amigo eh, no me haces bocatas.
- Que si, que si, pero bien que te vienes cada finde a mi casa a comer eh.
- No te escucho -Dijo Morci mientras se iba ha hacerse un bocata.
Después de que Morci se hiciera su bocata, siguieron discutiendo durante quince minutos sobre quien era mejor amigo, y por que.
Se que esta muy bien hablar de que hacían ellos, pero eso no es lo importante. Yo seguía allí, durmiendo, apunto de entrar en la mierda que fuera eso. Pero si, me equivoque, no todos los locos tienen suerte, y por lo visto las buenas personas tampoco...
- POR FIN...
- ¿QUE? ¿QUIEN ANDA AHÍ? ¿O sea quien está en mi cabeza?
- No estoy en tu cabeza, chico.
- ¿Como que no? Bueno que me da igual, ¿Quien eres?
- No, esto no es tu cabeza, y yo soy Kelpies.
- ¿COMO QUE KELPIES? ERES UNA DESGRACIA, OJALA TE PUDR...
- Eh, chico, tranquilizate. Estoy seguro de que no sabes nada de mi.
- ¿Como que no? Si llevas haciéndome la vida imposible semanas.
- Uy, uy, me da que no te sabes la historia. Te voy a explicar bien que pasó. En mil novecientos noventa y nueve, yo, Kelpies, el dueño de la famosa mansión. Hice un pacto con el diablo. Chico, tu eres muy joven para meterte en este mundo, créeme que será mejor que te alejes de todo esto.
- Pero vamos a ver, no me dejes a medias. Yo ya estoy metido en esto, y si estoy aquí es para intentar salir. Por qué hiciste el pacto con el diablo, ¿Para hacer el mal?
- No chico, si hice el pacto fue para salvar al pueblo. Llevaba viviendo en ese pueblo más de sesenta años, vi como ese pueblo poco a poco se iba pudriendo por gente egocéntrica y muy mala. Esa gente mala se dedicaba ha pactar con el diablo para tener riqueza y posesiones de alto valor, solo para aparentar. Yo lo único que hice fue salvar a los niños, les quedaba mucho por vivir y aún que me odiaran, yo les tenía mucho cariño.
- ¿Y de que trataba el pacto? 
- Teóricamente yo daba mi alma, a cambio de hacer cambiar de pensar a todos los habitantes del pueblo. El diablo me la jugó y tuve que morir para salvar al pueblo.
- Wow... La verdad no me esperaba nada de esto... Creo que mereces unas disculpas de mi parte, de verdad lo siento.
- No te preocupes chico, pero, ¿Que pasa? No enriendo por que estas en este sitio.
- Pues aver, pretendía entrar a la habitación desde mi mente, pero me interrumpirte y me quedé aquí.
- Chico, no se si te das cuenta, pero ya estas en la habitación. Aún que no veas nada, es el diablo el que controla tu vista ahora mismo.
- ¿Como? ¿Como puedo deshacerme de esto entonces?
- Ni yo lo sé chico. Siento no poder ayudarte, pero si que se como puedes comunicarte con el.
- ¿Como?
- Simplemente cuando llegas aquí, repite tres veces " Silfón ". Ese es su nombre y cuando lo llamas aparece. Eso si, cuando lo hagas yo desaparece.
- Vale, muchas gracias, voy ha intentar comunicarme con el... "Sifón" "Sifón" "sif...
- Espera chico, para desvincularte solo tienes que despertarte, tenlo en cuenta, es muy importante.
- Vale, gracias, a lo que iba... "Sifón"
En ese momento volví a experimentar la explosión de colores del principio, y ahí pude ver a "Silfón" un diablo muy feo por cierto. No era nada de como lo pintan en las películas. Tiene apariencia humana, pero tiene un rostro irreconocible, como intentar imaginar algo que no existe, y una marca en el cuello que es una "S".
- Veo que ya sabes quien soy.
- Si, por desgracia si. No me apetece hablar mucho contigo por que siendo sinceros, eres un cabronazo. Solo quiero saber que quieres de mi, y que puedo hacer para dejar de estar vinculado contigo.
- Eh, eh, niño malo, cuida tu lenguaje.
- Que respondas.
- Uno: Tu no me mandas. Dos: ¿Crees que puedes salir de esto?
No chico, no vas a salir de esto.
- ¿Como que no voy a salir de esto?
- Lo que oyes, ¿Quien te mando a ti a entrar a la mansión? Tu alma ahora me pertenece.
- Eso no es verdad, eso es imposible. DIME AHORA MISMO COMO COÑO SALGO DE AQUI. DIMELO, DIM...
- Oye, amor, despierta. ¿Estás bien? ¿Bebe?
- ¿Que? ¿Donde estoy? ¿Me has despertado?
- Si, llebabas treinta y tres minutos dormido y estábamos asustados.
- Madre mía Paola, Como la lías.
- Oye, que yo solo me estaba preocupando por ti.
- Y yo estaba hablando con el diablo, para saber como poder salir de esto.
- ¿Que? ¿Con Kelpies? ¿Como vas ha hablar con Kelpies?
- No, no es Kelpies, kelpies solo era una buena persona que quiso cambiar para bien al pueblo.
- ¿Pero como va a ser bueno si te esta jodiendo la vida?
- Paola, no es el, te estoy diciendo que he hablado con el diablo, no con Kelpies.
- Vale, aver que me entere, ¿Son dos personas, y has hablado con los dos?
- Si, si estaba hablando con el, pero Teóricamente no puedo librarme del diablo.
- ¿Y como sabe que no puedes librarte de él?
- Kelpies no lo sabe, me lo dijo el diablo.
- Seguro que si puedes librarte de él, el diablo no te va a dar la solución, listo.
- Oye chicos, ahora que estamos hablando de Kelpies, mi abuelo nos contó que en verdad era buena persona. Tiene sentido lo que dices.
- Ya, si ya me ha explicado que pasó.
- ¿Y que pasó?
- Eso no es importante ahora Lucas, lo importante es que tenemos que hacer algo ya.
- ¿Y que pretendes hacer con todo esto?
- Tranquilo, tengo un plan...
-

LA MANSIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora