La Familia Hyūga ⚠️

La Familia Hyūga ⚠️ I

La Familia Hyūga ⚠️

Tiré la maleta en el baúl del auto de Hinata, cerrando y me moví rápido a la puerta del copiloto. Hinata ya se había abrochado el cinturón y estaba encendiendo el auto. Tenía tatuada una sonrisa hermosa en sus labios rosas y sus ojos brillaron cuando me dió una mirada mientras esperaba que me abrochara el cinturón.

El viaje a su casa fue tranquilo, con música de la radio. Hablamos de las cosas que hicimos mientras no nos veíamos. Ella terminó un nuevo libros y estaba ansiosa por hacer la continuación, me pidió perdón de antemano por si se sumergía en su mundo de letras eróticas. Yo simplemente hablé de los exámenes y la universidad, ambos estábamos contentos de que Teuchi me haya permitido las dos semanas de vacaciones. No me importaba trabajar los domingos o sábados para recuperar los días.

Cuando llegamos, ni siquiera tuvimos que bajar del auto, ya que Sasuke, Sakura y Toneri estaban afuera de las rejas.

Mi ceño se frunció.

—¿Toneri vendrá con nosotros?— no me molestaba, por lo menos tendría un aliado entre desconocidos.

—Nop—, contestó Hinata mientras sacaba el seguro del baúl—. Él se quedará en casa por una semana y vendrá unos días, a lo último de las vacaciones.

Hinata bajó la ventanilla cuando su amigo se acercó, Sasuke y Sakura llevando sus maletas hacía atrás del auto. Toneri sonrió mientras se agachaba para ponerse a la altura de nosotros. Su mirada clara en seguida se clavó en mí.

—¡Brad! Que bueno verte bomboncito. ¿Me haz extrañado?

—Hola Toneri— reí porque nunca cambiaría—. Obvio que no—, bromeé—, sólo extrañé a mí delicia— dije mientras pasaba mi mano por la nuca de Hinata y le hacía con mis dedos un pequeño masaje.

La sonrisa de Toneri no decayó.

—¡Oh! Sé que me extrañaste pedazo de culo caliente, no necesito que me lo confirmes.

Hinata soltó una carcajada y yo le saqué la lengua al de pelo blanco. Toneri hizo una muy mala imitación de ronroneo.

—¿Sabes que puedes hacerme con esa lengua?

—¡Wuacala!

—¡Ay! Ya basta— rió Hinata, siempre se divertía con nosotros dos.

—¡Mamá!— llamó Sasuke desde atrás del auto—¡Podrías venir un segundo!

Hinata se limpió las lágrimas de risa de los ojos mientras me miraba.

—¡Voy cariño!— se inclinó hacia mí—. Ahora vengo bebé— me aviso para darme un pequeño beso en los labios.

—Aaww~, que tiernocitos— bromeó Toneri mientras Hinata le hacía señas para que se moviera de la puerta.

Me mordí el labio al ver sus piernas desnudas y como su vestido se pegaba a su trasero cuando se levantó. Actué por instinto, le dí una sonora palmada en su culo en forma de corazón.

—¡Ay!

Hinata se quejó mientras terminaba de salir del auto y me miró por encima del hombro. Puse mí mejor versión de inocente en mí rostro. Ella sonrió y negó con la cabeza mientras se movía hacia donde estaba su hijo.

Cuando mí mirada volvió a Toneri, éste se apoyaba en la puerta que Hinata dejo abierta y la sonrisa se había borrado de su rostro. Mí ceja se alzó al verlo tan serio, simplemente no sabía que esperar. Toneri podía salir con cualquier cosa.

—Ten cuidado con los Hyūga— me murmuró y fruncí el ceño, parecía bastante sincero—. Son unos snob de mierda y, principalmente, cuídate de Hiashi y Neji. Esos cabrones hijos de su buena madre, son la peor mierda. Y Hanabi, la hermana de Hinata, es una maldita zorra y está vez lo digo en serio. Ko es un imbécil, pero un miedoso. No te dirá nada en la cara—, su mirada clara viajando por mis hombros y brazos que se tensaron con esta nueva información—, y menos a ti. Por favor, si lo golpeas, rómpele la nariz por mí.

No sabía si creer en esto, pero Toneri conocía a la familia de Hinata desde hace mucho tiempo. Miré unos segundos hacía atrás, comprobando que Hinata seguía con su hijo en el baúl y volví a mirar a Toneri, mí voz bajando también:

—¿Tan mal?

—Puff, no te imaginas Brad. Ellos querrán llenar la cabeza de Hinata, no la dejes sola con ninguno de los que te dije. Mantente atento a todas sus jugadas. No entiendo por qué Hinata sigue llendo a esas putas vacaciones. Siempre vuelve deprimida—. Toneri dió una veloz mirada hacia atrás y luego agregó rápidamente:— Tal vez conozcas al ex de Hinata.

—¿Qué?— murmuré.

— A veces va a la misma playa. Su nombre es Yahiko. Es un idiota engreído...

—Pon la que sobra adentro, en el asiento trasero—, Toneri se detuvo cuando Hinata se acercaba hablando con Sasuke y Sakura.

Él me dió una mirada seria una vez más, yo asentí en agradecimiento por la información y forcé una sonrisa cuando Toneri se movió para que Hinata subiera.

—¡Muy bien! Ya estamos todos— dijo con una sonrisa mientras se abrochaba el cinturón y la puerta de atrás se abría mientras subían su hijo con la novia.

—Dobe— saludo Sasuke cuando cerró la puerta una vez que su novia estuvo instalada al lado de él.

—Teme. Hola Sakura— los saludé mirándolos sobre el respaldo del asiento.

—Hola Naruto, ¿cómo estás?— me sonrió.

—Bien ¿y tu?

—¡Emocionada!— Sakura miró a su novio y sonrió más mientras Sasuke le pasaba el brazo por el hombro.

—Si, que emoción— dije intentado que no se notará mis ganas de agarrar a Hinata y encerrarla en su habitación conmigo por dos semanas en vez de ir a estás vacaciones que sentía que me arrepentiría.

Mí mirada volvió a Toneri que estaba intercambiando algunas palabras susurradas con su amiga.

—¡Okistrikis! No insisto más— dijo él alzando las manos y negando con la cabeza. Me dió una mirada más—. Cuidate Naruto— su cabeza se movió con un asentimiento y dió varios pasos hacía atrás mientras Hinata encendía el auto.

—¡Recuerda regar mis rosas!— le gritó Hinata.

Toneri asintió y sonrió mientras nos despedía con la mano. Mí mirada se quedó en él unos segundos para ver a Hinata, ella concentrada en el camino, la sonrisa no había vacilado en su rostro. Busqué cualquier señal que me dijera que no quería ir a estás vacaciones, pero no la encontré. Ella estaba relajada y sonriente mientras el viento que entraba por su ventana golpeaba su cabello.

—Me encanta esta canción— me dijo mientras subía el volumen de la radio.

Yo sonreí y me relajé en el asiento.

Mientras ella fuera feliz, yo podía aguantar a sus familiares. Sólo serían dos semanas.

Continuará...