La Familia Hyūga ⚠️

La Familia Hyūga ⚠️II

La Familia Hyūga ⚠️ II

Intenté mantener mí boca cerrada mientras la reja de la enorme mansión se abría sola. Era ya de noche cuando llegamos a la playa de Suna, nos movimos por la calle central llena de luces y negocios abiertos. A pesar de los pedidos de Sasuke por comer antes de llegar, Hinata se negó, diciendo que en la Casa Byakugan había comida de sobra.

En mí estómago se formó un nudo mientras más nos acercábamos a la "casa". Escuché el jadeó de Sakura y yo reprimí el mío viendo el jardín alumbrado por luces y las columnas griegas, con esculturas y todo.

Ahora entendía todo...

¿Por eso Hinata tenía una en la entrada de su casa?

Mis nervios se manifestaron en una risa nerviosa y algo neurótica, que intenté reprimir. Hinata sólo me miró de reojo con una ceja alzada, pero no comentó los nervios que seguro se notaron en mí.

Porque...

¿Cómo lo tomarían una familia de ricos, que una de sus hijas saliera con un pobretón? ¿Algo más para agregar?... Ah, si. Trece años menor que su hija, que tenía un trabajo lavando platos sucios en un restaurante de ramen y en segundo año de universidad a sus 23 años...

Debo admitir que las palabras de Toneri retumbaron en mí cabeza una y otra vez...

Ellos querrán llenar la cabeza de Hinata... Ellos querrán llenar la cabeza de Hinata...

Mí risa murió al pensar en perder a Hinata, justo en el momento que pensaba que no íbamos a tener más problemas... Llega su familia a querer separamos...

Creo que me estoy adelantando a los hechos. No puedo guiarme por las palabras de Toneri, en ese momento sólo quería pensar que me hizo una de sus tantas bromas actorales... Una muy mala y pesada broma...

Mí corazón retumbó en mí pecho mientras Hinata estacionaba el auto cerca de una hermosa fuente con una sirena mirando para la entrada de la mansión, que justo estaba el mar a esa dirección. Nos bajamos del auto, y no pude evitar mirarla. Su expresión triste, supongo que por estar lejos de su hogar. Su mirada parecía ansiar nadar en las profundidades del agua salada.

Fruncí el ceño con mis pensamientos y agite la cabeza. ¿Desde cuándo era tan profundo?

Me moví al maletero del auto y ayudé a Sasuke a bajar las maletas, mientras Hinata y Sakura llevaban una cada una. Sasuke llevó la suya y yo la mía, junto con un bolso bastante pesado que parecía que pertenecía a Hinata. Subí los escalones de la entrada en el momento justo que era abierta. Una muchacha que parecía de la edad de Hinata gritó y abrazó a mí novia. No pude evitar notar que no se parecían mucho, pero tenían el mismo color de ojos, así que debía ser algún familiar cercano.

—¡Natsu!— gritó Hinata dejando caer su maleta y abrazando a la mujer.

—¡Oh! ¡Hinata! ¡Que bueno que hayas podido venir!— la chica abrió los ojos y miró a nuestro grupo—. ¡Sasuke!— prácticamente empujó a Hinata para ir a abrazar al azabache que parecía bastante incómodo con el abrazo, no pude evitar sonreír.

—Hola, tía Natsu.

—Me alegra tanto verte cariñito mío—, casi me reí con el apodo y al ver cómo las pálidas mejillas de Sasuke se coloreaban.

Natsu miró a Sakura, su sonrisa nunca vaciló.

—Y tú debes ser Sakura, la novia de Sasuke. ¡Oh! Pero que hermosa eres. ¡Si eres una muñeca!— ella la abrazó rápido para después apretar las mejillas de la chica—. Muy-bonita—, dijo estirando sus mofletes para soltarla.

Sakura tenía todo el rostro sonrojado, y se frotó una de sus mejillas, con una sonrisa algo incómoda.

—Gracias.

La mirada aperlada de Natsu por fin cayó en mí. Mí sonrisa era auténtica al ver tal despliegue por parte de la castaña al saludar, pero vaciló un poco al ver cómo me observaba de pies a cabeza. Puede que haya tenido novia en preparatoria y antes de estar con Hinata, pero podía reconocer la mirada interesada de una mujer. Me sentí incómodo en seguida.

— Naruto, déjame presentarte a Natsu— vino Hinata a mí rescate, mí cuerpo relajándose cuando ella pasó uno de sus brazos por el mío, pegando su cuerpo a mí costado—. Ella es mí hermana menor, pero sólo por dos años—, aclaró como si fuera una broma interna. Yo sonreí con la mirada clavada en mí chica.

Asentí hacía la hermana de Hinata, sus ojos llendo y viniendo entre mí rostro y la mano de Hinata.

—Natsu—, siguió Hinata—, él es Naruto. Mí novio.

No creo que nadie se haya perdido la expresión de sorpresa por parte de Natsu, pero ella se recuperó más rápido de lo que habría creído. Su sonrisa volvió a su rostro y saltó emocionada.

—¡Un hermano nuevo! Que gusto conocerte, Naruto.

Me sorprendió al ver qué se lanzó a mí, como si fuera una niña de doce años. Me abrazó y dió un beso en la mejilla. Yo quedé congelado, sin saber que debía hacer, pero antes de que pudiera procesar la información, Natsu ya había dado un paso hacía atrás. Su rostro de mujer con una luz algo especial.

—Pasen, pasen. Deben estar cansados— ella hizo un ademán con la mano y abrió más la puerta, manteniéndola abierta para que entráramos—. La familia ya ha comido, pero saben que pueden agarrar lo que quieran de la cocina. Cómo siempre está muy surtida. Las habitaciones son las de siempre, supongo que Sasuke dormirá con su novia ¿O no?— apenas permitió que Hinata asintiera mientras nos guiaba hacía las enormes escaleras.

Escaleras, porque eran dos, una en cada esquina que subían de forma ovalada hacia arriba. Como en las películas de la antigua Inglaterra, los castillos, casi con la misma decoración. Natsu siguió hablando mientras yo miraba para todos lados.

— Papá está con nuestros hermanos en el despacho, te sugiero no interrumpir. Algo de la empresa— dijo al pasar, con un ademán desinteresado—. Tokuma ya se ha acostado, y sabes que odia que la molesten en su "sueño reparador". Y Hanabi aún no ha llegado, supongo que lo hará a la primera hora de mañana.

Natsu se detuvo cuando llegamos a la parte de arriba de la escalera y se volteó. Su sonrisa parecía permanente.

— Ahora me iré a mí habitación, para que ustedes descansen. Nos veremos mañana en el desayuno.

Asentí porque me miró cuando terminó de hablar, pero en sus ojos parecía haberse borrado el interés. Natsu no me dió una segunda mirada cuando volvió a abrazar a su hermana, con fuerza.

—¡Que bueno verte de nuevo!— murmuró, aunque con fuerza—. Te amo hermana— dijo para darle un beso en la mejilla que Hinata correspondió.

—Y yo a ti, Natsu— susurró Hinata devolviendo el abrazo cariñoso.

Sonreí al verlas y también me sentí más relajado.

Al menos la bienvenida había sido buena y agradable. Sólo había que esperar conocer al resto de la familia.

Continuará...