゚・:*✿𝟘𝟜.𝟘𝟘 - 𝕄𝕣. 𝕃𝕠𝕧𝕖𝕣𝕞𝕒𝕟.

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—Parece todo muy irreal... —susurra la chica mientras el cigarro en su mano se apagaba — Siempre pensé que TaeMin era el indicado para Minnie, pero veo que me equivoque.

—A veces nos equivocamos mucho —murmuro con un suspiro, refiriéndose a su amor prohibido. Tal vez sea una equivocación, como bien dicen algunos, un amor prohibido, algo que nunca va a poder ser, porque tal vez esta destinado a que así sea. Debió haberlo sabido, Jimin era un hombre casado, que era felizmente casado, tenía todo lo que quería, ¿por qué renunciaría a todo eso por una simple aventura?

¿O solo era una aventura...? No sabía la respuesta, y sinceramente no deseaba saberla.

—A veces la vida no es justa, Jeon... Pero estoy segura de que lograrás encontrar tu ansiada felicidad en alguien más. — le palmea el hombro para luego ponerse de pie — Suerte. — y luego se marcha.

¿De verdad podría hacer eso? buscar la felicidad en alguien que no sea Jimin parecía imposible. No deseaba hacer eso. Pero debía avanzar. Un lio se formo en su mente, estaba muy confundido, y el alcohol en su sistema no hacía mucha ayuda que se diga.

Estaba tan jodido...

Miro el reloj de su celular que marcaba las tres de la madrugada, tarde. Normalmente, iba a las ocho de la noche, tomaba una botella de whisky, miraba una hora a todos en la pista, o platicaba con el barman y como a eso de la media noche se iba a casa a descansar. Pero hoy parecía ser diferente, tal vez porque se topo con Lalisa, o porque se tomo unas tres botellas de whisky  con vodka. Pero aún con todo ese alcohol en su sistema seguía cuerdo, por lo que primero llamo a su amigo Kim SeokJin para preguntarle si lo podía ir a recoger, seguía en pie; si, pero no iba a causar un choque. 

Cogió su black card y se la dio al barman para que cobrara las botellas, las cervezas y la coca. 

Recordar todo aquello lo lleno de nostalgia y tristeza, extrañaba a su amante, joder lo extrañaba de una manera malditamente dolorosa, de esos dolores que te consumen por dentro, desgarrándote el corazón lenta y tortuosamente, causando un gran hueco en su corazón, uno que sería difícil de cerrar... Y menos si la persona que lo causo no lo repara.

—Soy solo el amante... — se recuerda, aunque duele. Era el momento de aceptarlo al fin.

Era tal vez el momento de soltar, pero ¿cómo? si el recuerdo estaba tan presente que quemaba, que dolía... Pero al fin de cuentas, ya había pasado casi un año desde la ultima vez que lo vio.

Extraño a mi amante...

Con pasos bastantes devalidos salió de Wish, tambaleándose cada tanto, hasta que se pudo apoyar en la pared. Se sentía miserable por dedicarle cada trago los viernes por la noche, porque si, JungKook iba todos los viernes durante seis meses a Wish, a beber en nombre de Park Jimin. Patético.

Con manos temblorosas y ojos húmedos tomo su celular al ver el mensaje de Kim "Enciende el GPS para que pueda localizarte rápido", y así lo hizo. Y solo segundos después, sus piernas fallaron y cayó en el pavimento, haciéndose un ovillo apoyado en la pared, y inevitablemente sus ojos comenzaron a sacar largas y amargas lágrimas que se perdían en su ropa.

"¿Tanto es tú dolor...? Por favor... Perdóname..."  

El sonido de un auto aparcando de manera rápida llamo su atención, pero supuso que era Kim SeokJin que iba a por él. Así que solo se dedico a secar sus lágrimas con su antebrazo. Pero antes de poder levantar la mirada o siquiera ponerse de pie, siente como unos delgados brazos lo toman con cariño, dolor, culpa y añoranza. Como ese característico olor a avellana lo envuelve. Como esos cabellos rubios estaban desordenados, como esa linda y dulce voz lo llama a la distancia... Parecía surreal. Y tal vez lo era.

Lo único que atino a hacer fue a envolver esa cintura, como lo había hecho muchas veces antes, como había extrañado hacer. Y se aferro a él. No quería que sea una sola ilusión efecto de alcohol, quería que sea real, que ese cuerpo que sollozaba entre sus brazos sea real, que ese olor sea real, que todas esas palabras sean reales, que todas esas promesas muertas revivan.

—JungKookie... Mi JungKookie... P-perdóname, perdóname JungKookie—repetía una y otra vez.

—Jiminnie di-dime que eres tú... Que no es efecto del alcohol... Q-que volviste—decía entre sollozos.

No soportaría una nueva ilusión.

—S-soy yo, JungKookie... P-park Jimin —reafirma.

Y solo segundos después, Jimin levanta el rostro, dejando a centímetros sus rostros, que si se acercaban solo un poco sus labios terminarían de encontrarse.

Y así fue, Jimin se abalanzo a JungKook, besándolo mientras ambos lloraban, de felicidad, de emoción, tristeza, añoranza, ¿Quién lo sabe?.

Sus labios se movían de manera lenta pero desesperada, probándose de nuevo, volviendo a probar sus sabores, acoplándose perfectamente a los del contrario, todo era muy mágico, y ninguno quería que acabará, y no iba a pasar, claro que no.

Se alejaron solo milímetros del contrario, uniendo sus frentes, suspirando con tranquilidad al fin.

—Prometo explicarte todo mañana, ahora solo quiero ir, y dormir junto a ti...

𝐿𝑜𝑣𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛 𖡡 [Kookmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora