Llegó

480 6 0
                                    


La espera se había hecho relativamente corta, lo que no me esperaba fue lo que sucedió con su llegada... 

Había programado el envío para que llegase por la mañana a eso de las 10.00, ¿el motivo?, no vivo solo, sino con mis padres y mis dos hermanas, sí, soy el único chico, aparte de mi padre claro. 

Bueno, quienes tenéis hermanos ya sabréis lo insufrible que puede llegar a ser y más cuando tus hermanas son más pequeñas y tienen que verbalizar a todo pulmón todo aquello que pueda exponer tus vergüenzas... sabéis por donde voy, verdad?

Se suponía que el día de la entrega no habría nadie en casa, mis padres he irían fuera con mis hermanas a pasar el día y tenía la casa sola para mi. Bueno, sorpresa sorpresa, justa y precisamente cuando llega el repartidor y llama al timbre, en el trascurso de mi habitación a la puerta mi hermana de 16 años iba llegando también y al ver que el cartero tocaba nuestro timbre le abrió y recibió ella el paquete, repito, mi hermana de 16 años recibiendo un paquete COLORIDO GENTE, COLORIDO, con destinatario su hermano... que hizo? 

Si, en lo que iba subiendo y yo hablaba con el cartero por el telefonillo ella lo iba abriendo, lo estaba intentando abrir, MI PAQUETE, EL CUAL CONTENIA MI JUGUETE, JUGUETE QUE NO ERA PRECISAMENTE DE DECORACIÓN SINO UNO EN FORMA DE CILINDRO!!!! El pánico se apoderó de mi cuando el cartero decía que lo había recogido mi hermana y ya estaba subiendo, no termino bien de decir esas palabras y salí disparado al rellano a esperar el ascensor, y gracias a dios, astro universo o quien sabe a que, vivimos en un 3 y no se tarda tanto, por lo que mi hermana no tardó tanto en llegar y yo en arrebatarle el paquete a punto de ser abierto, si no hubiera sido porque venia envuelto en una cantidad considerable de celo colorido....

Se sorprendió muchísimo cuando cogí el paquete de sus manos, tanto que pegó un pequeño grito, no tuve más elección que decirle que no debía abrir paquetes ajenos y menos tratándose de un regalo para otra persona, intento justificarse diciendo que al verlo tan colorido pensó que quizás era algún juguete (y no iba mal encaminada) divertido o algo así, le dije que no, que no era para ella sino para Sara, que pronto sería su santo y quería sorprenderla con algo, me llamó ñoño y se fue. 

No tuve elección, tuve que mentir y decir que era algo para Sara y evidentemente ahora tenia que comprar algo para su santo y que así no me pillasen... sabía además que al ser algo para Sara, no le daría tanta importancia e incluso se olvidaría... Nunca había tenido el corazón el boca, si lo hubiera llegado a abrir.... me faltaría ciudad para esconderme.... debería mudarme lo antes posible... 

Al caso, entre a mi habitación y cerré la puerta dejé el paquete a medio abrir encima de mi escritorio y esperé a recomponerme antes de abrirlo por completo. 


LA VIDA DE UN CONSOLADOR?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora