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"Y te soñé, igual de radiante que como te recuerdo.
Te soñé y, me decías cuanto me amabas.
Te soñé, pero dijiste que ya te marchabas...
Te soñé y a la misma vez, te dije mi primer adiós. "

No sabían cuanto tiempo había pasado, sin embargo ambos se mantenían embelesados por las bellas vistas, debido a la altura del lugar en este no había siquiera un ruido y, lo único que podían escuchar era la respiración del otro. Jihyun en ese momento quiso ver la reacción de su hyung, por lo que se giro para encararlo, pero no espero encontrarse de frente, con la mirada más brillante que había visto en él.

-Hyung -susurro a cortando un poco la distancia, pues no quería romper del todo aquel momento.

-¿Si, Hyunie? -dio un paso más cerca del menor, no sabía porqué, pero quería tenerlo mucho más cerca y eso no le molestaba.

-La vista es hermosa -susurro acercándose un poco más, la distancia entre ellos cada vez era menor.

-Lo es- no sabía de dónde, pero se armo de valor y rodeo con sus brazos el petizo cuerpo del menor.

Nunca antes se habían abrazado sin motivo, pero por alguna razón en esta ocasión se sentía mucho mejor, sus corazones latían a la misma velocidad y ambos sentían el ligero temblor en el cuerpo contrario. Las manos del mayor se encajaban con tal perfección en la cintura ajena, mientras que este, podía sentir en su máximo esplendor la suave colonia que desprendía de aquel blanquecino cuello, y realmente le encantó.

Sin alejarse siquiera un milímetro, Jungkook comenzó a caminar hacia el único lugar que estaba medio amueblado, la habitación, una vez ahí encendió las luces y tal vez el menor debió imaginarlo, pero se sorprendió al ver que sólo había una cama tamaño king.

El mayor se acomodo en una esquina de dicha cama, y nuevamente tomó al menor por la cintura, para esta vez colocarlo frente a él entre sus piernas, y escondió su rostro en la nuca ajena, pues sentía una mezcla abrumadora de emociones, y el hecho de que él no se opusiera a tenerlo así, lo ponía aún más nervioso.

-Jungkookie, ¿Esta llorando? -la voz ajena le hizo reaccionar, y sí, no había notado que algunas lágrimas recorrían su rostro.-Puede hablar conmigo. -susurro mientras acariciaba lentamente su mano.

-Tu sabes que yo disfrutó mucho estar contigo, y realmente hace años no había tenido un día tan hermoso, pero desde que llegaste mis días cada vez son mejores -murmuro ahogando un sollozo, su corazón se sentía cálido y una paz creciente, que creyó nunca volver a sentir se instalaba a su al rededor. -Gracias Jihyun, gracias por aparecer en mi vida, por ti ahora quiero mejorar, porque quiero poder brindarte la misma paz que tú me das.

El menor libero algunas de las lágrimas que se habían producido por las palabras del mayor, podía sentir la determinación y el cariño de parte de él, lloraba porque jamas creyó volver a experimentar este sentimiento, y aunque intentaba pensarlo, realmente no lo sentía incorrecto.

Se giro para mirarlo de frente, y sintió una opresión en su corazón al ver al azabache tan vulnerable, rápidamente lo rodeo con sus brazos y ambos lloraron fuertemente, pues ambos creyeron nunca volver a darse la oportunidad de sentir algo por alguien más, sin embargo ahí estaban, sabiendo cuanto dolía perder el amor y cuan confuso era volverlo a encontrar.

-Hyung, no debes mejorar por mí, debes hacer lo para ti mismo, por que vivir por alguien más, simplemente es sobrevivir, yo estaré aquí apoyándolo cuando sienta que no puede más- susurro mientras dejaba suaves caricias en la fornida espalda. - Y le daré ánimos cuando más le hagan falta, porqué esa paz que dice querer brindarme, la he sentido desde la primera vez que camine a su lado, has sido mi mayor apoyo en esta desconocida ciudad, me hiciste recordar aquellas promesas que creí inútiles, y quiero que tú puedas recordar aquellas metas, promesas, y anhelos que tenías hace años.

Esas palabras fueron impactantes para el mayor, pues cualquier otra persona habría quedado maravillado por lo que él mismo dijo, pero sabía que aquel pequeño era diferente, él no quería que fuera dependiente a aquello que comenzaba a sentir, sino que siendo ambos autónomos decidieran estar juntos, decidieran crear una paz mutua.

-Siempre me sorprendes -susurró quedando recargado en su frente.

-Es por que yo soy más maduro -susurro apenas audible, sus rostros estaban tan solo a unos pocos centímetros, sus alientos se mezclaban y un nuevo brillo se instalaba en sus miradas.

-¿Puedo besarte? -la voz del azabache sonaba ronca, y cargada de sensaciones dormidas, ni siquiera había prestado atención a lo que el menor dijo, sino únicamente al movimiento de sus labios.

-Sería horrible que no lo hicieras. -murmuro bajando la mirada hacia aquellos rojizos labios ajenos.

Este no lo hizo esperar, y por primera vez no pensó en si lastimaba a su hermano con sus decisiones, por primera vez después de tres años se dejaba guiar por una emoción positiva, por primera vez escuchaba claramente a su corazón sin cuestionarse. Así que lo besó, no fue rudo ni demasiado penoso, reflejaba perfectamente sus ansías y los nuevos sentimientos, les transmitía tranquilidad, pero al mismo tiempo les arrebataba el aliento, nunca esperaron que sus labios encajarían tan bien, y mucho menos que realmente no querían detenerse.

Canción dedicada a todxs mis lectores:♥

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𝓑𝓮𝓽𝔀𝓮𝓮𝓷 𝓣𝓮𝓪𝓻𝓼 𝓪𝓷𝓭 𝓓𝓻𝓲𝓷𝓴𝓼. © | JJK 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora