• Capítulo 2 •

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Este capítulo contiene escenas +18.

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Natasha.

Cuando termine de hablar con Clark y Hudson, salí lo más rápido que pude del lugar. Tenía cosas que hacer, tenía una reunión pendiente que no esperaría solo porque yo era Natasha Foley. <<Miento, si lo harían, si esperarían solo por mí presencia.>>

Mientras iba camino a aquella reunión, pensé por un tiempo en como se veía Adrien.

Lo conocí cuando tenía quince, entrenábamos juntos, comíamos, dormíamos y hacíamos todo juntos. Éramos niños, estábamos en esa etapa en donde veíamos todo más fácil y simple. Pero para nosotros, ni de cerca era así de fácil y simple como solíamos pensar, si, nos gustaba imaginarnos en una vida feliz, sin tener que entrenar o esforzarnos en ser los mejores.

Lo habían escogido para entrenarlo y que fuese el mejor, a mí me habían entrenado para ser la mejor, para ser la líder en un futuro. Adrien tenía potencial, era demasiado bueno aún siendo un chico de casi diecisiete años.
Él estaba en aquel lugar por un solo motivo, por un trabajo que se le fue encomendado desde entonces, una misión. Su misión sería ser mi hombre de confianza, mi mano derecha, mi guardaespaldas personal.

Él había sido entrenado desde muy, muy joven, solo para cumplir aquello, la misión de protegerme, lo único cierto es que yo nunca necesite que alguien me protegiese.
Siempre fui la más fuerte, la más rápida, la más inteligente, la más eficaz, en pocas palabras, siempre fui la mejor y lo sigo siendo, aquello no cambio antes, tampoco cambiaría ahora.

Pasaron tres años, nos conocimos mucho en ese trayecto de tiempo, nos queríamos mucho, pero, aquello cambio cuando tuvo que irse hacía el otro lado del mundo y yo, yo simplemente creí que había muerto, porque nunca volvió.

Salí de mis pensamientos cuando me di cuenta que estaba cerca del lugar en donde sería la reunión. Simplemente frené mi auto y bajé de aquel, uno de mis hombres estaba esperando justo al lado de mi auto.

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