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-Jimin, ya hemos hablado de esto- Suspirando el chico repaso una mano por su flequillo -No puedes andar tomando los refrescos que quedan de esta tienda, están echados a perder desde hace mucho. Seguro ya ni siquiera deben tener su sabor original. 

-Es que es aburrido tomar solo agua todos los días- Respondió el rubio, quien estaba de rodillas, a un metro de su hermano, iluminando con una pequeña linterna el interior de un frigorífico -Además no me importa si saben un poco feo, el chiste es que no sea agua. 

Por milésima vez el chico más fornido suspiro pesadamente, no le gustaba cuando su hermano respingaba y hacia las cosas sin hacerle caso. La última vez que había bebido una coca cola del año que no podían decir con exactitud hace cuándo había pasado, se ganó un terrible dolor estomacal que no se le pasó hasta que pudo conseguir, dos semanas después, medicina que le hiciera efecto después de días de sufrimiento. 

-Jimin, incluso los refrigeradores no sirven aquí, debe estar caliente y sabe aún más mal. Puedo prepararte jugo de naranja. Anda vamos, sal de ahí - Tomo la cintura del rubio para sacarlo. No espero para nada el manotazo que recibió. Rodeo los ojos cuando después su hermano lo ignoro, y siguió en búsqueda de alguna lata en aquel refrigerador con el vidrio roto -Ya ni siquiera hay coca cola Jimin, y sabemos que esa es tu favorita, ya vámonos a cenar que ya es tardé. 

-No me iré de aquí sin mi coca cola y lo sabes Davi, comer con agua me deja un mal sabor de boca, peor que estos refrescos más viejitos que yo- Davey solo se cruzó de brazos observando como ahora solo se veía la mitad del cuerpo del rubio sobresaliendo de la puerta. 

Antes de poder seguir argumentando, un resplandor ilumino el pasillo. Provenía de un candil que sostenía una mujer con rasgos asiáticos, cabello largo negro trenzado hasta las pantorrillas. Davey se rio cuando llego hasta Jimin y su mano libre poso en su cintura con el entrecejo demasiado fruncido. Era normal verla enojada, y aunque sabía que ella realmente no estaba molesta con su hermano, no podía evitar reír. Iba a ser regañado como toda mejor amiga hace, tal cual a una segunda madre. 

-¡Jimin, sal de ahí ahora mismo o te juro que te bañaras con agua fría después de la cena!, todos estábamos esperándote y llevas aquí alrededor de una hora, ya todos acabaron. 

-¡No!, me rehusó a comer con agua, sabe asqueroso- El rubio grito cuando su amiga lo tomo del gorro de su chaqueta y fue sacado a la fuerza. Callo sobre su trasero casi golpeando el estante que estaba detrás -Yiji eso dolió- Dijo mientras sobaba su trasero. 

-Ya todos acabaron de comer Mimi, solo tú y Davey faltan y seguro que tu hermano tiene mucha hambre después de estar buscando ese delicioso pollo que trajo especialmente para ti. ¿No es así Davey?- Yiji miro cómplice al robusto pelinegro que rápidamente capto la indirecta. Ambos sabían como tratar con Jimin en sintonía. Era la ventaja de haberse conocido hace muchos años, puede que no sean los mejores compañeros de supervivencia que podía existir, pero ambos estaban ciertamente enfocados en la protección de una sola persona, y eso los mantenía en una conexión destinada a un par de protectores. 

 Jimin miro a su hermano asustado -¿Tienes tanta hambre Davi? ¿Por no me lo dijiste?, sabes que no me gusta hacerte pasar malos ratos, lo lamento. 

No le gustaba mentir, pero en casos como sería el tener a un Jimin terco era muy necesario -Si Jimin, pero no quería molestarte. 

-No, no, yo te estoy molestando a ti, ven vamos a cenar antes de que se nos enfrié. 

Davey sonrió cuando Jimin se levantó y tomo su mano, sacándolo del área de abarrotes del edificio seguidos por Yiji. Ellos vivían en lo que antes era llamado un centro comercial, muy sucio; aunque gigantesco. Lleno de artículos que con el pasar del tiempo se habían podrido o fueron tragados por la naturaleza desde hace tanto. Y aun qué era oscuro y por las noches le causaba terror a Jimin, especialmente por el horrible eco en sus grandes pasillos, era bastante acogedor por las mañanas en donde el sol ingresaba manteniendo todo misterioso, no obstante era hermoso al mismo tiempo. 

Carnaval ♤ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora