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28 de septiembre.

Se sentía sucio.

Se sintió igual a cuando empezó a vender su cuerpo para sobrevivir. Se sentía usado, ya no sabía cómo reaccionar.

Durante su última discusión, Lan WangJi había abusado de él.

Ya no estaba casado con la persona que amaba, ahora, estaba seguro que estaba casado con un monstruo.

Nunca le creyó ser capaz de eso, él le había prometido una hermosa vida, le había dicho que siempre lo cuidaría y que nunca le haría daño. No cumplió su promesa.

Ya no podría soportar más, no podría soportar una peleas más, cada interacción que tiene con Lan WangJi, hace que su corazón se rompa cada vez más, cada vez su cuerpo se ponía en peor estado, cansado mentalmente, la ansiedad había estado incrementando, quería ayuda, quería saber si podría haber una solucion. ¿A quién le pediría ayuda?

Quería acabar todo.

Entró al cuarto, esperando que su esposo estuviera de buen humor, al verlo sentado viendo unos papeles sobre la cama, perdido en sus pensamientos, empezó a hablar.

-Quiero él divorcio.

Al ver que su esposo no le dio siquiera una mirada o una muestra de atención, gritó.

-¡Lan Zhan!, ¿Podrías darme un poco de atención?, quiero el divorcio.

-No.

-¿Es una broma? Me has hecho la vida imposible, siempre que intento hablar contigo me insultas, ¿Que quieres ahora?

Ahora toda la atención de Lan WangJi estaba en su esposo, lo miraba de una manera que daba advertencia, que a cualquiera le daría un terror, pero a Wei Wuxian no le importo, ni siquiera cuando su esposo se levantó lentamente de la cama, mientras lo miraba fijamente.

-Dime, Hanguang-jun, ¿En qué te has convertido? ¿Quién eres?

Empezó a gritar cuando su esposo lo agarró fuertemente de su antebrazo, aventandolo hacia la cama. Wei Wuxian hizo un sonido de inconformidad, mientras intentaba escapar de esa cama.

Tenía una idea de lo que pasaría, pero no quería, no otra vez.

...

Lo único que salía de la garganta de Wei Wuxian eran sonidos de dolor, sollozos desgarradores. Lan WangJi estaba dando embestidas fuertes y rápidas, haciendo sangrar a Wei Wuxian. Este ya no sentía su cuerpo, no tenía ningúna fuerza, sus músculos no reaccionaban, cada vez que le pedía a su esposo que parara, este aumentaba la velocidad, haciéndolo sentir mareado por la excesiva cantidad de sangre que estaba perdiendo.

-Lan Zhan!, ¡Para por favor!, ¡Para!, Te lo pido, ¡Perdóname!, ¡No haré nada más!.

Cada vez hablaba más bajo, terminando sus súplicas en susurros, antes de perder la conciencia completamente.

Lan WangJi al terminar, solamente observó la escena sin ninguna expresión, se sentía un poco culpable, pero nada que le preocupase. Solamente salió, se aseo y salió de la recámara, sin ayudar a la persona que había ahí dentro. 

His FoultDonde viven las historias. Descúbrelo ahora