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Cierto peligris se encontraba acomodando su linda y rosada bufanda alrededor de su cuello, decidido a marcharse, después de todo ya le habían dado de alta hace un par de minutos, esa cama debería ser usada por una persona que de verdad este mal, no por el...

— Muy bien... joven Park, necesito que llene estos papeles y podrá irse —hablo el doctor, entrando a la habitación con unos papeles en ambas manos.

— Doctor, yo... soy ciego, no puedo leer —expreso señalando sus ojos con el dedo índice de su mano.

— Oh, bueno, entonces que alguien lo ayude, llamaré al joven que lo trajo, quizás él pueda ayudarlo —ante lo dicho JiMin asintió, agradeciendo internamente ante el favor que le hizo el doctor.

— Bien entonces dejo estos papeles aquí y voy por el joven —Sin más, el doctor paso a retirarse en busca de YoonGi.

[...]

— Nuevamente gracias YoonGi, gracias por todo lo que has hecho por mí —con una pequeña sonrisa, el menor agradeció mirando hacia la nada, YoonGi, solo se dispuso a sonreír por lo tierno que se veía al tratar de encontrarlo.

— No tienes por qué agradecer, yo solo ayude a una persona en peligro —contesto YoonGi, ahora ambos iban a separar sus caminos directos hacia sus casas.

Despidiéndose, Yoongi comenzó a caminar tranquilamente en dirección contraria a la del peligris, quien iba caminando lentamente y tratando de apoyarse con las paredes de las casas, no conocía muy bien el lugar, por lo cual prefería ser más precavido.


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Dando tres particulares golpes en la puerta, YoonGi fue recibido con un cálido abrazo de parte de su hermano, Min TaeHyung, este era tan solo 4 años menor que el, pero se comportaba como un niño de 5 años cuando estaban juntos.

— Llegaste!, Gigi y yo te hemos estado esperando toda la noche, ¿dónde se supone que estabas? —cuestiono el rubio, colocando sus brazos a la altura de su pecho, en una expresión de molestia.

— Lamento no haber venido, tuve que ayudar a alguien —respondió simplemente, quitándose sus zapatos para ingresar a su casa.

— Ayudar, ayudar y bla bla bla, tu siempre te la pasas ayudando, ¿Quien fue esta vez?, un perro, un gato, un bebe, algún anciano? —

— Un chico —contesto, dirigiéndose a la repisa, sacando comida para Gigi, quien espera ansiosamente en su plato de comida.

— ¿Un chico? Wao —dijo TaeHyung agrandando su boca— ¿Y en que lo ayudaste? —pregunto curioso.

— Estaba herido, así que lo lleve al hospital, espere a que se recuperará y luego vine —Hablo agachándose, sirviendo una buena cantidad de croquetas en el plato de Gigi.

— Oh, bueno, al menos avisa quieres?, me quedé toda noche despierto, pensando que algo malo te había pasado —Regaño el rubio agachándose junto a su mayor, acariciando la espalda del esponjoso gato.

— Lo siento, si?, Para la próxima avisaré —respondió ante el regaño, Ahora tendría que darle algún regalo para compensar el enfado de su infantil hermano.

TaeHyung solo asintió, mientras de acomodaba para observar comer a Gigi, YoonGi se dispuso a bañarse y cambiar su ropa.

En medio del camino hacia su baño, el pelinegro medito por un momento la conversación que tuvo horas antes con el peligris, si, ese hermoso peligris de ojos extravagantes, mirada perdida, y mejillas rojitas, con la poca conversación que tuvieron, sin contar en mal entendido, había descubierto que sus vidas eran ligeramente parecidas, ambos estaban solos particularmente, aunque el por un lado tuviera a Tae y Gigi, su vida pasada no es ni la cuarta parte de lo que es ahora, él, sufrió, lloro, sollozo, rompió e hizo miles de cosas de la cual hoy está arrepentido.

Muchas veces tubo que fingir ser fuerte solo por su querido hermano, fingir una sonrisa cuando no existía una, todo por tan solo ver una en el rostro de TaeHyung. Pero al final de todo fracaso, fracaso como hermano, fracaso como persona, fracaso... , Y todo por culpa de su madre, esa mujer que prometió cuidarlos de todo y ante todo.

Sacudió su cabeza al sentir que esos recuerdos volvían a su mente, debía relajarse, recordar solo ocasionaba un fuerte dolor de cabeza. Se despojó de su ropa e inmediatamente se introdujo a la bañera, dejando que todos sus músculos se soltaran en cuestión de segundos.

Salió de su habitación secando su negra cabellera, cuando llego a la sala se encontró con la escena más tierna que pudo haber visto antes en su vida, su infantil hermano, recostado en el suelo, echo bolita junto con Gigi, ambos durmiendo plácidamente, era un momento de fotografía, así que con una sonrisa en su rostro saco su celular y fotografió la tierna escena.

— Tae, despierta, no es hora de dormir, aún tenemos que almorzar, vamos levántate —hablo suave sacudiendo ligeramente sus hombros, mas este no dio señales de querer levantarse— Yo no te pedí que te quedaras despierto toda la noche —se quejó, poco a poco TaeHyung empezaba a abrir sus ojos, restregando los puños de sus manos sobre sus parpados, había veces que su hermano podría llegar a la ternura extrema.

— Yo quiero dormir, déjame dormir —hablo entre sueños, sentándose en el suelo, con los hombros abajo y ojos entre cerrados.

— Bueno entonces tendré que almorzar yo solo toda esta comida que traje — susurro.

— ¡NO! — exclamo el rubio dando un salto desde el suelo, despertándose para pararse de frente, yendo hacia el comedor donde se encontraba la comida — Yo tampoco eh cenado así que también merezco esa comida! — grito sacando unos cubiertos para después sentarse y sacar de a uno todas las delicias que había en la bolsa.

YoonGi con una sonrisa que mostraba sus rosadas encías, fue a almorzar junto a su hermano, ambos felices de pasar la tarde juntos.


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Disfruten el nuevo capítulo, no diré nada más porque de todas maneras sé que quedare en folp :')

Solo escúchame [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora