Que empice el juego

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Alya se consideraba una gran reportera, siempre podía oler desde cinco millas de distancia una buena nota para agregar a alguno de sus blogs, para ella era algo impensable el hecho de que un secreto se estuviera desarrollando justo frente a sus ojos y ella no lo notara, era ridículo, ¿en cuanto a sus amigos? estaba segura de saber todo sobre ellos, sus vidas, sus gustos, disgustos, lo que querían de regalo para navidad, etc. 

¿Sobre Marinette? Alya estaba segura de saber todo sobre ella ya que era su mejor amiga, también sabia que debía ser ella, Alya, quien le hiciera saber cuando se equivocaba, por esa razón es que hacia lo que podía para que Marinette entendiera que sus tontos celos hacia Lila debían parar, pero la joven Dupain no le hacia caso y se mantenía firme en su postura sobre que Lila era una mentirosa y eso es por lo cual Alya decidió tratarla distante, para que al estar sola entendiera que no debía ser terca y que debía disculparse si quería que su mejor amiga volviera a dirigirle la palabra, para la joven reportera no había nada mal en su plan o eso pensaba hasta el día de hoy.

¿Quiénes eran estos chicos y porque tenían el mismo apellido que Marinette?,¿y como era posible que fueran casi idénticos a la joven aspirante a diseñadora?, ¿Por qué Marinette no le dijo nada sobre tener hermanos? Alya se sintió indignada por ello, el deber de Marinette era contarle todo a Alya.

Su indignación creció aun mas cuando los tres nuevos estudiantes pasaron a su lado para ir a sus nuevos asientos y no la saludaron, ¿acaso Marinette no les dijo que ella era su mejor amiga?, Alya prefiero dejarlo pasar y pensar que simplemente aun no sabían quien era ella, claro eran nuevos y no conocían a nadie así que era normal que no saludaran.

Su ultimo pensamiento se vio opacado por el echo de que esos tres SI SALUDARON a Juleka, Rosita y Alix al pasar por sus lados, ¿de donde los conocían? no estaba entendiendo nada y eso la enojaba, pero Alya no se quedaría sin recibir respuestas, era su deber como periodista saberlo todo sobre noticias nuevas y además era su derecho como la mejor amiga de Marinette. Alya espero hasta que los tres se sentaran y aprovecho eso para analizarlos bien.

El chico al que la profesora presentó como Hiro tenia perforaciones en las orejas y vestía con una camiseta Azul con un lobo plateado como logo y encima una chaqueta de cuero negra, unos pantalones negros sencillos de los cuales a sus lados colgaban unas cadenas finas a modo de cinturones cruzados y unos tenis blancos con azul. Este se dirigió hacia la banca nueva que estaba detrás de Marinette y se sentó justo detrás de ella, vio como esta se reclinó hacia atrás en su propio asiento mientras el chico, Hiro, le ponía una mano en el hombro y sonreía.

La chica que se presento como Marian era prácticamente un clon de Marinette, incluso estaban vestidas prácticamente igual solo que esta en lugar de rojo en la ropa usaba azul y su cabello en lugar de teñirlo de Rosa lo tenia en rojo. Esta se sentó al lado de Hiro y se inclino hacia adelante con una sonrisa mientras apoyaba sus codos en la mesa y cruzaba sus manos una encima de la otra para sostener su cabeza.

El ultimo chico, que fue presentado como Canazor, estaba vestido igual a su hermano solo que en rojo y este solo tenia una oreja perforada, además tenia en su espalda un estuche de guitarra. El se sentó junto a Marinette luego de colocar su Guitarra al lado y Alya vio como Marian se enderezó y puso una mano sobre su hombro.

Alya pudo ver como los cuatro con esa acción daban a entender que eran un frente unido, y eso  la hizo sentir nerviosa.

Por alguna razón la mirada de los tres nuevos estudiantes envió escalofríos hacia todo su cuerpo y la hizo sentir rara, pero olvido eso y se levanto golpeando fuerte con sus manos su mesa, atrayendo así la atención de todo el salón que antes estaba centrada en los nuevos.

—¡Exijo una explicación de que demonios esta pasando aquí Marinette!— exclamo mientras se enderezaba y apuntaba a la susodicha, vio de reojo como los nuevos se enderezaron y la miraron con disgusto pero no lo tomo en cuenta, ella quería respuestas y Marinette se las iba a dar.

Eres mi nuevo sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora