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Narrador omnisciente.

El aroma a café no dejaba de estar presente en el lugar, amargo, fuerte, sumamente exquisito, ese típico aroma se mezclaba sutilmente con un dulce aroma a miel o quizás se trataba de caramelo y un poco de chocolate.

Era delicioso, el aroma de esa cafetería.

Si huele tan bien debe ser excelente.

Tranquilamente JiMin podía confirmar que ese era el mejor sitio de todos, el mejor al que Yoongi lo pudo llevar para charlar.
Escuchaba con atención al mayor mientras degustaba una deliciosa y húmeda rebanada de pastel de chocolate con crema e hilos de caramelo, a su derecha, en la mesa, tenía una taza con delicioso y espumoso café con crema, excelente elección y todo fue por recomendación de YoonGi.

— bien, básicamente eso es lo que hago, música y algunos pequeños escritos.

— suena interesante. — lo miró con una sonrisa. — además de que trabaja con sus amigos, debe divertirse mucho.

Durante todo el camino a la cafetería, ambos compartieron parte de su vida, a que se dedican, edades, algún que otro gusto.

JiMin contaba con sus dieciocho años, financieramente lo ayudaba su tía, vivía con su hermana menor y también tenía a sus amigos cerca, próximamente empezaría sus estudios en la universidad,  haría teatro, a pesar de que le apasionara la danza había elegido otra cosa, al menos para probar. También, como hobby, le gustaba cocinar alguna que otra pequeña cosa, también disfrutaba de la literatura y música, se podría decir que su vida como adulto recién estaba comenzando.

Yoongi tenía 22 años, sí, había un mínima diferencia pero JiMin recalcó no molestarle, de todas formas solo estaban comenzando a quizás así formar su pequeña amistad.
Estudiaba composición músical, creaba canciones y con su pequeña "banda" de amigos, se presentaban en algún que otro bar en el horario nocturno, como para animar las cosas, además de que vivía solo. Su pasatiempo era leer, escribir, le gustaba bastante, además de descansar, relajarse. Adoraba mayormente la música, de eso quisiera vivir, pero, a penas iniciaba, por lo que eso queda como un sueño y por ello también, hasta cumplir ese sueño hacía pequeños escritos especiales para revistas, esas pequeñas historias extra que colocan en entre las páginas.

Quizás eran algo diferentes, pero no mucho, en gustos y estilos, habían diferencias pero a JiMin le resultaba interesante a Yoongi también, mutuamente se tenían interés.

La salida parecía estar dando sus frutos, Jimin, bien, aún era tímido y algo reservado pero se lo veía sonreír un poco más mientras que Yoongi, se atrevió a abrirse más, ¿y por qué no?, Jimin no parecía ser del tipo malo, de por sí, lo veía como un pequeño curioso.

— ¿qué clase de cosas escribes? — el castaño llevó la taza a su boca para poder beber un sorbo de su bebida.

Yoongi solo dejó su mano con la taza de café amargo a medio camino.

— cosas. — respondió para después beber un poco. — no lo sé, cosas de terror, misterio.

— ¿y escribes cosas del tipo romance? — preguntó con timidez, una pequeña risita escapó de sus labios haciendo que Yoongi por dentro se altere pero se mantuvo sereno.

— para las canciones que escribo, siempre se puede crear algo bueno, pero sí... Algunas veces toco ese tema fuera de mis canciones.

— ¿todas sus canciones son de amor?

— claro que no, también de desamor.

Vaya diferencia.

— se pueden expresar muchas cosas en una canción, ¿sabes? — se acomodó en su silla. — desde felicidad, ira, rencor y dolor, puedes contar una historia con una canción, el inicio es tu inicio, el comienzo de esa historia y el final puede ser algo recoroso, solo debes saber con qué palabras llegarás más a las personas.

Mi Sexy Vecino. [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora