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Narrador Omnisciente.

El que ya fuera prácticamente de noche no sabía sí ayudaba o no, quizás y era una pequeña ventaja.

¿Por qué rayos nos sigue?

Llevaban casi una hora dando vueltas, Yoongi de los nervios no podía pensar más que en caminar, huir a pasos rápidos de aquél extraño sujeto.

Sí fuera uno de sus amigos, ¿qué harían en esa situación?, ¡huir a la casa de alguien más!

¡Hoseok!

Ese chico nunca se negaba a nada, además era conocido también para Jimin, no vivía muy lejos asi que podrían ir allí y quedarse hasta que ese tipo raro desapareciera o incluso llamar a la policía para reportarlo.
Nuevamente tomó con fuerza la mano del menor el cual ya estaba algo cansado de caminar tanto, el pobre llevaba más de media hora caminando a toda prisa sin saber porqué y además comenzaba a asustarse de la actitud del mayor.

A pocos metros comenzaba a divisar el edificio de su amigo, ingresaron directamente, Jimin a penas y cuestionó dónde estaban.

— rápido. — habló por lo bajo y jaló de la mano del menor haciendo que fueran lo más rápido posible a las escaleras de emergencia.

— ¡d-detente! — intentó soltarse pero Yoongi solo volvió a jalar de su mano haciendo que vaya con él.

Subieron rápidamente llegando al cuarto piso, ingresaron al pasillo y se dirigieron a la puerta con un pequeño letrero que tenía el nombre de nada más y nada menos que el amigo de YoonGi, Jung Hoseok, su ahora salvador

Por lo lejos escuchaban las pisadas fuertes de aquél sujeto por las escaleras, inmediatamente YoonGi empezó a tocar el timbre, algo desesperado tomó la perilla y la giró, esperaba que estuviera abierto aunque sea.

¡Se abre!

Yoongi ingresó al departamento, inmediatamente tomó a Jimin de la mano y lo atrajo hacía él haciéndolo entrar, cerró la puerta con seguro y lo llevó a la habitación para aunque sea esconderse.

— ¡Yoongi! — lo llamó son recibir respuesta, nuevamente era arrastrado por él hacía un lugar desconocido. — n-no. — Jimin imaginó lo peor y se asustó por lo que trató de forcejear con él. — sueltame. — de forma un poco brusca fue casi empujando a la puerta de la habitación.

— Mierda. — murmuró al ver la expresión en el menor. — Lo siento, Jimin.

— ¿¡Qué te sucede?!, ¿por qué me trajiste aquí? — se encogió en su lugar y lo miró con miedo.

Oh... No, yo no soy a quién le debes tener miedo.

— hay un lunático con un arma persiguiendonos.



*





Jimin permanecía sentado al borde de la cama, esperaba porque Yoongi regresara, hacía varios minutos había dicho que hablaría a la policía para denunciar a ese tipo extraño, no sabía si seguía afuera o aún los buscaba, no sabía que clase de intenciones tenía pero era muy seguro que no eran nada buenas. Un hombre con arma que los persigue, no, claro que no, invitarles a tomar un café no quería, quizás a dar un paseo al río, un edificio abandonado, un callejón, seguro que eso sí.

Jimin miraba la habitación curioso y aún con algo de temor, lo que le había dicho el mayor no era nada fácil de digerir, estaba asustado, confundido, quería pensar que quizás era un error o algo parecido.

— Ya...— escuchó al mayor hablarle desde la puerta, lo miró y se puso de pié para acercarse.

— ¿quién era ese sujeto? — esperanzado porque lo hayan capturado lo miró esperando respuesta. Vió al mayor, este también lo miraba serio y hasta algo molesto. — YoonGi.

— dijeron que solo lo imaginé, no quisieron tomar la denuncia.

Jimin se alejó, bajó la mirada, se sentía tan indefenso, a penas había salido de un momento difícil y ahora se le presentaba algo tan... De terror.

Yoongi lo miró, se notaba mucho que Jimin estaba preocupado y asustado, tenía razón de estar así, él también estaba igual en el fondo, venía por Jimin, su pequeño vecino, venía a por él CON UN ARMA, UNA PUTA ARMA. Podrá no conocerlo por mucho pero tampoco querría que nadie sufriera, la pequeña hermana, los amigos extraños.

— Jimin. — sin poder soportarlo se acercó e hizo una de las primeras cosas que pasaron por su mente, con suavidad lo atrajo y lo rodeó envolviendo su pequeño cuerpo en un cálido abrazo. — está bien, tal vez era un ladrón.

Un ladrón con clase, ¿quién mierda asalta con traje?, solo en películas.

— ¿y qué si nos lastimaba?, ¿qué hubiera sido de Sunhee? — preguntó, su mayor temor era dejar completamente desamparada a su pequeña hermana, eso nunca podría, no querría que ella sufra más.

Yoongi tampoco sabía que responder a ello, solo continuó abrazandolo como si eso le diera todo el consuelo que necesitara, al menos intentaba darle todo lo que podía en el momento para estar mejor.





*





Las horas pasaban, eran más de las nueve, estaba oscuro afuera, ya debían volver a casa, además porque Jimin había recibido algunos mensajes de SeokJin un poco preocupado ya que aún no llegaba y su hermanita preguntaba por él.
Esperaron a que el guardia de turno revisara, si no había alguien sospechoso en los corredores o fuera.
No encontró a nadie el hombre a cargo por lo que les avisó a los jóvenes que podían salir sin preocuparse.

Ambos salieron del departamento, caminaron al ascensor y esperaron a este subiera, al abrirse las puertas encontraron a Hoseok el cuál los miró en un inicio extrañado y después solo les sonrió.

— ¿qué hacen aquí? — salió del elevador y se quitó con cuidado la pequeña gorra que traía. — Hyung, me hubieras dicho que vendrían.

— ¿por qué?, ni siquiera estabas, ¿y por qué dejas tu departamento sin seguro?

— ¿sin seguro? — se sorprendió un poco el castaño mientras sacudía un poco su gorra.

— como sea, nos tenemos que ir, vamos Jimin. — tomó la mano del manor y se adentraron al elevador.

— ¡o-oye!, espera un segun... — las puertas del elevador se cerraron dejando a Hoseok más que confundido.

Se dirigieron a la planta baja del edificio para después salir de allí, retomaron el camino a casa, Yoongi de vez en cuando revisaba por los lados por si no estaba aquél hombre nuevamente. Si la policía no ayudaba entonces él tendría que tratar de proteger a Jimin, por lo menos hasta que lleguen a casa.

En todo el camino no hablaron, Jimin tomaba la mano del mayor con un poco de fuerza, temía porque alguien los volviera a perseguir, los quisiera dañar.
Capaz y todo se trataba de una extraña coincidencia, tal vez los confundieron con alguien más, pudo tratarse de un muy terrible error.

— aquí es. — murmuró el mayor mirando la puerta del departamento del castaño, giró su cabeza un poco para verlo viendo como alzaba su manito dudando en tomar la perilla o no. — Jimin. — el susodicho lo miró. — tranquilo, todo debió ser un error, solo fue una equivocación, no creo que ese sujeto haya querido ir detrás de nosotros para dañarnos.

— ¿Y que si...?

— respondeme algo, ¿tienes razones para que lo hagan?

Quizás, Park Jimin ocultaba algo más.









Mi Sexy Vecino. [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora