capítulo 8

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La cabalgata...

La noche terminó con tranquilidad, pero Duncan en toda la velada no pudo apartar sus ojos de lady Adara, ella era intrigante y misteriosa y éso lo tenía realmente embelesado, lastimosamente las jóvenes Lilith y Any no lo dejaron ni un momento a solas, ellas lo tenían totalmente abrumado y asqueado por sus aromas, su bestia las odiaba pero el debía conocerlas o almenos fingir que lo hacía para no humillar a los padres de éstas y evitar un enfrentamiento entre clanes, él sabía que a su padre no le gustaría una situación así.

A la mañana siguiente las damiselas entraron arregladas de manera elegante y provocativas para agradar al lord, se disputaban los puestos en el comedor de una manera muy infantil sólo para estar cerca de Duncan, sentándose cada una a lado y lado de él, y éste se encontraba en el centro de la mesa como dueño y anfitrion, Adara por su parte mandó a su abuela a excusarse por no bajar a desayunar con él y los demás presentes pero realmente estaba un poco enferma de un fuerte dolor de cabeza, su abuela le había preparado su baño medicinal y un té de hierbas para aliviar su malestar.

Al momento de levantarse de la cama, Adara se sintió extraña, tocando su rostro ya que ella dormía con una suave máscara que sólo cubría su lado del rostro deforme, se retiró el antifaz y sintió una leve sensación de dolor, llamando asustada a su abuela ya que su padre había salido al amanecer para su clan, ahora solo dependia de ella.

- Abuela!!!! Me duele, dijo asustada mientras tocaba débilmente su rostro, ves que tengo? Le pregunta a su abuela, y ésta la mira fijamente con asombro.

- cariño tu rostro está diferente, se ve más bonito, dijo con una mueca arrepintiendose de la palabra que usó, Adara no se molestó, más bien saltó velozmente de la cama a verse en el espejo dorado, y notando lo que su abuela le dijo era cierto y no lo podía creer, su piel pareciese que se estaba estirando de las raras quemaduras de nacimiento, se veía mucho mejor y ella estaba feliz, si usaba uno de los antifaces que tenia y que no había podido usar, ahora lo haría, solo era un parte más reducida que tenía que ocultar y éso era asombroso, gritando feliz mientras abraza a su abuelita.

-mi niña, estoy feliz por ti, no sabes la dicha que siento, vamos a alistarte que el lord las invito a dar una cabalgata cariño y ya estan saliendo todos a las caballerizas.

Adara no cabía de la dicha de saber que estaba mejorando, aunque realmente le preocupaba la razón de ese cambio pero por ahora iba a tomarlo con calma.

-abuela, como esta el clima?, me da miedo que el sol este muy fuerte, lo dijo con un gesto tan tierno que su abuela la abrazo con tanto amor, tranquila cariño te empaque tu ropa de cabalgar, y podrás usar un antifaz en vez de la máscara, y el clima está fresco y un poco nublado pero sin señales de lluvia, no te preocupes todo va estar bien, ve y disfruta del día cariño, su abuela definitivamente está muy feliz por los cambios físicos en su nieta, siente que ahora ella podrá disfrutar más todas las oportunidades que la vida le traiga.

Adara no se presentó al desayuno, su abuela le llevó algo ligero para comer al igual que la preparó hermosamente para la cabalgata ya dispuesta a bajar por su bello caballo, y con su elegante estilo se acercó a un sirviente educadamente pidiendo ser llevado a los establos dónde se encontraba su caballo.

Las ladys salieron cada una con un ajustado ajaur y montaron su caballo de forma que lo hacían las damas, sentadas de lado y con un escolta que les llevaban las riendas de sus caballos que eran los más calmados y ya viejos para que las damiselas no se lastimaran ya que ninguna de las dos ladys sabían montar a la perfección, cosa que hizo que Duncan rodara los ojos viendo la cabalgata lenta de ellas, aunque ya se habían alejado bastante él seguía mirando a cada tanto hacia atrás con la esperanza de poder ver a Adara llegar con ellos al paseo.

La Belleza en tí. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora