CAPITULO 2

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DESONANCIA.

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-¿Perdón?- conseguí articular después de un par de segundos.

En ese momento salió alguien del restaurante, a decir verdad muy enfadado.

-Entre ahí y pague o tendremos problemas- dijo con determinación.

¡Mierda! Me había ido sin pagar. En ese momento comencé a buscar en mi bolso la cartera de una forma brusca ,pero sin resultados . No estaba. ¿Dónde estaba mi cartera ahora?. Solté una risita nerviosa.

《Qué oportuna Sue》

Para colmo odiaba mi conciencia.                                                                                                                              El camarero comenzó a acercarse a mí con lo que parecía intención de recriminarme algo, pero el chico lo detuvo.

-Déjelo, yo le pagaré - dijo mirándome directamente a los ojos, consiguiendo que me pusiese aún más nerviosa.

Siendo ya por la noche y con lluvia no podía descifrar de qué color tenía los ojos, pero sí que notaba que no podían ser azules ni verdes, debían ser marrones, pero seguía sin saber el tono. Tenía la sospecha de que me parecerían tan intrigantes como él.

Dicho eso se metió para adentro con él para darle el dinero que debía haber dado yo.

Esperé unos minutos hasta que viniese, quise darle las gracias sin que se notase que no solo estaba avergonzada de la situación, sino de que había algo en él, no sabía qué, que despertaba en mi una exasperante curiosidad. Solo yo sé cuánta rabia me daba no poder saberlo, pues seguramente no volvería a verlo.                                                                                                                               En ese mismo instante salió. Ya no me resultaba tan fácil de leer, no entendía su expresión.

-Ten -dijo con un sonrisa pícara. Bajé la vista hacia la mano que me tendía, y ahí estaba, era mi cartera.

-¿Do...,dónde estaba?- me estaba muriendo. No podía mantenerle la mirada sin titubear, seguro que pensaba que estaba loca.

-En mi mesa, supongo que se te habrá caído al ir a cotillear.

-Ah...,ya. ¿Me has visto?- asintió, definitivamente creería que estaba loca.

-¿Cómo te llamas?

-Sue.

LA LLUVIA DE OCTUBREWhere stories live. Discover now