capitulo 18

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- Me gusta este. – acarició el tatuaje en forma de corona que Christopher traía en el pecho. Este apretó su cintura un poco más, pegándola a él.

- ¿No te gustaría hacerte uno?

- ¿Qué? Claro que no.

- Has dicho que te gusta este.

- Pero no en mí. – puso los ojos en blanco. Había contado la cantidad de tatuajes que tenía hace un par de minutos. Nueve exactos.

- Te caería uno aquí. – la mano de Christopher le tocó un muslo. Dulce se ruborizó de inmediato. Un sentimiento que se combinó rápidamente con las inmensas ganas de besarlo. – no... no, por aquí... - sus dedos subieron un poco más, llegando a tocar una de sus nalgas. – justo aquí. – tocó suavemente el borde de sus caderas. – te haría mucho más sexy.

- ¿Gracias?

- ¿Te lo harás cuando volvamos?

- ¡No! tengo miedo...

- ¿Qué es miedo? – le preguntó él. Dulce enarcó una ceja. – si no es ahora... en diez años no lo sentirás igual. – ella subió sus ojos hacia los de él. Ambos se miraron. Pero ninguno sabía de qué manera demostrarse lo que sentían en ese momento.

- Lo pensaré... - dijo ella mordiéndose un labio.

- Así me gusta.

El silencio se abrió entre los dos. Ambos deseando saber que canción era la que seguía en los amplificadores del auto de Christopher. Won't go home without you de Maroon five sonó de repente.

- ¿Te gusta Maroon five? – le preguntó ella. Aquello le había sorprendido muchísimo viniendo de un hombre como él.

- Sí. – contestó Christopher, tratando de recordar la letra de la canción. Y no iba a decirle la verdad, detestaba esa banda. Pero por alguna razón, Dulce la amaba. Él lo había descubierto la primera vez que habían fo.llado juntos y esa misma noche, revisándole el celular para apuntar su número en su agenda, había descubierto que aquella era su canción favorita.

- No lo puedo creer... ¿enserio?

- Sí. – volvió a mentir. – y esa es mi canción favorita.

Dulce entreabrió los labios.

- Bromeas. ¡La mía también!

Christopher se rio por dentro. Le hacía tanta ilusión verla sonreír de esa manera. Sabía lo que seguramente ella estaría pensando de él en ese momento. Que era perfecto. Que estaba hecho a su medida. Algo como: "¿por qué no apareció antes?" Y se preguntaba... ¿Por qué estaba haciendo todo esto? ¿Por qué había tratado de llamar su atención desde la primera vez? ¿Por qué estaba empezando a acostumbrarse a ser otro que no era? ¿por qué había cambiado por ella? ¿Por qué se le hacía tan desesperante ser perfecto para una mujer? ¿por qué para Dulce?

- It's not over tonight... – cantó él. ¡Vaya suerte! Se había aprendido el coro y era justo la parte que tocaba de la canción. – just give me one more chance to make it right... - Dulce soltó una risita graciosa al verlo bailar de una forma rara y chasqueando los dedos. Fue incorporándose de pronto, y se dio cuenta de la bonita voz que tenía Christopher. – I may not make it throught the night...

- I won't go home without you... - continuó Dulce. Y Christopher se acercó a ella. Le comió la boca despacio. Besándola con delicadeza. Y sus cuerpos se tocaban, dentro de un Mustang del 2011, bajo un cielo lleno de estrellas... perdidos en medio de la nada. Solo los dos. Sin importar más. Nadie a su alrededor. Aunque ella no supiera nada. Aunque no tuviera idea de con quién estaba compartiendo esos besos. Y se tocaron una vez más. Y Dulce que se volvía reír de los cantos de Christopher. Y Christopher que le apretaba las caderas. Y Christopher, que ya no era consciente de cada paso que estaba dando. Y hasta donde estaba llegando. Y de quién... se estaba enamorando.

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