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La señora Hernández me dijo que decía Jamil que si te quedabas con el más tiempo.
* Suelta mi madre mientras terminamos de comer *
-¿Encerio dijo eso?
* Me mira detenidamente*
-¿Y por qué tanto interés en el?
-no es interés. Agacho la cabeza
-nisiquiera lo pienses. Dice mientras se levanta de la mesa.
-¿Pensar en qué?. Digo nerviosa
-bueno hazte Mensa. Dice mientras se va a la sala.
*Me río y me alisto para ir a la práctica*

Es curioso como hace algunos años alguna amiga me pidió que me inscribiera a su equipo de voleibol, ese día me negé, por qué nunca me ha gustado el voleibol, siempre me he identificado con la Gimnasia Artistica, (que por cierto, ahora se que Jamil se enteró de  la competencia gracias a qué mi madre lo menciono en algún momento para que el fuera uno de mis "presentadores"), el punto es que ahora estoy haciendo algo que nunca creí que iba a hacer, solo por querer ver a un hombre, a Jamil.

Llegamos a la cancha.

Jamil entra con Kalila y con la señora Hernández.

Al ver a Jamil, siento como si ya nos hubiésemos visto antes, puedo imaginar lo lindo que sería tenerlo a mi lado, después de todo, nos gustamos,  eso está más que claro.
¿que complicaciones podría haber si ambos nos queremos?

Cuando haya pasando el tiempo suficiente, seremos novios, y prometo que daré la mejor versión de mi a toda costa,  quiero  estar ahí en sus días malos para apoyarlo y quiero estar presente en todos sus triunfos, cuando salga de la Universidad, cuando tenga algún torneo, cuando haya logrado algo por lo que siempre trabajó, cuando cumpla sus sueños, pero también quiero que se recarga en mi hombro cuando sienta que ya no puede más, que me abrase cuando esté a punto de llorar y que cuando esté mal me llame, a un así sean las tres de la mañana, quiero estar ahí para el, darle sorpresas, consentirlo, escribirle miles de cartas y sobre todo, hacerlo muy feliz.

-y bueno, tenemos un rockstar caído. Dice Latika apoyando su cabeza en mi hombro.
-¿Por qué lo dices?. Dijo sin dejar de mirar a Jamil.
-por que ya te enamoraste.
-enamorarse es una palabra muy grande . Digo mirando a Latika.
-¿Osea que si te gusta?. Dice mientras da un brinco.
Agacho la cabeza y sonrio.
-ya me dijiste bastante con eso.
Ambas reímos
-lo bueno es que tú amor es correspondido. Dice señalando con la mirada a Jamil
-¿Crees?. Digo
-Desde que comenzó a practicar no para de mirarte.
-yo no lo he visto mirarme ni una sola vez. Digo agachando la cabeza.
-es por qué en cuanto volteado a verlo el se voltea, los he estado observando.
*Río*
-latika estás loca. Digo mirándola detenidamente.
-lo sé princesa.
Ambas reímos y nos vamos en dirección a los lokers, en donde Jamil me saluda y hablamos un poco hasta que mi madre nos llama a entrenar.
A la hora de jugar, nos toca en el mismo equipo y eso hace que hablemos un poco más, a un que mientras mi madre explicaba las jugadas, Jamil se iba del otro lado de la reja a platicar con Kalila, se nota que se llevan muy bien, no se que sean esactamente, tal vez son primos, dudo mucho que sean hermanos.

Al terminar la práctica Jamil, Yamina y la madre de Yamina se van rápido del deportivo, supongo que tienen algún compromiso, después de todo, hoy estuve cruzando palabra con Jamil muchas veces y la conexión estuvo presente como todas veces estando cerca de él...

Un Amor Que No Fue NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora