Un Amor Que No Fue Nada

22.9

Comienzo el día con una llamada de un número desconocido.
Es una mañana lluviosa.
Al término de mis clases me alistó para ir al trabajo con mi madre y con mi hermano.
Siento como Latika me jala del gorro de la sudadera rosa que traigo puesta.
-¡¡¡ TU !!!!. Dice lanzándome una mirada de advertencia
-¿Yo?. Contesto confundída
-tu tienes que contarme que es lo que te sucede con ese. Dice levantando las cejas.
-no se de quien me estás hablando. Digo volteando a la reja.
Justo en el momento en el que Jamil va entrando a la cancha con Yamina. 
Puedo sentir como mi ritmo cardíaco se acelera e inconcientemente sonrio.
-si claro, como se nota que no sabes de quién te estoy hablando.
-¡Latika! Estás loca, no hay nada que contar.
-si claro, sobretodo por qué el Jueves estuvieron hablando.
-tu lo dijiste ¡Hablando!, Ahorita estoy hablando contigo y no por eso pasa algo.
-nunca se sabe, soy otro nivel.
Ambas reímos y vamos a dejar nuestras cosas al los lokers.

A media práctica comienza a llover muy fuerte.

El viento y las gotas de lluvia llegan a nuestros cuerpos haciendo que todos y todas nos juntemos en un espacio de la cancha.

Mi madre hace una expresión de asombro al ver cómo comienza a caer granizo a nuestros alrededores.

Me hacerco a una esquina de la cancha para apreciarlo de cerca.

-¡Boo!. Dice mientras me toca los hombros.

Me sobresalto y volteo para hacerle cosquillas a Latika.

No es Latika.

Es Jamil.

Me quedo estupefacta mientras el ríe lo único que sale de mi boca es un "no me hables".
Oh no ¿Que fue eso?

Kalila llama a Jamil.

Él se va y yo me volteo para seguir viendo el granizo mientras me culpo por lo que acabo de decir.

Debe haber alguna forma en la que Jamil piense que no se lo dije en mal plan.

Volteo y veo que sigue hablando con Kalila.

Me hacerco a hablar con Latika.

Ya pasaron 30 minutos desde que la lluvia comenzó.

Me hacerco de nuevo a la esquina para seguir viendo como la lluvia cae.

Después de unos minutos voy de regreso al centro de la cancha pensando seriamente en lo que voy a hacer acontinuación.

Nunca he sido de las personas que hablan de primeras, siempre me ha dado miedo, y por más ganas que tenga de hablar, no lo hago, pero está vez tomo el valor y ahora soy yo quien espanta a Jamil.

-¡Boo!. Digo tocandole los hombros.
*Ríe*
-¿van a venir por ustedes? Dice sin mirarme a la cara
-lo más seguro es que venga mi papá. Digo mirando al frente.
-ah okey, hoy no iba a venir.
*No esperaba que dijera eso, pero estamos hablando más a si que ya es progreso*
-¿Y eso por que?. Digo jugueteando con el cierre de mi sudadera.
-tenia torneo de natación, uno estaba hasta mi universidad y otro estaba más cerca, pero ese no es por parte de la escuela sino es por parte de entrenamientos extra escolares.
No sabía que le gustaba la natación.
-¿Y por qué no fuiste?
-por que no he practicado, a parte ir implicaba no venir aquí y no creo que mi madre me hubiera acompañado con este clima. Dice señalando a las gotas de lluvia que caen a nuestro alrededor.
-si, supongo que tienes razón. Digo mirando al piso
-y ¿ya tienes algo para ir a la competencia de Gimnasia Artistica?
Me quedo estupefacta y lo miro detenidamente.
-¡Tu como sabes que quiero ir a la competencia de Gimnasia Artistica!. Digo sorprendía aún.
*Ríe*
-ya vez. Dice guiñando el ojo.
* Suelto una risita*
-No ya encerio cómo sabes.
-¿Quieres saber cómo lo sé?
-sii por favor
-pues...
¡MALIKA!
Llama mi madre, hago caso omiso, ya que no recuerdo haber mencionado la  competencia de Gimnasia Artistica y quiero saber cómo Jamil sabe de eso.
-te habla tu mamá.
Volteo y veo como mi madre me hace señas de que ya nos tenemos que ir.
Camino hacia delante sin voltear para decirle adios a Jamil.
-crei que te ibas a quedar ahí. Dice mi madre mientras ríe
Niego con la cabeza y nos subimos al carro de mi padre. Mientras el carro avanza recargo mi cabeza en el cristal del asiento trasero y veo como vamos pasando por las casas mientras la lluvia cae. No puedo parar de pensar en el como Jamil sabía del torneo.
Al llegar a mi casa y revisar mi celular veo un "¿Ya llegaste a tu casa?" de  Jamil, tiene 30 minutos que me lo envió, le respondo y me contesta al instante me recargo en la pared y sonrio al imaginar en lo que podría ser...