"Si por besarte tuviera que ir
después al infierno, lo haría.
Así después podré presumir
a los demonios de haber estado
en el paraíso sin nunca entrar."
- 𝐖𝐢𝐥𝐥𝐢𝐚𝐦 𝐒𝐡𝐚𝐤𝐞𝐬𝐩𝐞𝐚𝐫𝐞.
¿Qué se puede hacer cuando tu corazón es...
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𝐄l saber que, al menos un par de personas sabían lo que estaba sucediendo con los gemelos, había calmado el corazón inquieto de Bliss. Era realmente extraño, pero las miradas reconfortantes y compresibles que le dedicaba Sirius eran suficientes como para no ponerse nerviosa alrededor de sus amigos. Hermione, por el contrario, ignoraba la situación con la intención de no incomodarla.
Excepto aquel día, ya que podía apreciarse fácilmente los nervios de la muchacha.
Fred le había preguntado, más bien avisado, que luego de la cena se juntarían con George para conversar su situación, cosa que no le habría molestado a Bliss excepto por el hecho de que tendría que estar sola con ellos en la habitación que compartían.
¿Desde cuándo sentía nervios por estar con ellos a solas? Prácticamente habían convivido siete años en Hogwarts cuando ella se escabullía al dormitorio de chicos en su mayoría de los meses.
Y ahora no podía evitar hiperventilar al pensar en la conversación que se avecinaba.
"¿En serio estás bien, Bliss?" Una dudosa Hermione detiene su parloteo cuando nota cómo la castaña aprieta la tela de sus shorts vaqueros con demasiada fuerza.
Bliss no responde, por lo cual la bruja le toma las manos temblorosas y logra hacer que se concentre en ella.
"Llevas los últimos días fingiendo estar tranquila, pero ahora se está notando demasiado... ¿Sucedió algo con los chicos?" Murmura ya que los demás se encontraban cerca luego de decidir juntarse todos en el estanque.
Las voces de los gemelos se escuchan más elevadas que las otras al desafiar a Sirius a hacer extrañas piruetas en el agua y, como no, el mago con alma joven no demora en hacerlas demostrándole seguir estando en forma. El único que estaba tranquilo era Percy quien prefería nadar relajado, y tanto Ron, Harry y Ginny aplaudían observando los juegos de los demás.
Bliss comienza a sacar pequeñas tiras de césped, enrollándolas en la punta de sus finos dedos y jalando de estas.
"Bliss Jones, hablo en serio." La voz de Hermione se vuelve más autoritaria, sonando igual cuando regañaba.
Eso fue suficiente para intimidar a la castaña.
"Hoy vamos a conversar... ya sabes, la situación." Murmura.
"Oh... ¿esa situación?"
En respuesta, Bliss tararea afirmando la deducción de su amiga.
"Ahora tiene sentido... Se ven más inquietos de lo normal." La risita que suelta Hermione no ayuda del todo, pero logra hacer sonreír tímidamente por el efecto que reconocía tener en ambos hermanos.
Quizá ellos también intentaban disimular que todo iba tranquilo y normal, actuando exagerados en su personalidad divertida.
Pensaba que la conversación llegaría ahí, pero claramente Granger tenía su cerebro trabajando en busca de alguna solución para una de sus mejores amigas.
