**Capítulo 69**

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Maratón 6/8


Lenta y perezosamente levantó sus párpados pestañeando varias veces para acostumbrarse a la claridad, la calidez de las sábanas le daba una sensación de tranquilidad a su cuerpo. Sus ojos enfocaron el techo de madera, fue ahí cuando su mente hizo click y recordó todo lo que había ocurrido la noche anterior.

Inmediatamente llevó su mano al otro extremo de la cama, buscando sentir a su esposo, pero se desconcertó cuando se dio cuenta que ese lado de la cama estaba vacío. 

Trago grueso, recordaba que el omega se había quedado dormido junto a él, sintió miedo de que sólo haya sido un hermoso sueño, tristemente un producto de su imaginación.

Mew comenzó a desesperarse, su lobo arañaba y clamaba la presencia de su omega.

Se levantó rápidamente y caminó hacia la puerta, su corazón latía furiosamente, rezando para que Gulf estuviera cerca, sabía que no había sido un sueño, Gulf lo había salvado, le había dado la hermosa noticia de que serían padres otra vez, definitivamente tenía que ser real, se rehusaba a pensar lo contrario.

Porfavor, porfavor, porfavor...

Casi corrió por toda la cabaña, siendo movido solamente por la desesperación y el miedo de estar solo y sin la presencia de su hermoso omega.

Pero pudo respirar tranquilo cuando llegó al área de la cocina y lo vio cocinando y tarareando una dulce melodía, fue ahí cuando el alma le regreso al cuerpo y su lobo pudo quedarse tranquilo. 

Camino hacia el bonito omega y estando este distraído se tomó el atrevimiento de abrazarlo por detrás, posando sus manos en su pequeño vientre, un agarre flojo y tímido pero que definitivamente necesitaba. El más bajito se sobresaltó y se encogió cuando sintió la respiración del alfa en su nuca, pero al darse cuenta que se trataba de Mew se tranquilizó incluso una pequeña sonrisa se dibujó en sus gruesos labios.

Sintió como el alfa recargaba su barbilla en su hombro, el más pálido cerró sus ojos y disfrutó del aroma que desprendía aquel menudo cuerpo.

Había regresado... Su aroma a manzanas estaba de vuelta.

─ Buenos días ¿Cómo amaneciste? ─ fue el menor quien habló primero.

─ Buenos días... Ya estoy mejor, los síntomas de mi celo se están disipando ─ podía sentir su pequeña pancita, su cachorro estaba ahí dentro, ignoro el tamaño de su vientre, ya habría tiempo para que Gulf le hablará al respecto.

─ Me alegro que ya estés mejor... Mira prepare el desayuno, no es mucho porque de milagro encontré unos huevos y harina para hornear, revise tus cosas y tampoco andabas mucho que digamos ─ esto último fue un reclamo, como era posible que no cargará con alimento en su maleta, si le encontró unos sobres de cafés fue de puro milagro.

Mew sonrió porque ese omega se miraba demasiado adorable cuando estaba "molesto"

─ Ya, no te enojes, se supone que este lugar es cuidado por una pareja de ancianos, creí que tendrían algo que podría serme útil, de haber sabido que estarías aquí me hubiera preparado mejor ─

─ Como sea, es solo para que nos apacigüe el hambre y no regresemos con el estómago vacío ─

Ambos eran conscientes que tenían que regresar, aunque estando en este lugar se sintieran tan a gusto y cómodos, su pequeña cachorra los necesitaba, ya la habían dejado sola por mucho tiempo.

"Don't throw me away" / MewGulf /Donde viven las historias. Descúbrelo ahora