Todos estaban muy nerviosos. No por ir a una casa con extraños, sino porque no podían sacar de sus mentes quién sería el siguiente en abandonar el juego, ese juego macabro que había comenzado hacía un año. Casi no se hablaban, ya que sabían que uno de ellos era el asesino. La pregunta era quién. Demasiadas preguntas y ninguna respuesta.
-Cheng, sigo sin creerme que tus padres te hayan dejado venir. Deben de ser muy ingenuos si se han creído que tenías amigos-dijo Miguel.
El asiático bajó la cabeza, humillado. En verdad, sus padres no le habían creído ya que sabían que su hijo no tenía amigos, pero aún así le dejaron ir. Un pensamiento egoísta pasó por la cabeza de Cheng, esto le estaba viniendo bien, quizás ahora podría tener amigos o alguien que le entendiera.
-No os metáis tanto con el pobre, no tiene la culpa de ser tan bobo.
-Te equivocas Mario, no es bobo, es una rata de laboratorio con una nota media de diez. Ya que eres tan listo dinos quién es el asesino de nosotros o quién morirá primero. Me gustaría verte en el suelo lleno de sangre, con tus ojos llenos de dolor, aunque con esos ojos achinados no puedes mostrar expresión alguna además de la de estreňido.
-¡Basta ya! Dejad al pobre hombre, no os ha hecho nada.
Cheng sonrió tímido hacia el comentario de Calavera, pese a su exterior no era la más mala de todos los que estaban allí para él, las apariencias engañan.
-Eso, tú defiende al chino.
-Cállate.
-Eso Miguel, que Alicia solo sale con gente de cara blanca que se pasea por los cementerios y este tiene la cara amarilla-se burló Mario.
Todos rieron excepto Cheng y Calavera.
-Llámame Alicia una vez más y tu estúpida cara estará rota, ¿lo entiendes? Lo mismo si le vuelves a herir con esos comentarios. Chulo de pacotilla, a saber qué escondes tras esa personalidad.
Mario se puso colorado, no le gustaba que insinuaran nada de como era, quizás llegaran a sospechar sobre su orientación sexual.
-Bueno dejemos a un lado este estúpido tema. ¿Dónde está mi habitación y con quién duermo?
-Puedes dormir conmigo.
-No Eva, nadie dormirá ni solo ni con otra persona. Dormiremos todos aquí en el salón, juntos. No sabemos quién de nosotros es el asesino-dijo Calavera.
Asintieron, no se querían quedar solos por nada del mundo y menos con otra persona. Se miraron unos a otros, pensando quien sería esa persona tan cruel que mataba por gusto. Teníamos al chino marginado, a la gótica defensora del chino, quien poco a poco la iba cogiendo mas cariño. También estaba el típico triunfador con un gran secreto, la niña rica y mimada pero despechada, y el chico problemático apartado de la sociedad para cuidar a su madre. Todos pensaban cosas, todos creían tener una teoría firme sobre quién sería el asesino, pero nadie se atrevía a hablar.
-¿Y si ninguno de nosotros es el asesino y nos está haciendo creer que es así para volvernos locos y que sea mas fácil matarnos?-sugirió Cheng.
-Juntos es más fácil matarnos. No deberíamos haber venido-dijo temerosa Eva.
-¿Y estar solos?-susurró Calavera.
-Mejor que así es-dijo Miguel.
Se volvieron a quedar en silencio hasta que Mario lanzó una pregunta a Eva.
-Creo que tienes una cancha de tenis. ¿Podemos ir a jugar? Así nos despejamos.
-Claro. Está junto a la piscina.
Todos salieron, estaba ya anocheciendo y habían tardado en llegar, pero ahora se agradecía un poco de aire fresco. Eva cogió las raquetas y las pelotas, y salió. Grande fue su sorpresa al ver a los demás al borde de la piscina con gesto abatido. Curiosa, corrió hacia ellos.
-¿Qué os pasa?-preguntó.
Pero enmudeció al ver a un maniquí flotando sobre el agua. El muňeco tenía numerosos cuchillos clavados, y escrito en la espalda, tenía un mensaje que no alcanzaban a leer desde esa distancia. De pronto, un chapoteo interrumpió aquel silencio. Calavera se había arrojado al agua y nadaba hacia el maniquí, al tiempo que su maquillaje desaparecía.
-¿Qué pone?-preguntó Cheng.
Se hizo un largo silencio antes de que hablara.
-Pronto todos estaréis así, pero antes me voy a divertir con vosotros. El último que muera será el más desafortunado, y voy a dedicarle un trato especial. El juego ha empezado.
Lo más tenebroso de la situación era que estaba escrito con sangre seca.
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DARK MOON
Mystery / ThrillerCinco jóvenes. Todos muy distintos, todos muy raros y con cero cosas en común. Nadie sabía lo que hallarían aquella noche en el bosque, aquella noche que, para bien o para mal, marcaría sus vidas.