Mario se despertó sudando, había tenido una pesadilla. En verdad, todos habían tenido una pesadilla esa noche, o simplemente no se podían dormir. Eran las cuatro de la madrugada y ninguno estaba dormido, bien porque las pesadillas les impedían dormir o bien porque tenían demasiadas cosas en la cabeza, y el asesino tenía una en concreto, cómo aterrar y matar a su siguiente víctima.
Mario fue hasta la cocina para beber un poco de agua y despejarse, no encendió ninguna luz para que nadie supiera donde estaba, eso le aterraba más que la oscuridad. Allí estaba también Cheng, comiendo galletas junto a un cuchillo. Mario se asustó, pensó que era el asesino, entonces notó que estaba temblando, bastante aterrado. Supo que en él podía confiar.
-¿Tampoco podías dormir?
-No. Saber que uno de nosotros nos matará no me produce dulces sueños. Quizás seas tú, o quizás yo sea el asesino o la siguiente víctima.
-Mejor no fiarse de nadie.
Ambos asintieron y se quedaron en silencio, entonces llegó Calavera.
-Hola Alicia.
-Mario, llámame una vez más eso y te clavo el cuchillo del chino y te abro en canal.
-Alguien se pone de peor humor cuando no duerme.
Cheng les veía discutir de forma cariñosa, y algo dentro de él se rompió, no solo porque la única persona en la que confiaba le había llamado en tono despectivo chino, sino porque esa misma persona estaba dentro de su corazón, y estaban ligando con ella. Cheng estaba enamorado de Calavera. Lo que él no sabía es que no tenía de que preocuparse, ya que Mario no se sentía atraído por ella. Al cabo de un rato decidieron volver a intentar dormir, y todos lo consiguieron. Todos menos Mario, el cual levantó y se asomó a la ventana, para recibir el aire fresco de la noche. Fue entonces cuando vió en las lindes del bosque que le rodeaban, una Figura fugaz que se adentró en la espesura. Sin pensar, bajó corriendo las escaleras y se acercó al lugar.
-¡Sal!-gritó.
Nada, ni un movimiento. Se adentró, titubeante, entre las árboles. Durante unos segundos no vió nada, hasta que oyó como crujían varias ramas.
-¡Sal cobarde!-gritó a la oscuridad.
Sólo el silencio le respondió. Tragó saliva y caminó, hasta que encontró colgado sobre un árbol, la cabeza de un lince. Mario se acercó, atónito y temeroso. Apenas se dió cuenta de que alguien le golpeó con una roca y lo dejó inconsciente.
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DARK MOON
Mystery / ThrillerCinco jóvenes. Todos muy distintos, todos muy raros y con cero cosas en común. Nadie sabía lo que hallarían aquella noche en el bosque, aquella noche que, para bien o para mal, marcaría sus vidas.