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(Nota: pasaron años ya, Otoko tiene 15/16 años)
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Otoko golpeo a su oponente con bastante fuerza, pues su rival no era alguién exactamente debil, pero de todas forma iba ganando.

Puso la cabeza de su oponente contra el suelo y lo agarro de los brazos.

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¡Otoko gana! -dicho eso silvo con su silvato, provocando un sumbido por toda la sala. -te costo al principio pero al final lo lograste - elogio la superior mayor, ella era como una directora en una escuela llena de alumnos, pero en este caso si la "directora" es lastimada de manera consiente, inconsiente, o sin él consentimiento de alguién, este de todas formas seria ejecutado por sus propias amistades.

Oh,gracias Ryuku-sama -respondio Otoko para despues inclinarse en gesto de respeto y gratitud.


No es nada Otoko, no debes de inclinarte frente a mi, sólo debes tratarme con respeto y no te pasara nada- Aclaro con gentilesa la superior mayor.

¡Perdón! ryuku- sempai - Exclamo Otoko sin llegar a gritar, por el hecho de que gritarle a la superior mayor era completa falta de respeto hacia ella.

La superior mayor es muy importante para la tribu, cuándo participaba en las guerras/peleas/batallas, siempre ganaban si ella estába en la pelea. Otoko es él único qué puede llegar a alsarle la voz sin qué lo maten, seria castigado, pero no asesinado como la mayoria de personas, por el hecho de qué él era él elegido de la superior,estába siendo entrenado para ser el proximo superior mayor para cuándo la actual se retire.

Otoko era entrenado por la mismisima superio mayor, por qué el tiene mismo potencial qué su sempai tenia a su edad, Otoko aprendia rapido, y sabia manejar los cuchillos casi a la perfección, pero  eso no significaba qué no se lastimara de más en las peleas, pero no era de qué preocuparse, ya qué su sempay aún se lastimaba en las peleas, no tanto como él por obvias razones, pero se golpeaba.

Ese era el día de cumpleaños de la sempay, por lo qué era un día diferente, todos tendrian permitido salir, sólo si llevavan 2 armas blancas, y evitar todo los policias o suidadanos qué estubieran relacionados con el gobierno, por qué bueno, no es muy legal entrenar niños sólo para matar que digamos, y aparte de armas blancas, también llevavan 10.000 pesos cada uno de los chicos y chicas.

Otoko, ¿quieres ir a comprar?, Hiro y yo investigaremos la ciudad y de paso, ¡veremos las tiendas que nos parecen interesante! - dijo feliz Melissa, pues sólo los dejaban salir una vez al año, por culpa de los policias o gente del gobierno, pero no podia decir nada, por qué no es como si fuera legal criar niños  solo para matar.

Umm, ¡yo ire con ustedes! -exclamo Otoko igual de feliz que su mejor amiga, pero después se acordo de algo, o mejor dicho alguién, ¿donde estába Hiro?.

¿Que pasa Otoko?, ¿ya no quieres ir? ¿Tienes otros planes? - preguntó algo desanimada, por él repentino cambio de humor del peli-negro.

No pero... ¿Donde está Hiro? - pregunto Otoko algo extrañado de que Hiro aún llegara, ese chico llego temprano hasta a su nacimiento (Hiro nacio a los 8 meses), era extraño que no estuviera con ellos.

¿...donde está Hiro...? ¿¡Donde está Hiro!? - Melissa se exalto, ¡si Hiro llegaba tarde a algún lugar seguro qué era el fin del mundo! .

Aquí estoy - Hiro levanto levemente queriendo llamar la atención de sus amigos.

¡Melissa!,¡No me grites!, ¡Soy tú sempai! -exclamo Otoko, con un ego fingido.

¡Otoko!, Aún no eres sempai de nadie- Hiro fue ignorado de nuevo , y Melissa  dio una pequeña risita entre bajo.

The place of murder Donde viven las historias. Descúbrelo ahora