no homo | nahyuck

O3

La música era buena, el ambiente era bastante agradable, aún cuando no conocía a la mayoría de los presentes que hacían desastre en cada ajena. Tenía que admitirlo, era una fiesta digna de aparecer en una típica película americana de adolescentes.

Jaemin iba de aquí para allá con un termo plateado en manos, meneando sus caderas al ritmo de la música y riendo con las personas que se acercaban a saludar.

Estaría mintiendo si les dijera que Donghyuck no estaba perplejo ante lo bonito que lucía el otro, sus jeans se apretaban a sus piernas como una segunda piel, su simple camisa blanca con una sudadera negra estaba aguada y fajada en sus jeans negros.

— ¡Hyuck! ¡Amigo!— gritó Jisung agarrando del brazo al mencionado con toda la intención de emborracharlo, como toda buena costumbre de sus fiestas.

Jeno llegó varios segundos después a la cocina con dos botellas de vodka saborizado ya vacías. — Son unos salvajes— se quejó Lee echando su cabello hacia atrás en un hábito que había adquirido desde que lo dejó crecer más de lo acostumbrado.

— Cierto, Jaemin te está buscando— comentó Jeno agarrando un vaso de vidrio que muy probablemente terminaría hecho añicos sobre el suelo.

— ¿A mí?— se señaló Jisung con una notable confusión— Pero acabo de verlo.

— A ti no, tarado, está buscando a Hyuck.

Entre un par de palabras de disculpa, Donghyuck se alejó de la cocina dejando a Jisung y Jeno con sonrisas pícaras en sus rostros. Ambos sabían de lo que iba a suceder esa noche.

El chico de cabellos castaños con mechones lilas se movía entre la multitud con cierto pasó lento, las luces neón caían sobre su rostro haciéndole lucir tan etéreo, casi como una escena de película adolescente, claro, tampoco podía faltar una botella de agua que había robado del refrigerador en manos. Donghyuck llevaba su auto y no se pondría en riesgo manejando ebrio, no otra vez.

Lee saludó a las personas que le veían con una sonrisa, un par de besos en mejillas y platicas veloces fueron más que suficientes para salir de la apestosa sala con olor a sudor y alcohol.

Donghyuck sonrió en grande sin importarle dolor en sus mejillas acalambradas al ver al bonito pelinegro sentado en una de las jardineras ubicadas frente a la piscina llena de iluminación mientras bebía de aquel termo plateado que vio en un inicio.

— Jeno me comentó que me estabas buscando— Comentó el castaño con voz clara y alta, consecuencia de la música, termino tomando asiento en aquella jardinera, logrando que Jaemin se sobresaltara por su presencia.

— Me asustaste— renegó el pelinegro llevando su mano derecha hacia su pecho, en donde su corazón latía desbocado y no sabía si era por el susto o por la mera presencia de Lee.

¿Cómo no lo había escuchado? Si claramente le había gritado casi al oído.

Pero ahí estaba Lee Donghyuck frente a él, con una gran sonrisa y ojitos brillantes.

¿Quién era Donghyuck realmente?

Lee Donghyuck era sumamente conocido por ser un chico ulzzang, cosa que hizo que adquiriera una mejor imagen, confianza y le brindó la oportunidad de crecer en redes sociales. El chico era extremadamente lindo y tenía unos suaves y brillantes labios que te pedían a gritos ser besados.

Jaemin cayó por él recién iniciaron la primaria, sin embargo nunca le contó de aquello, y así se convirtió en el primer chico que se enamoró perdidamente de Donghyuck. Hoy en día había muchas personas enamoradas del castaño de sonrisa radiante, le daban regalos e incluso lloraban por él. Jaemin no los juzgaba, si no lo conociera personalmente también le estaría llorando a un desconocido.

Jaemin carraspeó dejando su termo sobre el pasto.— ¿Estás seguro de lo que vamos a hacer?

El pelinegro quería lucir seguro de sí mismo, no iba a titubear y ni mucho menos a tartamudear, y vaya que estaba logrando convencer a Donghyuck de su seguridad que no tenía.

El bajo asintió lentamente acercando su rostro al contrario. De cerca podía apreciar lo bonitos que eran los ojos del pelinegro, como era que tenía pestañas largas y claras que no se veían a primera instancia, su bonita nariz que terminaba en bolita y tenía un brillo tan natural (era igual o ligeramente más brillante que sus pómulos), lo último que vió fueron sus labios cubiertos por un exquisito labial rosado similar a un tono frambuesa.

La mano de Jaemin tomó el cuello de Donghyuck y lo acercó más a si mismo.
Antes de besarlo susurró un claro y bajito "no homo".

Los labios de ambos iniciaron a moverse con suaves presiones que le permitían a Donghyuck apreciar el sabor que tenían los labios del contrario.

Frambuesa y mora azul. Sin duda se volvería su sabor favorito.

Jaemin se separó momentáneamente de Donghyuck.

— Estás tenso, necesitas relajarte o tu chica pensará que no quieres besarla— murmuró antes de pegar una vez más sus labios a los contrarios, aprovechando la cercanía que estaba teniendo con un chico que era jodidamente hermoso.

Los labios de ambos se movían a un mismo ritmo, labio contra labio encajando correctamente. Estaban disfrutando tanto, poco les importó que varios de sus compañeros de escuela les vieran e iniciaran a murmurar acerca de ambos.

Donghyuck pareció encontrar un poco de confianza y acercó sus manos a la cintura de Jaemin, poco después mordió el labio inferior del otro y se aproximó a meter su lengua en la cavidad bucal contraria, permitiéndose recorrer cada rincón por más recóndito que pareciera.

Estaba disfrutando de los besos de Jaemin, el niño sabía lo que hacía con su lengua y boca, cosa que le hacía perder control.

Jaemin se separó causando un estruendoso chasquido.— Eres bueno besando, no sé ni porqué me pediste este favor— rió el chiquillo de cabellos castaños. Se agachó y tomó su termo para beber su bebida energizante sabor a moras.

Donghyuck asintió un tanto anonado ante lo que recién había sucedido. Acababa de tener el mejor beso de su vida y no quería que este acabase.

El castaño atrajo a Jaemin en un beso más, con mucho más movimiento que logró desestabilizar al pelinegro.

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