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Pedos sentimentales ft. lee donghyuck

Un agitado de cabello morado con enormes ojeras, labios partidos y raíces sin retocar tocaba la puerta de la bonita casa de campo perteneciente a Yuta y Taeil.

— ¡No, Taeil! ¡Teníamos que hacerlo ya!— los gritos de Yuta se escuchaban del otro lado de la puerta, el menor parecía estar histérico y sumamente enojado, Lee se sintió mal por interrumpir lo que sea que estuvieran haciendo sus hyungs.

— ¡Amor! ¡No te enojes!— los gritos del mayor de la pareja se volvían cada vez más cercanos.

— ¡Jódete!

La puerta se abrió revelando a un Taeil agitado y despeinado.— ¿Qué te trae por aquí, pequeño osito? Pasa— el mayor se hizo a un lado dejando ingresar al intruso a su morada.

— Lamento interrumpir sus cosas, hyung. U...ustedes estaban por... — fue callado rápidamente por la risa del castaño.

— No estábamos haciendo nada malo, no te me traumes.

— P...pero su cabello, hyung.

— Íbamos a jugar Twister.

— Tengo 18, no tiene que mentirme.

Moon rodó los ojos señalando con su cabeza el mantel lleno de círculos de colores perteneciente al juego.

— Lee Donghyuck, eres un cochino. Sicheng no te educó así.— regañó el japonés tomando asiento en su cómodo sofá— Siéntate y habla.

El morado suspiró nervioso por lo que estaba por decir.— Necesito un consejo por parte suya.

— ¡Yuta! ¡Pon la tetera!— el grito del castaño resonó por toda la casa trayendo la presencia del mencionado quien le veía con cara de pocos amigos, sin embargo su semblante cambió al ver al morado después de mucho tiempo.

— Hyuck, cariño— el suave tono de Yuta hizo sonreír cálidamente al menor que estaba a punto de llorar— ¿Por qué no viene Nana contigo?

— ¿P-por qué tendría que venir conmigo? ¿Les dijo algo?

— ¿No son novios?— la voz del japonés sonaba confundida y casi sintió su alma salir de su cuerpo cuando el menor negó con una mueca en labios— Tú pon la tetera— ordenó en dirección hacia su novio, Taeil asintió sin rechistar y corrió hacia la cocina.

— ¿Por qué creyó eso, hyung?

— Siempre que lo ves tienes ojitos brillantes, similares a los de Taeil cuando recién iniciamos a salir. Sonríes o te pones nervioso en extremo cuando hablan del niño, no hay punto intermedio, ahora mismo estas nervioso y no lo puedes negar, incluso, Nana es la única persona a la que le ruegas por un poquito de atención, y le respondes al minuto cualquier cosa. Supongo que malinterpreté las señales— la voz suavecita de Yuta lo era todo, era una melodía perfecta para arrullar a cualquiera que se detuviera a escucharlo hablar.

Su voz tenía el mismo efecto tranquilizante que la voz de Jaemin tenía sobre él.

— Es complicado. He estado metiendo mucho la pata estos últimos días— el pie derecho de Donghyuck se movía constantemente en señal de ansiedad y desesperación.

— ¿Qué has hecho ahora?

— Siento la necesidad de estar cerca de Nana, de abrazarlo y dejar que apoye su cabeza en mi cuello, de jugar con su cabello y besar sus manitas, puede sonar asqueroso, puede sonar asqueroso, pero es el único que puede ya sabe hyung, es el único que puede...— Yuta no le dejó continuar, estaba por salir perturbado de solo pensar en lo que estaba por decir.

— No veo el problema, es normal, estás descubriendo tu cuerpo y el niño no está mal.

— Está mal, se supone que soy heterosexual.

La escandalosa risa de Yuta asustó a los presentes.

— Taeil era heterosexual, o eso creía hasta que tuvo un muy guapo chico de cabellos rojos comiéndole la boca en una fiesta de Kun— el mencionado volteó a ver sorprendido hacia su novio. Mentiría si dijera que Yuta fue un pasatiempo, el chico de cabellos rojos (en aquel entonces) se volvió su todo e incluso más que eso.

— A lo que Yuta quiere llegar es que no te cierres a ideas. Acabas de aceptar que estás vuelto loco por Jaemin sin darte cuenta, ahora falta que te aceptes por quién realmente eres— explicó Taeil dejando sobre la mesa de centro dos tazas de té y una copa de agua mineral.

— Mi madre siempre me dijo que el ser homosexual es malo— explicó el menor sintiéndose cohibido y sumamente culpable por todas las acciones cometidas en un pasado muy cercano.

— No es malo. Lo que está mal es que te hayan metido esas ideas cuando es tu vida, son tus preferencias y es lo que a ti te gusta, puedes amar a quien tú quieras sin filtros, siempre y cuando esa persona también quiera tu amor. A las personas aún les falta entender que amar a alguien de tu mismo sexo es normal y no por ello estás enfermo.— el japonés explicaba todo el discurso que estuvo ensayando por meses para cuando se llegara la ocasión de hablar con alguien sobre sus preferencias sexuales— Si a ti te gusta Jaemin ve por él, y no te detengas hasta que te sientas conforme con lo que has logrado, solo no me lastimes al niño, es muy sensible.

— Pero sí detente poquito a reflexionar en tus acciones.— interrumpió Taeil logrando obtener una mala mirada por parte de su novio— Si realmente quieres estar con él, tómate tu tiempo, dale el suyo y no presiones las cosas. Deja que todo fluya de manera correcta.

Entre un par de consejos, anécdotas y más, Lee fue invitado a cenar pizza casera con ellos aquella noche.

Taeil tenía miedo a quedarse solo con Yuta, pero no lo aceptaría.

no homo | nahyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora