𖥻12

384 40 8
                                    

— ¿Crees que debería bajar de-? ¡Mierda, ¿qué te pasó?!
 
JeongIn se levantó de golpe desde su cama en cuanto MinHo entró a la habitación y se quitó la sudadera que llevaba encima, dejando al descubierto un horrible moretón en su brazo. Le miró alarmado, frunciendo las cejas, esperando que le respondiera. Porque en serio se veía horriblemente doloroso, partes rojas que probablemente se volverían moradas después, esparcidas por una amplia zona de su piel, llegándole desde el final de su hombro hasta, por lo menos, ocho centímetros abajo. MinHo no contestó, en vez de eso se volteó para darle la espalda, quitándose la playera y caminando hasta el armario, sacando de él una camiseta limpia. Yang se quedó sentado en las orillas de su cama sin dejar de mirarlo de esa manera.
 
— Una pelota de béisbol — fue su respuesta.
 
— ¿Béisbol? ¿Volviste a pelearte con los de béisbol?
 
JeongIn colocó ambas manos en sus caderas todavía sentado, teniendo ese tono de reproche como quien discute con su pareja. Así era siempre que discutían, como las peleas de una pareja casada. MinHo solo negó, casi ofendido porque creyera que iría a pelear con los chicos de béisbol.
 
— ¡Fue solo una vez! Y además fue hace dos años — se defendió, tirándose a la cama —. Aparte, ese tipo se lo buscó... te insultó.
 
— Sí, pero de todas maneras no debiste golpearlo, el tipo tenía un bate, pudo haberte dado una buena paliza.

— Aish... ya no me regañes, ¿sí? Aprendí mi lección, así que no, no me peleé con los de béisbol — intentó zanjar el tema ahí, pero JeongIn no se lo permitió porque se levantó y ser tiró encima, aplastándolo —. ¡Mierda, avisa!
 
La carcajada retumbó en sus oídos, teniendo a su mejor amigo acomodándose en su cama, metiéndose entre sus sábanas y abrazándole, con su brazo en su pecho y una pierna rodeando las suyas, teniendo también su mejilla aplastándose contra su hombro sano. Tal como solía hacer en vez de en cuando, algo totalmente normal entre ellos.
 
— ¿Qué pasó?
 
Soltó un profundo suspiro antes de contestar: — Sí fue una pelota de béisbol, pero no del equipo, en realidad... ¿conoces la zona de bateo en el centro?
 
— ¿El edificio largo y blanco?
 
— Sí... JiSung y yo fuimos a jugar un poco, me distraje y el cañón me golpeó.
 
En vez de seguir preocupándose por el golpe en su brazo, JeongIn se alzó para mirarle el rostro teniendo una expresión confundida, tomándose un pequeño momento en silencio donde analizó sus palabras, como si estuviera atando cabos, diciendo en voz baja: — Dijiste que saldrías con tu novia después de que fueras a ver a tus padres... ¿por qué irías con JiSung a la zona de bateo? — sin terminar de comprenderlo.
 
¿Era el momento de decirle?
 
Sí, lo era.

— Hay algo que no te he dicho... uhm... no tengo novia.
 
— Dijiste que la tenías...
 
— No, tú asumiste que la tenía.
 
JeongIn dudó, haciendo una mueca. — Estoy confundido, ¿no tienes novia? ¿Y por qué me dijiste que me dejarías plantado por ella como venganza?
 
— Es que sí te dejé plantado por alguien, pero tú asumiste que hablaba de un ella...
 
Silencio. JeongIn lo procesó un momento, ambos callados.
 
— Entonces... ¿no tienes novia?
 
— ¡No! ¿Es que eres idiota? ¡No hablaba de una chica, hablaba de un chico! En serio eres estúpido, Yang JeongIn.
 
Rió, una fuerte carcajada que dejó asomándose aquel coqueto hoyuelo, alzando sus cejas y empequeñeciendo sus ojos. — ¡Lo entendí! ¡Solo quería que lo dijeras en voz alta! — Admitió, dándole palmaditas burlonas y juguetonas en su pecho sin dejar de reírse, ignorando las quejas de su mejor amigo — ¡Ya era hora! Comenzaba a pensar que realmente nunca me lo dirías.
 
— ¿Eh? Tú... ¿lo sabías?

— ¿Que eres bi o algo así? Hermano, cuando nos emborrachamos mucho te pones muy empalagoso, demasiado para ser no homo. ¿En serio no recuerdas nada de esas veces? — cuando negó, JeongIn volvió a reír con ganas — Hace dos años, en la fiesta de Jackson, ¿la recuerdas? Estábamos tan ebrios, sobre todo tú, y comenzaste a decir cosas demasiado gay viniendo de ti. Amigo, tú me besaste y me manoseaste el trasero, ¿y creías que iba a seguir pensando que todavía eras hetero?
 
MinHo boqueó, sin saber qué responder, de repente sintiéndose conmocionado y avergonzado. — ¿Lo hice?
 
— Lo hiciste.
 
— Mierda...
 
— Si no fuera por el vídeo que tomaste con mi teléfono, yo tampoco lo recordaría.
 
— ¿Hay un vídeo?
 
— Lo había, lo borré pensando que no querrías que se filtrara o algo así — suspiró, tranquilizándose, sonriéndole —. Escucha, entiendo por qué no me dijiste antes, no estoy enojado por eso, ¿sí? Eres mi mejor amigo, voy a estar ahí siempre apoyándote en todo, ¿bien? Puedes confiar en mí.
 
JiSung tenía razón, también era bastante obvio. Era solo él, teniendo miedo de ser quien realmente es él mismo, tal como lo había dicho cuando empezaron a salir.
 
Desde ese momento, sería él. Solo él.

Kiss me like nobody's watching || MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora