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Se sentía observado.
 
Es decir, él no era popular como en esas novelas juveniles, pero era relativamente conocido ya que es el capitán de uno de los equipos de la universidad, como todos los capitanes que eran conocidos como tales, pero incluso así se sentía extrañamente observado. MinHo miró a sus costados, realmente nadie le prestaba atención, pero era como si lo hicieran en secreto, o quizás estaba siendo paranoico a causa del pequeño problema en que se había metido él solito.
 
¿Han Jisung habrá dicho algo? No, probablemente no, habían pasado dos semanas y media, si Han hubiese abierto la boca todo el campus le estaría señalando y cuestionándole si era verdad. En especial los miembros de su equipo, pero nadie parecía enterado de nada. Todos estaban en sus propios asuntos, en sus propios problemas, nadie velaba por los chismes de otros. Eso debió relajarle al menos un poco, pero lo cierto era que seguía igual de rígido. No podía evitar sentirse nervioso y ponerse alerta, era como si estuviera volviéndose loco. Quizás si averiguaba con Han se sentiría más tranquilo, pero debía buscarlo después de los entrenamientos de fútbol, que ciertamente no tenía ni una puta idea de cuándo se suponía que terminaban.
 
— ¿No es un poco molesto? — la voz de uno de sus amigos y compañero de equipo se escuchó a su costado, junto al saludo de su mejor amigo, quien iba al lado del chino.

Wang Jiaer, o mejor conocido coloquialmente como Jackson, un chico de intercambio desde china y también uno de sus mejores nadadores de estilo braza. No era demasiado alto y tenía la piel bronceada, el cabello castaño y lacio, los ojos rasgados y grandes, una mandíbula jodidamente marcada y cuadrada; era muy atractivo en realidad. Pero era un poco, muy, idiota a veces. 
 
— ¿De qué hablas? — el rubio cuestionó confundido, mirándole con las cejas fruncidas.
 
Yang JeongIn, además de ser su mejor amigo, también es uno de los mejores nadadores de estilo libre en el equipo. JeongIn era más bajo que él por cuatro centímetros con punto cinco milímetros (como siempre iba recalcando), tenía el cabello teñido a gris y corto que armonizaba con el color claro en su piel. Sus labios llamaban la atención, carnosos y rojizos todo el tiempo por la cantidad de dulces pigmentados que comía; tenía una nariz pequeña y abotonada, sus ojos marrones, rasgados y medianos. Tenía un lunar en la frente, otro muy pequeño cerca del pómulo derecho que era bonito y un característico hoyuelo que se asomaba por su rechoncha mejilla cada vez que sonreía. Sobraba decir que era bastante guapo también, porque era muy evidente que lo era.
 
Ambos chicos estaban usando las camperas deportivas del equipo, las cuales eran oscuras con dos franjas plateadas a los costados del cuello alto y en el final de la manga larga, con el logo de la universidad al costado izquierdo de tamaño mediano, también con un par de pantalones sueltos del mismo diseño. Al igual que MinHo, llevaban sus bolsos rodeándole uno de sus hombros, colgando a un costado de la cadera, pues sus prácticas comenzaban dentro de poco. Y el entrenador seguía molesto, por lo que no les convenía llegar muy tarde —aunque en realidad todavía faltaban veinte minutos.

— Ahí — Wang alzó la barbilla para apuntar con ella una dirección detrás de MinHo, quien tuvo que girarse para curiosear. No encontró nada fuera de lo común en los pasillos abiertos, solo chicos y chicas hablando entre sí, algunos gimnastas practicando en el césped del amplio jardín incluso —. No tengo nada en contra de los homosexuales, pero ¿no deberían ir a una habitación en vez de dar demostraciones públicas?
 
JeongIn le frunció el ceño y MinHo volvió a girarse para buscar lo que estaba hablando. Y bueno, sí, había dos chicos abrazados y apoyados en lo barandales que rodeaban la zona abierta del lugar. Uno era de atletismo y otro de boxeo, como podía notarse por sus uniformes correspondientes, y no hacían nada más que darse mimos mutuamente. Era hasta tierno, de alguna forma, se les veía felices y cómodos entre ellos, y todos los demás no les prestaban demasiada atención. De nuevo, todos estaban en sus propios asuntos.
 
— Solo se están abrazando, Jackson.
 
— Las demostraciones públicas de afecto, en mi país, no son bien vistas — encogiéndose de hombros hizo una mueca, una que podría ser desagradable. Al menos a MinHo le dejó una pequeña espina molesta —. En especial si son homosexuales.
 
Y JeongIn le dio un zape, la queja escuchándose después. — Idiota — no dijo más que eso antes de comenzar a caminar directo a la piscina, que se encontraba relativamente cerca de esa sección del campus.
 
— ¡Aquí también es mal visto! — Jackson se defendió para después seguirle, pero JeongIn se limitó a alzar el brazo enseñando un dedo medio sin voltearse ni dejar de caminar — ¡Pero no lo decía por ti, JeongIn-ssi!

Kiss me like nobody's watching || MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora