La Biblioteca del Amor

4: Luciana

Matías siguió dejando notas dentro del libro favorito de Leyla. Por más que ella ya se lo terminó de leer por sexta vez, de una manera telepática lo adueñaron como su propio libro.

Se encontraba ordenando sus cosas en el mostrador cuando una figura rubia y de tez blanca apareció frente a él. La observó y le regaló una amistosa sonrisa, recibiendo una igual.

-¡Hey, Lucy! No quiero sonar grosero ni nada parecido, pero ¿qué haces acá?-susurró sorprendido Matías.

-Es que hace mucho que no hablamos y quise venir a saludarte. ¿Qué tal el trabajo?

-Bien, por suerte. Tampoco estoy muy ajetreado, pero siempre se encuentra algo que hacer, aunque no sean la gran cosa.

-¿Bromeas? Es el mejor trabajo que todo lector puede desear. Pasar casi todo el día dentro de una biblioteca, rodeado de libros y de un abundante silencio...sinceramente, disfrutaría trabajar aquí.-suspira Luciana.

-¿Y por qué no lo haces? Hasta me harías compañía.

-Me encantaría-sus ojos brillaron al soltar esas palabras-. Lastimosamente, no puedo. La facultad ocupa todo mi tiempo.

Matías asiente, comprendiendo su situación. Continuaron conversando de cosas triviales hasta que Luciana se despidió con la mano y se dirijió a los libros de ciencia ficción, ubicados en el lado opuesto del género de romance.

Revolviendo en busca de un libro de su agrado, se topó con el libro de Yo antes de ti, su novela favorita de la autora y del género. Lo agarró y lo hojeó dispuesta a rememorar sus escenas favoritas cuando notó un post-it de color rosado flúor pegado por la primera página.

Corrección: varios post-its.

Notó que todas tenían como emisor a Matías y al receptor, una L. Así, sin nombre ni nada.

L:
Luces muy tierna leyendo tan concentrada, con tus hoyuelos marcándose en los costados a causa de una involuntaria sonrisa.
Mati el de la biblioteca :)

L:
Eres hermosa.
Mati el de la biblioteca :)

L:
Luces tan adorable cuando frunces tu ceño al leer, o cuando sueltas una embobada sonrisa. Simplemente, me enamoras.
Mati el de la biblioteca :)

Esas y otras notas más pendían de esa página, uno encima del otro. Luciana cerró el libro y lo apretujó por su pecho, revelando una sonrisa boba en el rostro.

Observó a Matías quien estaba realizando su labor sin inmutarse por la mirada de su rubia amiga a lo lejos; y recordó esos momentos en los que ambos muchachos pasaban juntos leyendo en la biblioteca y bromeando entre ellos.

Esas ojeadas que él le lanzaba en aquel entonces acompañados de sonrisas se le incrustaron en su mente, junto a un revoltijo de mariposas volando dentro suyo.

Se sentía tan dichosa por aquellas notas, que al leerlas se dió cuenta que el sentimiento siempre fue mutuo y que aprovecharía esa ocasión para declararse, sin pérdidas de tiempo.