—Hija, controla tu humor —reprendió la señora Inuzuka mientras miraba a Tsume ensañarse al cortar la carne del plato de su pequeña hija, que, si bien tenía edad y fuerza suficiente para hacerlo sola, necesitaba algo para desquitar su ira.
—¡¿Es que no piensa estar presente este embarazo tampoco?! —estalló haciendo chirriar el plato al friccionarlo salvajemente con el cuchillo.
—¡Cuidado con mis platos! —exigió la otra mujer.
La pequeña Hana, de siete años exactamente, solo se removió incómoda en su asiento. Había llegado temprano de la escuela y su madre le había dado una noticia particularmente extraña: iba a tener un hermano, o hermana. No sabía cómo debía sentirse por ello, muchos de sus compañeros se quejaban insistentemente de sus hermanos pequeños haciéndolos directamente responsables de los males del mundo. Pero ella no podía evitar el sentir cierta expectativa al respecto.
Las cosas habían cambiado cuando su madre regresó de la oficina del Hokage para preguntar cuánto tardaría su padre en llegar de la misión que le habían asignado, aparentemente tardaría unos seis meses sin posibilidad de reemplazarlo.
—Ya está bien así...—susurró viendo cómo poco a poco, su filete se había reducido a muy finos y simétricos cubos que hasta sus cachorros podrían tragar sin problema.
Tsume la escuchó y cambió su objetivo a la ensalada de verduras con las que en solo unos momentos ya había hecho prácticamente un puré.
—Mamá...
Pero en lugar de detenerse, tomó su propio plato y realizó el mismo procedimiento.
—Se va a acordar de esta cuando regrese —masculló.
El dolor de cabeza iba y venía constantemente. La luz poco a poco se volvía insoportable, quizás debido al encierro obligado que requería su posición y del que ya se cumplirían pronto cuatro meses. Miró a su compañero, dormitaba intranquilo, pero al menos podía conciliar el sueño por breves periodos de tiempo, a diferencia de él que no encontraba manera de descansar ni cuando llegaba el cambio de guardia y se suponía que era su turno para dormir.
Se frotó los ojos. Aunque realmente no tenía sueño, ello no implicaba que su vista no resintiera la falta de descanso. Miró por enésima vez por la mira de la puerta hacia el pasillo; no había nadie, pero el ruido era insoportable, sentía como si sus dos compañeros respiraran sobre su hombro con poderosos jadeos y le preocupaba que pudieran descubrirlos a causa de ellos.
—¡Deja de respirar tan fuerte! —dijo apretando los dientes para no gritar.
El otro ninja se sobresaltó.
—No estoy haciendo ruido —se quejó adormilado.
Un ruido provino de la pared y saltó enseguida para confirmarlo.
—Algo se arrastra —susurró.
Hubo además un silbido.
—¿Qué es eso?
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Alfa
FanficUn Inuzuka tiene la obligación de lograr descendencia para el clan, y el derecho animal de protegerla con su propia vida.