08. Addicted to you ♡

495 54 1
                                    

● Contenido +18 (Lime)

Encerrados en su habitación y con seguro puesto en la puerta, por supuesto dentro de la gran mansión de Fedor, Igor por fin había dominado al italiano menor.

Carlo estaba sobre el, sentado en su regazo y solo usando una de sus camisas blancas, junto a una delicada cinta roja adornaba sus amarradas manos.

Bajo la luz de la lámpara de noche, su piel brillaba despertando una parte de el que jamás pensó llegar a descubrir.
Estaba muy deseoso de probar cada parte del Gambino y marcarlo a su antojo.

Sus ojos rojos estaban puestos en los azules del rubio, deleitandose por la seductora imagen frente a el.

Carlo le regaló una sonrisa coqueta y con delicadeza tomo su rostro, le beso de forma lenta, ansioso por empezar con ese acto carnal.

Carlo olía a la brisa Marina con cítricos, tan refrescante para sus sentidos y al igual que el mar le envolvía en una paz infinita.

Dándole oportunidad a un nuevo mundo lleno de experiencias.

Rompió el beso para admirar aquel sonrojo en la cara del menor, quien pasó sus brazos alrededor de su cuello.

No perdió el tiempo y delineó su cintura con su pulgar para bajar lentamente sus manos y acariciar sus muslos definidos.

La electricidad del toque bajo sus palmas, le gustaba, lo suave que se sentía con esa simple caricia.

Sus tonos de piel eran tan diferentes y a la vez se complementaban, incluso llenos de marcas por balas u otro tipo de heridas, para el era perfecto sin duda alguna.

Los tatuajes del rubio resaltaban bajo esa luz amarilla, como piezas de arte adornaban la bronceada piel era hermoso.

Volvió a besarle de forma más fogosa y apasionada, la lucha entre dominar al otro mediante un candente beso duradero.

Suaves suspiros y miradas cómplices enmarcaba el ambiente íntimo de los dos, envolviendo les en su propio mundo.

Igor quería disfrutar de esta nueva experiencia, tomándose el tiempo para apreciar cada mínimo detalle de su acompañante. Contando cada lunar y las pequeñas pecas que adornaban su rostro.

Tan dulce, tan encantador, era solo para el.

Carlo movía su cadera, al aún estar con ropa aquel roce sensual le provocaba, un calor surgía de su vientre bajando a esa parte que le pusieron hace poco.

Realmente deseaba probar aquel nuevo accesorio dentro del menor, marcarlo para dejar en claro a los demás su propiedad.

Y justo cuando iba a despojar al rubio de la última prenda de ropa, su ropa, una luz cegadora le desconcertó.

Lentamente abrió sus ojos, la luz del sol atravesando por su ventana le daba directamente en la cara.

Igor se removió enojado hasta sentarse al borde de su cama, maldiciendo entre dientes y en ruso al sol de la calida mañana.

Su sueño se sintió denasiado real, sorprendiendole. -Estoy loco, a mi no puede gustarme Carlo ¿Verdad?.

Tallo su cara con sus manos, tratando de quitar aquellas imágenes lascivas sobre su compañero, no era natural que soñara y mucho menos con alguno de los socios.

Sabiendo que por mucho negara esos sentimientos no se irían, al contrario se tornaban cada vez más fuertes.

Se levantó y caminó al cuarto de baño, adentro abrió el grifo para echarse algo de agua en la cara, para despejarse y al ver que no serviría. Se dio un baño lento bajo el agua fría, disfrutaba de la sensación en sus músculos.

"Make me Ah" [Carligor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora