Capítulo 50

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A la hora del té del mediodía, jugueteé con la taza, era un movimiento pausado, pero rápido. En estos días los guardias habían estado frente al dormitorio como si fuera una prisionera, pero cada vez que salía se mostraban nerviosos y preocupados por lo que podría pasarme, era bueno fortalecer la seguridad, pero la situación se estaba volviendo cada vez más incómoda.

—El olor a flores es agradable.

«Yo también lo creo».

Una brisa con olor a flores soplaba suavemente. Mientras disfrutaba de un refrigerio con Valence en la mesa de té, miré a la derecha.

Por otro lado, en un jardín lleno de flores amarillas, la mansión construida para el bienestar de un conejo, llamó la atención, el techo era de la altura de las rodillas de un adulto, fue inspirada en la Mansión Grace. Cuando escuché las confusas explicaciones de Valence, mis sentimientos se complicaron un poco.

Desde la perspectiva de una persona, el darle una casa a un conejo como regalo, era un poco… Sin embargo, cuando entré en la pequeña casa, me conmoví al verla, había una gran pila de regalos que los empleados habían guardado en secreto.

Maymi me dio una daga bien forjada, Barah una cinta roja y Evelyn me regaló un repelente de bestias con un aroma que ellas odiaban.

A primera vista estaba llena de obsequios como pilas de heno y juguetes, así como cascos para conejos, los cuales claramente eran obsequios de parte de los guardias.

Era codiciosa al decir que esperaba un regalo de parte de Ahin. Sosteniendo el heno, reflexioné sobre la utilidad del repelente de bestias que había guardado.

—Quería hablar contigo, pero es una lástima que hayas vuelto a ser un conejo, al principio fue difícil porque eras muy pequeña, pero ahora estamos reduciendo la cantidad de alimento que consumes. 

El regalo de Evelyn debería usarlo en él, habiendo hecho un compromiso firme, mordí el heno con fuerza.

—Querida, escuché lo que pasó en la biblioteca. 

Mientras luchaba con el heno, desperté de mis pensamientos gracias a la voz de Valence. Ella inclinó los ojos suavemente, coloqué mi pata delantera en su dedo índice. 

—No sabía que él podría ser tan brusco, lamento lo que tuviste que pasar.

«Estoy bien».

—Quería hablar con él por separado, pero Ahin lo encontró primero y se lo llevó, no sé lo que le hizo, pero ahora está enfermo en el dormitorio. 

No podía creer que ahora estuviera enfermo, aunque era fácil de esperar teniendo en cuenta a la bestia de Ahin quien se paseaba con una sonrisa inofensiva. En medio de mi cansado rostro, una mano cuidadosamente pasó por mi cabeza.

—Incluso si está enfermo, no te preocupes, no es nada… Hmm, puede que no te lo encuentres ahora, pero te recomiendo que lo evites mientras se quede en la Mansión. 

En el acto le dio la orden a Maymi de llevarme lejos cuando nos encontráramos al abuelo, además, le dio el derecho a no seguir las órdenes de Lillian. La reflexiva Maymi se alejó de nuevo y tomó su lugar de hace un rato.

Después de un pequeño suspiro, volví la cabeza hacia donde había llegado la mirada de Valence. Los ojos rojos permanecieron en Barah y Ash quien disfrutaba de su siesta.

—Los animales te siguen mejor de lo que piensas, ya que son sensibles a las feromonas.

Esa pantera negra parecida a un gato, se pegaba a mi todo el tiempo buscando que le rascara el estómago, pero cuando Valence estaba frente a nosotros, se volvía callado.

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⏰ Última actualización: Sep 08, 2021 ⏰

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Comida de Emergencia: ConejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora