5 Días

Prologo

-¿Jung Hoseok?- pregunto una mujer

-¿Sí?- respondió dudoso

- Tengo algo importante que decirte- dijo entrando al departamento del joven para sentarse en el sillon de la acogedora sala

-¿Quién eres?- pregunto el chico

-En 5 días yo vendré por ti- hablo sería la mujer 

-¿Qué? ¿De qué hablas?, ¿Quién eres y de donde me conoces?- pregunto asustado

-recuérdalo, Hoseok- dijo mientras la mujer se levantaba del sillón- en 5 días yo vendré por ti- aún con la mirada sería la mujer camino hacia la salida de aquella casa mientras el joven la veía aterrado y confundido

-¡¿Quién eres?!- grito alterado

-En algunos lugares me conocen como...la huesuda- sonrió levemente y desapareció por la puerta.

-¿por qué dices que tengo 5 días?- pregunto el joven mientras veía fijamente a la mujer enfrente de el, la misma que lo había visitado el día de ayer- ¿Qué es lo que tramas con decirme eso?- frunció el seño confundido

- tienes un tumor cancerígeno en tu cuerpo, sólo te quedan 5 días de vida- dijo la mujer seriamente

-¿que?...-pregunto desconcertado sin poder creen en las palabras de la mujer 

-si no me crees ve a ver un doctor, diles que presentas algunos síntomas extraños y que crees que sea cáncer, o simplemente files que tienes cáncer y que quieres saber cuantos días te quedan- hablo mirando al joven que aún procesaba la información- los dolores constantes en el pecho, el sangrado de la boca, las constantes fatigas y la piel pálida...diles eso y ellos te dirán que no miento- el joven la miro incrédulo y con lágrimas en las mejillas

-no... NO TE CREO... ME MIENTES... ME ESTAS MINTIENDO- grito exaltado y con el rostro lloroso y rojo del pánico y la exaltación

-no te miento, mañana mismo ve al doctor- propuso con un tono serio en su voz

-¿por qué a mi?- callo de rodillas cubriendo su rostro con sus manos, las lagrimas fluían sin cesar 

- dentro de cuatro días morirás y el día que mueras, morirás sólo y con dolor, tu pecho dolerá demasiado, tus órganos fallaran, sangraras por la boca, los oídos y el ano, posiblemente también en el cerebro y eso será lo que te mate, si no es que mueres de dolor antes- hablo con una mirada sería- trataras de llamar a tu esposo pero el no contestará, complacerse y complacer a su amante es más importante que contestar tu llamada, intentarás algunas veces y cuando intentes marcar otro número tu cuerpo se habrá paralizado y tu vida se habrá acabado- Hoseok la miro sin poder creer que aquella mujer dijera todo aquello sin una pizca de empatía hacia el- no me mires de esa forma, si he venido es para decirte que eso no pasará-

-¿Quiere decir que no moriré?- pregunto confundido y esperanzado

-claro que morirás, pero no de esa forma- aclaró la mujer

-Entonces...- la mujer lo interrumpió

- El día de tu muerte, irás a dormir como cualquier noche y, antes de que tu fin llegue yo vendré por ti, mucho antes de que tu enfermedad te mate, será una muerte tranquila, simplemente...- busco las mejores palabras- te quedarás dormido para siempre- explico la mujer intentando que su máscara de seriedad no callera

-¿Por qué?- pregunto el chico desconfiado

-Cuando vi tu caso me sentí mal por ti, tuve lástima-pauso un momento- tu esposo te humilla, te es infiel y te rechaza constantemente, sufres en vida y aún así lo amas, te es infiel y aún así lo amas, tienes un buen corazón, pero estas enfermo y morirás. Es una lástima que nadie esté a tu lado el día de tu muerte, es por eso que are una excepción, te acompañare ese día y procuraré que sea el más feliz de tu vida, no morirás sólo ni con dolor como estaba predicho- la mirada de la mujer cambio a una más comprensiva

-¿Por qué harías eso?- pregunto el joven sin levantar la mirada

-porqué pienso que mereces más-la mujer retomó su postura sería y camino hacia la salida, al estar frente la puerta miro al joven atrás de ella- será mejor que le comentes a alguien más sobre esto, entre más gente esté contigo, mejores serán tus últimos días- concluyó y al igual que la otra vez, desapareció por la puerta, dejando al joven sólo y destrozado

Hoseok lloro todo el resto de la tarde, y cuando la noche llegó, cogió sus almohadas y sus peluches y durmió abrazando su peluche de Mang y rodeado de almohadas que lo recortaron toda esa noche de llanto.