Capitulo 15. La rueda del infortunio

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- ¿Qué tal si nos subimos a ese? – Josuke señaló la rueda de la fortuna.

- ¡Wow! – Joseph se maravilló con la apariencia del juego.

Kujo analizó la situación. Era una buena oportunidad para que se subieran juntos en alguna atracción y poder apreciar de paso, la grandiosa vista de Morioh.

De aquella manera, se subieron a la cabina y muy pronto el juego comenzó a moverse.

- No te vayas a dormir anciano – Dijo Higashitaka.

- ¿Todo bien? – Examinó su nieto al mayor.

- No te preocupes Jotaro. Estos juegos suelen ser muy tranquilos – Joseph sonrió un poco.

Jotaro asintió. Por lo visto, Joseph ya estaba cansando. Luego de aquel juego, debían de dar por terminado el paseo.

Pero, lo que ellos no sabían, era que en ese preciso momento una de las piezas que mantenía la rueda en su sitio, estaba a punto de salirse de su engranaje. La falta de un mantenimiento adecuado y el inesperado golpe de un balín cubierto de Hamon – si, ese tiro que falló Joseph y que por casi despeinó a Josuke -, había sido la fórmula exacta para desajustar el mecanismo.

BROM!!

Un ruido sordo que vino acompañado de un fuerte sacudón, acabó lanzando al mayor de los Joestar al suelo de la cabina.

- ¡Viejo! ¿Estás bien? – Josuke le ayudó a levantarse inmediatamente.

- Eh... si...

- ¿Qué fue lo que pasó? – El colegial miró a su sobrino.

- "¿Será obra de un stand?" – Jotaro pensó. Quizás habían caído en la trampa del enemigo.

El ojiverde se asomó por la ventana, pero no alcanzando a ver nada a través del vidrio, procedió a abrir la portezuela de la cabina para de ese modo, asomarse mejor. Haciendo uso de la vista aguda de Star Platinum, pudo divisar el problema de la pieza desajustada. Llamó a Josuke y le informó sobre los hechos.

- ¿Puedes repararlo?

- ¡Déjamelo a mí! – Alzó el pulgar. Le gustaba hacerse el héroe.

Josuke invocó a Shining Diamond, pero estaba más que claro que estaba lejos de su rango de alcance.

- Voy a tener que salir... - Se quitó el chaleco blanco y lo arrojó en el asiento, junto a los muñecos de felpa.

- Ten cuidado Josuke – Joseph le agarró por el brazo, temeroso.

- No hay de qué preocuparse – Sonrió – Ahora siéntate y no le cause problemas a Jotaro ¿Si? – Seguidamente, el adolescente salió de la cabina.

Aunque lo dijera, para Joseph era difícil no preocuparse por su hijo. De pronto, sintió cuando la mano de su nieto se estacionó en su hombro, dándole fortaleza. "Confía en él", parecía querer decir Jotaro, pero en ese agarre, también se hallaba el temor de que el muchacho pudiera lastimarse.

Josuke se agarraba de las barras y se movía con precisión. Un mal cálculo y podía resbalarse fácilmente, acabando estrellándose contra el pavimento.

- "No mires abajo, no mires abajo..." – Tragaba grueso. Le pareció larguísima la distancia entre la cabina y el centro del eje – Aquí está bien – Con el uso de Shining Diamond, no le costó mucho volver la pieza a su sitio - ¡Listo! Yo sabía que soy genial.

- ¿Lo hizo? – Preguntaba Joseph a su nieto, desde su posición y con su vista, le era difícil saberlo.

- Así parece – Jotaro suspiró por lo bajo, alegrándose de que todo hubiera salido bien.

Mi pequeño gran amor (Jojo fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora