Mi pequeño gran amor (Jojo fanfic)

Capitulo 17. Día de paga

Los días que siguieron, Higashitaka estuvo bastante apático. Incluso, las admiradoras del joven del pintoresco peinado concluían en que algo le había sucedido.

- Ne, Josuke ¿Vienes a ver una peli con nosotras? – Invitaba la chica luego de colgársele del brazo.

- Si, ven con nosotras – Animaba la otra.

- No lo sé... - Josuke para nada se veía interesado.

- Anda. Es una película de zombies. Todo el mundo dice que es buenísima.

- Uwa... ¿Zombies? – Se le puso la carne de gallina. No era fanático de aquel género – Creo que estaré ocupado...

- Dinos la verdad Josuke. Tienes una novia ¿Cierto? – Preguntó la más lanzada del grupo.

- ¿Eh...? – Sudó un poco - ¿Cómo es que creen eso...?

- No haces más que suspirar últimamente – Dedujo una.

- Además, lo tienes escrito en toda la cara – Comentó la otra para luego afirmar: – Te gusta alguien.

- Con que... es eso... - Se sonrojó.

Era increíble cómo las mujeres podían dar en el clavo. Luego, recordó que andaba molesto con Jotaro y bufó.

- Es una completa molestia. Tiene un carácter tan agrio que haría llorar a las cebollas – Hizo el gesto de batir la melena - No, no... ¡Para nada me puede gustar alguien así!

- Oye ¿Qué clase de chica será esa? – Preguntó por debajo una de las féminas a su amiga luego de escuchar tan apasionante acotación.

- No lo sé. A lo mejor se trata de una dandi o una delincuente.

- ¡Mo! Que suertuda. Ha enganchado al genial de Josuke.

- Ne, Josuke. Deja a esa amargada y quédate conmigo – De nuevo, la joven se aferró al brazo del pelinegro.

- ¡No, conmigo! – Y la otra, hizo lo mismo con su otro brazo.

- Je je... "Ojalá fuera tan fácil..." – Otro en su lugar, hubiese estado feliz de que las chicas se peleasen así por él.

Llegada la noche y mientras esperaba la cena, de pronto, sonó el teléfono.

- ¡Josuke! ¿Por qué no atiendes? - Anunció la madre desde la cocina.

- Lo siento mamá. Ando liado con éste nivel desde hace días y creo que por fin voy a conseguirlo – Continuó jugando con la videoconsola.

- ¿Qué? Que sea la última vez que me das una explicación de ese tipo – Detestaba que no le obedeciera, luego se la cobraría. Agarró el teléfono - ¿Aló? Residencia Higashitaka...