Prólogo

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Las risas, los comentarios sarcásticos y las burlas no se dejaban de escuchar por aquel abandonado lugar que había sido conquistado por ellos hace más de dos años.

Todos veían a la persona atada en la silla, con los ojos vendados y con varias heridas en todo su cuerpo por haber cometido el error de entrar en el territorio de ellos completamente solo y como también se atrevió a desafíar a varios de sus compañeros.

—Si que fue un tipo duro.— Habló una mujer con un cubre bocas con algunos diseños de rosas rojas.

—Pero mírenlo, indefenso ahora y sin poder moverse.

Draken al escuchar eso,  no pudo evitar gruñir de la molestia... solo estaba en ese estado porque lo tomaron por sorpresa.

—No se reirán tanto cuando logré soltarme de las cuerdas.

—Chicos debemos tener cuidado,  que podría llamar a su mamá~

Una vez más las risas se hicieron más escandalosas, pero en cuanto escucharon crujir una de las cuerdas con las cuales el rubio se encontraba atado, todos dieron un paso hacia atrás con cierto miedo en sus ojos.

—Apesar de estar en este estado, aún les provocó miedo.

Más de alguno frunció el ceño molesto, apretaron los dientes y una de las mujeres se acercó hasta Draken para golpearlo reiteradas veces en la mejilla.

—¿Qué es lo qué está sucediendo aquí?

Todos guardaron silencio en cuanto la escucharon, siempre que ella llegaba a la base su voz se escuchaba con bastante fuerza y provocaba que todos guardaron silencio por el respeto que le tienen.

Después de todo no cualquiera se convierte en la vice-comandante de una pandilla.

Una de las chicas, algo temerosa por ver el rostro molesto de ella, le explico brevemente lo que había sucedido y al escuchar chasquear la lengua no pudo evitar retroceder algunos pasos.

—¿Y por qué demonios no nos avisaron a mí o a Rose sobre esto? ¡Sabían a la perfección que nosotras estábamos en camino!

Todos guardaron silencio y comenzaron a verse entre sí, no sabían cómo responderle a la chica.

—Y le tienen miedo a una mujer.... vaya pandilla.

—¡Ten más respeto con nuestra vice-capitana!

A lo lejos se podía escuchar a la perfección una moto, que con el paso de los segundos está se iba acercando. La de cabellos negros se cruzó de brazos, por el sonido de la moto sabía más que a la perfección de quien se trataba.

Los demás que se encontraban en el lugar hicieron una reverencia en cuando vieron la moto de ella. Una aprili grp 250 negra con varios detalles rojos.

—¿Por qué tanto alboroto?— Les preguntó la pelirroja sacándose el casco y dejando ver su largo cabello rojo ondulado.

—¡Rose! Atrapamos a este sujeto merodeando en nuestro territorio y logramos atraparlo.

—Pero no hemos podido sacarle información de a que banda pertenece.

La de cabellos rojos con mucha calma bajó de la moto y camino hacia el hombre que le habían indicado. Con solo ver su tatuaje se dió cuenta a grupo el pertenecía.

—¿Quién o quienes le hicieron estó?— Preguntó con bastante molestia.

Las personas que lograron atraparlo algo dudosos levantaron la mano, algunos pensaron que Rose los felicitarla por eso.





Pero estaban muy equivocados.

Suspiró estresada y a aquellos que levantaron la mano les dio una fuerte patada en las costillas haciendo que ellos cayeran al suelo quejándose del dolor.

—¿Acaso son idiotas? ¿No saben quién es él? ¡Él es Draken, el vice-comandante de la ToMan!

Furiosa se acercó al rubio,  sacó una pequeña navaja que siempre la tiene atada en su muslo derecho y con ella cortó con facilidad todas las cuerdas y por último le quito el vendaje que cubría sus ojos.

Ambos se miraron a los ojos, por más tiempo de lo que debían. Como sí hubiesen tenido una tipo de conexión que con otra persona jamás les había sucedido.

—En nombre de los Blood Rose te pido perdón por las acciones de mis muchachos....

Habló por fin la mujer de cabellos rojos,  entre apenada y molesta por todo el asunto.

Draken guardó silencio durante varios segundos, lo único que hacía era ver los ojos de la mujer que le estaba hablando,  se había quedado hipnotizado por aquellos ojos color miel.

Se levantó del asiento sin dejar de mirarla fijamente, el resto de los Blood Rose miraban preocupados por lo que podía suceder.

—Tendríamos que llegar a una clase de acuerdo para que el comandante de la ToMan quedé tranquilo, ¿Verdad?

Le habló con voz firme la mujer colocándose también de pie, era un par de centímetros más baja que el rubio.

—Dime tu nombre primero.

—Aquí soy conocida como Rose, si tengo otro nombre eso ya es secreto.

Draken sonrió levemente,  quizás si la llevaría donde Mikey para intentar llegar a un acuerdo.....

Pero eso tendría que verse pronto.

Blood Rose [Draken x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora